CEIL   02670
CENTRO DE ESTUDIOS E INVESTIGACIONES LABORALES
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
“CRISTIANOS EN POLÍTICA”: REFLEXIONES EN TORNO A LA EXPERIENCIA “VALORES PARA MI PAÍS”
Autor/es:
CARBONELLI MARCOS ANDRÉS; MOSQUEIRA MARIELA ANALÍA
Lugar:
Facultad de Ciencias Sociales Universidad de Buenos Aires
Reunión:
Congreso; XXVII CONGRESO ALAS 2009 Latinoamerica Interrogada; 2009
Institución organizadora:
Asociación Latinoamericana de Sociología-Facultad de Ciencias Sociales Universidad de Buenos Aires
Resumen:
“Cristianos en política”: Reflexiones en torno a la experiencia “Valores para mi país” La participación política de los evangélicos en Argentina, cobra en el nuevo siglo diversas modalidades de intervención, no excluyentes entre sí, que se posicionan desde pronunciamientos públicos sobre tópicos de la esfera íntima, hasta temas de índole económico, sin eludir la experiencia política partidaria tradicional. Al respecto, en el transcurso del último año y los primeros meses del corriente, se gestó al interior del campo evangélico un proyecto de formación e intervención política en el espacio público denominado “Valores para mi País”. El mismo, se encuentra liderado por la Diputada Nacional (PRO) Cynthia Hotton, de reconocida trayectoria evangélica. La génesis de este emprendimiento “político-religioso” se enmarca en una nueva movilización por parte de un sector dirigencial del espectro evangélico. El mismo,  cuenta con vínculos fluidos con ACIERA y los principales líderes religiosos del segmento pentecostal. A partir del ingreso de diputados “cristianos” al Congreso y del multitudinario evento de Luis Palau en el mes de marzo de 2008, el mencionado sector dirigencial ha dinamizado (no sin tensiones) las estrategias de visibilización y posicionamiento público del “pueblo evangélico” en líneas generales.   Nuestro trabajo se propone presentar, algunas reflexiones preliminares en torno a la relación entre evangelismo y política, a partir de la experiencia de Valores para mi País, en tanto estudio de caso.  El mismo, es resultado de un intenso trabajo etnográfico aún en proceso, al interior de dicho espacio político. Considerando la heterogeneidad interna de este emprendimiento político, y del campo evangélico en general, intentaremos dar cuenta de las tensiones y los múltiples anclajes existentes, remarcando la complejidad de los diversos vínculos y estrategias ensayados por la cúpula y las bases. En esta línea, haremos foco en la experiencia del “equipo juvenil”, indagando sus posicionamientos y relaciones al interior de dicho espacio político, como también, sobre el sentido, las trayectorias, las sociabilidades y los anclajes identitarios de los sujetos juveniles. Asimismo, trazaremos algunas líneas de análisis comparativo entre “Valores para mi País”, en tanto proyecto de participación política actual, con sus antecesores de la década del 90, para establecer puntos de contacto y de divergencia que permitan dilucidar cuál es la particularidad en la actividad política de los sectores evangélicos en nuestros días. La participación política de los evangélicos en Argentina, cobra en el nuevo siglo diversas modalidades de intervención, no excluyentes entre sí, que se posicionan desde pronunciamientos públicos sobre tópicos de la esfera íntima, hasta temas de índole económico, sin eludir la experiencia política partidaria tradicional. Al respecto, en el transcurso del último año y los primeros meses del corriente, se gestó al interior del campo evangélico un proyecto de formación e intervención política en el espacio público denominado “Valores para mi País”. El mismo, se encuentra liderado por la Diputada Nacional (PRO) Cynthia Hotton, de reconocida trayectoria evangélica. La génesis de este emprendimiento “político-religioso” se enmarca en una nueva movilización por parte de un sector dirigencial del espectro evangélico. El mismo,  cuenta con vínculos fluidos con ACIERA y los principales líderes religiosos del segmento pentecostal. A partir del ingreso de diputados “cristianos” al Congreso y del multitudinario evento de Luis Palau en el mes de marzo de 2008, el mencionado sector dirigencial ha dinamizado (no sin tensiones) las estrategias de visibilización y posicionamiento público del “pueblo evangélico” en líneas generales.   Nuestro trabajo se propone presentar, algunas reflexiones preliminares en torno a la relación entre evangelismo y política, a partir de la experiencia de Valores para mi País, en tanto estudio de caso.  El mismo, es resultado de un intenso trabajo etnográfico aún en proceso, al interior de dicho espacio político. Considerando la heterogeneidad interna de este emprendimiento político, y del campo evangélico en general, intentaremos dar cuenta de las tensiones y los múltiples anclajes existentes, remarcando la complejidad de los diversos vínculos y estrategias ensayados por la cúpula y las bases. En esta línea, haremos foco en la experiencia del “equipo juvenil”, indagando sus posicionamientos y relaciones al interior de dicho espacio político, como también, sobre el sentido, las trayectorias, las sociabilidades y los anclajes identitarios de los sujetos juveniles. Asimismo, trazaremos algunas líneas de análisis comparativo entre “Valores para mi País”, en tanto proyecto de participación política actual, con sus antecesores de la década del 90, para establecer puntos de contacto y de divergencia que permitan dilucidar cuál es la particularidad en la actividad política de los sectores evangélicos en nuestros días. La participación política de los evangélicos en Argentina, cobra en el nuevo siglo diversas modalidades de intervención, no excluyentes entre sí, que se posicionan desde pronunciamientos públicos sobre tópicos de la esfera íntima, hasta temas de índole económico, sin eludir la experiencia política partidaria tradicional. Al respecto, en el transcurso del último año y los primeros meses del corriente, se gestó al interior del campo evangélico un proyecto de formación e intervención política en el espacio público denominado “Valores para mi País”. El mismo, se encuentra liderado por la Diputada Nacional (PRO) Cynthia Hotton, de reconocida trayectoria evangélica. La génesis de este emprendimiento “político-religioso” se enmarca en una nueva movilización por parte de un sector dirigencial del espectro evangélico. El mismo,  cuenta con vínculos fluidos con ACIERA y los principales líderes religiosos del segmento pentecostal. A partir del ingreso de diputados “cristianos” al Congreso y del multitudinario evento de Luis Palau en el mes de marzo de 2008, el mencionado sector dirigencial ha dinamizado (no sin tensiones) las estrategias de visibilización y posicionamiento público del “pueblo evangélico” en líneas generales.   Nuestro trabajo se propone presentar, algunas reflexiones preliminares en torno a la relación entre evangelismo y política, a partir de la experiencia de Valores para mi País, en tanto estudio de caso.  El mismo, es resultado de un intenso trabajo etnográfico aún en proceso, al interior de dicho espacio político. Considerando la heterogeneidad interna de este emprendimiento político, y del campo evangélico en general, intentaremos dar cuenta de las tensiones y los múltiples anclajes existentes, remarcando la complejidad de los diversos vínculos y estrategias ensayados por la cúpula y las bases. En esta línea, haremos foco en la experiencia del “equipo juvenil”, indagando sus posicionamientos y relaciones al interior de dicho espacio político, como también, sobre el sentido, las trayectorias, las sociabilidades y los anclajes identitarios de los sujetos juveniles. Asimismo, trazaremos algunas líneas de análisis comparativo entre “Valores para mi País”, en tanto proyecto de participación política actual, con sus antecesores de la década del 90, para establecer puntos de contacto y de divergencia que permitan dilucidar cuál es la particularidad en la actividad política de los sectores evangélicos en nuestros días. La participación política de los evangélicos en Argentina, cobra en el nuevo siglo diversas modalidades de intervención, no excluyentes entre sí, que se posicionan desde pronunciamientos públicos sobre tópicos de la esfera íntima, hasta temas de índole económico, sin eludir la experiencia política partidaria tradicional. Al respecto, en el transcurso del último año y los primeros meses del corriente, se gestó al interior del campo evangélico un proyecto de formación e intervención política en el espacio público denominado “Valores para mi País”. El mismo, se encuentra liderado por la Diputada Nacional (PRO) Cynthia Hotton, de reconocida trayectoria evangélica. La génesis de este emprendimiento “político-religioso” se enmarca en una nueva movilización por parte de un sector dirigencial del espectro evangélico. El mismo,  cuenta con vínculos fluidos con ACIERA y los principales líderes religiosos del segmento pentecostal. A partir del ingreso de diputados “cristianos” al Congreso y del multitudinario evento de Luis Palau en el mes de marzo de 2008, el mencionado sector dirigencial ha dinamizado (no sin tensiones) las estrategias de visibilización y posicionamiento público del “pueblo evangélico” en líneas generales.   Nuestro trabajo se propone presentar, algunas reflexiones preliminares en torno a la relación entre evangelismo y política, a partir de la experiencia de Valores para mi País, en tanto estudio de caso.  El mismo, es resultado de un intenso trabajo etnográfico aún en proceso, al interior de dicho espacio político. Considerando la heterogeneidad interna de este emprendimiento político, y del campo evangélico en general, intentaremos dar cuenta de las tensiones y los múltiples anclajes existentes, remarcando la complejidad de los diversos vínculos y estrategias ensayados por la cúpula y las bases. En esta línea, haremos foco en la experiencia del “equipo juvenil”, indagando sus posicionamientos y relaciones al interior de dicho espacio político, como también, sobre el sentido, las trayectorias, las sociabilidades y los anclajes identitarios de los sujetos juveniles. Asimismo, trazaremos algunas líneas de análisis comparativo entre “Valores para mi País”, en tanto proyecto de participación política actual, con sus antecesores de la década del 90, para establecer puntos de contacto y de divergencia que permitan dilucidar cuál es la particularidad en la actividad política de los sectores evangélicos en nuestros días. La participación política de los evangélicos en Argentina, cobra en el nuevo siglo diversas modalidades de intervención, no excluyentes entre sí, que se posicionan desde pronunciamientos públicos sobre tópicos de la esfera íntima, hasta temas de índole económico, sin eludir la experiencia política partidaria tradicional. Al respecto, en el transcurso del último año y los primeros meses del corriente, se gestó al interior del campo evangélico un proyecto de formación e intervención política en el espacio público denominado “Valores para mi País”. El mismo, se encuentra liderado por la Diputada Nacional (PRO) Cynthia Hotton, de reconocida trayectoria evangélica. La génesis de este emprendimiento “político-religioso” se enmarca en una nueva movilización por parte de un sector dirigencial del espectro evangélico. El mismo,  cuenta con vínculos fluidos con ACIERA y los principales líderes religiosos del segmento pentecostal. A partir del ingreso de diputados “cristianos” al Congreso y del multitudinario evento de Luis Palau en el mes de marzo de 2008, el mencionado sector dirigencial ha dinamizado (no sin tensiones) las estrategias de visibilización y posicionamiento público del “pueblo evangélico” en líneas generales.   Nuestro trabajo se propone presentar, algunas reflexiones preliminares en torno a la relación entre evangelismo y política, a partir de la experiencia de Valores para mi País, en tanto estudio de caso.  El mismo, es resultado de un intenso trabajo etnográfico aún en proceso, al interior de dicho espacio político. Considerando la heterogeneidad interna de este emprendimiento político, y del campo evangélico en general, intentaremos dar cuenta de las tensiones y los múltiples anclajes existentes, remarcando la complejidad de los diversos vínculos y estrategias ensayados por la cúpula y las bases. En esta línea, haremos foco en la experiencia del “equipo juvenil”, indagando sus posicionamientos y relaciones al interior de dicho espacio político, como también, sobre el sentido, las trayectorias, las sociabilidades y los anclajes identitarios de los sujetos juveniles. Asimismo, trazaremos algunas líneas de análisis comparativo entre “Valores para mi País”, en tanto proyecto de participación política actual, con sus antecesores de la década del 90, para establecer puntos de contacto y de divergencia que permitan dilucidar cuál es la particularidad en la actividad política de los sectores evangélicos en nuestros días. La participación política de los evangélicos en Argentina, cobra en el nuevo siglo diversas modalidades de intervención, no excluyentes entre sí, que se posicionan desde pronunciamientos públicos sobre tópicos de la esfera íntima, hasta temas de índole económico, sin eludir la experiencia política partidaria tradicional. Al respecto, en el transcurso del último año y los primeros meses del corriente, se gestó al interior del campo evangélico un proyecto de formación e intervención política en el espacio público denominado “Valores para mi País”. El mismo, se encuentra liderado por la Diputada Nacional (PRO) Cynthia Hotton, de reconocida trayectoria evangélica. La génesis de este emprendimiento “político-religioso” se enmarca en una nueva movilización por parte de un sector dirigencial del espectro evangélico. El mismo,  cuenta con vínculos fluidos con ACIERA y los principales líderes religiosos del segmento pentecostal. A partir del ingreso de diputados “cristianos” al Congreso y del multitudinario evento de Luis Palau en el mes de marzo de 2008, el mencionado sector dirigencial ha dinamizado (no sin tensiones) las estrategias de visibilización y posicionamiento público del “pueblo evangélico” en líneas generales.   Nuestro trabajo se propone presentar, algunas reflexiones preliminares en torno a la relación entre evangelismo y política, a partir de la experiencia de Valores para mi País, en tanto estudio de caso.  El mismo, es resultado de un intenso trabajo etnográfico aún en proceso, al interior de dicho espacio político. Considerando la heterogeneidad interna de este emprendimiento político, y del campo evangélico en general, intentaremos dar cuenta de las tensiones y los múltiples anclajes existentes, remarcando la complejidad de los diversos vínculos y estrategias ensayados por la cúpula y las bases. En esta línea, haremos foco en la experiencia del “equipo juvenil”, indagando sus posicionamientos y relaciones al interior de dicho espacio político, como también, sobre el sentido, las trayectorias, las sociabilidades y los anclajes identitarios de los sujetos juveniles. Asimismo, trazaremos algunas líneas de análisis comparativo entre “Valores para mi País”, en tanto proyecto de participación política actual, con sus antecesores de la década del 90, para establecer puntos de contacto y de divergencia que permitan dilucidar cuál es la particularidad en la actividad política de los sectores evangélicos en nuestros días. La participación política de los evangélicos en Argentina, cobra en el nuevo siglo diversas modalidades de intervención, no excluyentes entre sí, que se posicionan desde pronunciamientos públicos sobre tópicos de la esfera íntima, hasta temas de índole económico, sin eludir la experiencia política partidaria tradicional. Al respecto, en el transcurso del último año y los primeros meses del corriente, se gestó al interior del campo evangélico un proyecto de formación e intervención política en el espacio público denominado “Valores para mi País”. El mismo, se encuentra liderado por la Diputada Nacional (PRO) Cynthia Hotton, de reconocida trayectoria evangélica. La génesis de este emprendimiento “político-religioso” se enmarca en una nueva movilización por parte de un sector dirigencial del espectro evangélico. El mismo,  cuenta con vínculos fluidos con ACIERA y los principales líderes religiosos del segmento pentecostal. A partir del ingreso de diputados “cristianos” al Congreso y del multitudinario evento de Luis Palau en el mes de marzo de 2008, el mencionado sector dirigencial ha dinamizado (no sin tensiones) las estrategias de visibilización y posicionamiento público del “pueblo evangélico” en líneas generales.   Nuestro trabajo se propone presentar, algunas reflexiones preliminares en torno a la relación entre evangelismo y política, a partir de la experiencia de Valores para mi País, en tanto estudio de caso.  El mismo, es resultado de un intenso trabajo etnográfico aún en proceso, al interior de dicho espacio político. Considerando la heterogeneidad interna de este emprendimiento político, y del campo evangélico en general, intentaremos dar cuenta de las tensiones y los múltiples anclajes existentes, remarcando la complejidad de los diversos vínculos y estrategias ensayados por la cúpula y las bases. En esta línea, haremos foco en la experiencia del “equipo juvenil”, indagando sus posicionamientos y relaciones al interior de dicho espacio político, como también, sobre el sentido, las trayectorias, las sociabilidades y los anclajes identitarios de los sujetos juveniles. Asimismo, trazaremos algunas líneas de análisis comparativo entre “Valores para mi País”, en tanto proyecto de participación política actual, con sus antecesores de la década del 90, para establecer puntos de contacto y de divergencia que permitan dilucidar cuál es la particularidad en la actividad política de los sectores evangélicos en nuestros días. La participación política de los evangélicos en Argentina, cobra en el nuevo siglo diversas modalidades de intervención, no excluyentes entre sí, que se posicionan desde pronunciamientos públicos sobre tópicos de la esfera íntima, hasta temas de índole económico, sin eludir la experiencia política partidaria tradicional. Al respecto, en el transcurso del último año y los primeros meses del corriente, se gestó al interior del campo evangélico un proyecto de formación e intervención política en el espacio público denominado “Valores para mi País”. El mismo, se encuentra liderado por la Diputada Nacional (PRO) Cynthia Hotton, de reconocida trayectoria evangélica. La génesis de este emprendimiento “político-religioso” se enmarca en una nueva movilización por parte de un sector dirigencial del espectro evangélico. El mismo,  cuenta con vínculos fluidos con ACIERA y los principales líderes religiosos del segmento pentecostal. A partir del ingreso de diputados “cristianos” al Congreso y del multitudinario evento de Luis Palau en el mes de marzo de 2008, el mencionado sector dirigencial ha dinamizado (no sin tensiones) las estrategias de visibilización y posicionamiento público del “pueblo evangélico” en líneas generales.   Nuestro trabajo se propone presentar, algunas reflexiones preliminares en torno a la relación entre evangelismo y política, a partir de la experiencia de Valores para mi País, en tanto estudio de caso.  El mismo, es resultado de un intenso trabajo etnográfico aún en proceso, al interior de dicho espacio político. Considerando la heterogeneidad interna de este emprendimiento político, y del campo evangélico en general, intentaremos dar cuenta de las tensiones y los múltiples anclajes existentes, remarcando la complejidad de los diversos vínculos y estrategias ensayados por la cúpula y las bases. En esta línea, haremos foco en la experiencia del “equipo juvenil”, indagando sus posicionamientos y relaciones al interior de dicho espacio político, como también, sobre el sentido, las trayectorias, las sociabilidades y los anclajes identitarios de los sujetos juveniles. Asimismo, trazaremos algunas líneas de análisis comparativo entre “Valores para mi País”, en tanto proyecto de participación política actual, con sus antecesores de la década del 90, para establecer puntos de contacto y de divergencia que permitan dilucidar cuál es la particularidad en la actividad política de los sectores evangélicos en nuestros días. La participación política de los evangélicos en Argentina, cobra en el nuevo siglo diversas modalidades de intervención, no excluyentes entre sí, que se posicionan desde pronunciamientos públicos sobre tópicos de la esfera íntima, hasta temas de índole económico, sin eludir la experiencia política partidaria tradicional. Al respecto, en el transcurso del último año y los primeros meses del corriente, se gestó al interior del campo evangélico un proyecto de formación e intervención política en el espacio público denominado “Valores para mi País”. El mismo, se encuentra liderado por la Diputada Nacional (PRO) Cynthia Hotton, de reconocida trayectoria evangélica. La génesis de este emprendimiento “político-religioso” se enmarca en una nueva movilización por parte de un sector dirigencial del espectro evangélico. El mismo,  cuenta con vínculos fluidos con ACIERA y los principales líderes religiosos del segmento pentecostal. A partir del ingreso de diputados “cristianos” al Congreso y del multitudinario evento de Luis Palau en el mes de marzo de 2008, el mencionado sector dirigencial ha dinamizado (no sin tensiones) las estrategias de visibilización y posicionamiento público del “pueblo evangélico” en líneas generales.   Nuestro trabajo se propone presentar, algunas reflexiones preliminares en torno a la relación entre evangelismo y política, a partir de la experiencia de Valores para mi País, en tanto estudio de caso.  El mismo, es resultado de un intenso trabajo etnográfico aún en proceso, al interior de dicho espacio político. Considerando la heterogeneidad interna de este emprendimiento político, y del campo evangélico en general, intentaremos dar cuenta de las tensiones y los múltiples anclajes existentes, remarcando la complejidad de los diversos vínculos y estrategias ensayados por la cúpula y las bases. En esta línea, haremos foco en la experiencia del “equipo juvenil”, indagando sus posicionamientos y relaciones al interior de dicho espacio político, como también, sobre el sentido, las trayectorias, las sociabilidades y los anclajes identitarios de los sujetos juveniles. Asimismo, trazaremos algunas líneas de análisis comparativo entre “Valores para mi País”, en tanto proyecto de participación política actual, con sus antecesores de la década del 90, para establecer puntos de contacto y de divergencia que permitan dilucidar cuál es la particularidad en la actividad política de los sectores evangélicos en nuestros días. La participación política de los evangélicos en Argentina, cobra en el nuevo siglo diversas modalidades de intervención, no excluyentes entre sí, que se posicionan desde pronunciamientos públicos sobre tópicos de la esfera íntima, hasta temas de índole económico, sin eludir la experiencia política partidaria tradicional. Al respecto, en el transcurso del último año y los primeros meses del corriente, se gestó al interior del campo evangélico un proyecto de formación e intervención política en el espacio público denominado “Valores para mi País”. El mismo, se encuentra liderado por la Diputada Nacional (PRO) Cynthia Hotton, de reconocida trayectoria evangélica. La génesis de este emprendimiento “político-religioso” se enmarca en una nueva movilización por parte de un sector dirigencial del espectro evangélico. El mismo,  cuenta con vínculos fluidos con ACIERA y los principales líderes religiosos del segmento pentecostal. A partir del ingreso de diputados “cristianos” al Congreso y del multitudinario evento de Luis Palau en el mes de marzo de 2008, el mencionado sector dirigencial ha dinamizado (no sin tensiones) las estrategias de visibilización y posicionamiento público del “pueblo evangélico” en líneas generales.   Nuestro trabajo se propone presentar, algunas reflexiones preliminares en torno a la relación entre evangelismo y política, a partir de la experiencia de Valores para mi País, en tanto estudio de caso.  El mismo, es resultado de un intenso trabajo etnográfico aún en proceso, al interior de dicho espacio político. Considerando la heterogeneidad interna de este emprendimiento político, y del campo evangélico en general, intentaremos dar cuenta de las tensiones y los múltiples anclajes existentes, remarcando la complejidad de los diversos vínculos y estrategias ensayados por la cúpula y las bases. En esta línea, haremos foco en la experiencia del “equipo juvenil”, indagando sus posicionamientos y relaciones al interior de dicho espacio político, como también, sobre el sentido, las trayectorias, las sociabilidades y los anclajes identitarios de los sujetos juveniles. Asimismo, trazaremos algunas líneas de análisis comparativo entre “Valores para mi País”, en tanto proyecto de participación política actual, con sus antecesores de la década del 90, para establecer puntos de contacto y de divergencia que permitan dilucidar cuál es la particularidad en la actividad política de los sectores evangélicos en nuestros días. La participación política de los evangélicos en Argentina, cobra en el nuevo siglo diversas modalidades de intervención, no excluyentes entre sí, que se posicionan desde pronunciamientos públicos sobre tópicos de la esfera íntima, hasta temas de índole económico, sin eludir la experiencia política partidaria tradicional. Al respecto, en el transcurso del último año y los primeros meses del corriente, se gestó al interior del campo evangélico un proyecto de formación e intervención política en el espacio público denominado “Valores para mi País”. El mismo, se encuentra liderado por la Diputada Nacional (PRO) Cynthia Hotton, de reconocida trayectoria evangélica. La génesis de este emprendimiento “político-religioso” se enmarca en una nueva movilización por parte de un sector dirigencial del espectro evangélico. El mismo,  cuenta con vínculos fluidos con ACIERA y los principales líderes religiosos del segmento pentecostal. A partir del ingreso de diputados “cristianos” al Congreso y del multitudinario evento de Luis Palau en el mes de marzo de 2008, el mencionado sector dirigencial ha dinamizado (no sin tensiones) las estrategias de visibilización y posicionamiento público del “pueblo evangélico” en líneas generales.   Nuestro trabajo se propone presentar, algunas reflexiones preliminares en torno a la relación entre evangelismo y política, a partir de la experiencia de Valores para mi País, en tanto estudio de caso.  El mismo, es resultado de un intenso trabajo etnográfico aún en proceso, al interior de dicho espacio político. Considerando la heterogeneidad interna de este emprendimiento político, y del campo evangélico en general, intentaremos dar cuenta de las tensiones y los múltiples anclajes existentes, remarcando la complejidad de los diversos vínculos y estrategias ensayados por la cúpula y las bases. En esta línea, haremos foco en la experiencia del “equipo juvenil”, indagando sus posicionamientos y relaciones al interior de dicho espacio político, como también, sobre el sentido, las trayectorias, las sociabilidades y los anclajes identitarios de los sujetos juveniles. Asimismo, trazaremos algunas líneas de análisis comparativo entre “Valores para mi País”, en tanto proyecto de participación política actual, con sus antecesores de la década del 90, para establecer puntos de contacto y de divergencia que permitan dilucidar cuál es la particularidad en la actividad política de los sectores evangélicos en nuestros días. La participación política de los evangélicos en Argentina, cobra en el nuevo siglo diversas modalidades de intervención, no excluyentes entre sí, que se posicionan desde pronunciamientos públicos sobre tópicos de la esfera íntima, hasta temas de índole económico, sin eludir la experiencia política partidaria tradicional. Al respecto, en el transcurso del último año y los primeros meses del corriente, se gestó al interior del campo evangélico un proyecto de formación e intervención política en el espacio público denominado “Valores para mi País”. El mismo, se encuentra liderado por la Diputada Nacional (PRO) Cynthia Hotton, de reconocida trayectoria evangélica. La génesis de este emprendimiento “político-religioso” se enmarca en una nueva movilización por parte de un sector dirigencial del espectro evangélico. El mismo,  cuenta con vínculos fluidos con ACIERA y los principales líderes religiosos del segmento pentecostal. A partir del ingreso de diputados “cristianos” al Congreso y del multitudinario evento de Luis Palau en el mes de marzo de 2008, el mencionado sector dirigencial ha dinamizado (no sin tensiones) las estrategias de visibilización y posicionamiento público del “pueblo evangélico” en líneas generales.   Nuestro trabajo se propone presentar, algunas reflexiones preliminares en torno a la relación entre evangelismo y política, a partir de la experiencia de Valores para mi País, en tanto estudio de caso.  El mismo, es resultado de un intenso trabajo etnográfico aún en proceso, al interior de dicho espacio político. Considerando la heterogeneidad interna de este emprendimiento político, y del campo evangélico en general, intentaremos dar cuenta de las tensiones y los múltiples anclajes existentes, remarcando la complejidad de los diversos vínculos y estrategias ensayados por la cúpula y las bases. En esta línea, haremos foco en la experiencia del “equipo juvenil”, indagando sus posicionamientos y relaciones al interior de dicho espacio político, como también, sobre el sentido, las trayectorias, las sociabilidades y los anclajes identitarios de los sujetos juveniles. Asimismo, trazaremos algunas líneas de análisis comparativo entre “Valores para mi País”, en tanto proyecto de participación política actual, con sus antecesores de la década del 90, para establecer puntos de contacto y de divergencia que permitan dilucidar cuál es la particularidad en la actividad política de los sectores evangélicos en nuestros días. La participación política de los evangélicos en Argentina, cobra en el nuevo siglo diversas modalidades de intervención, no excluyentes entre sí, que se posicionan desde pronunciamientos públicos sobre tópicos de la esfera íntima, hasta temas de índole económico, sin eludir la experiencia política partidaria tradicional. Al respecto, en el transcurso del último año y los primeros meses del corriente, se gestó al interior del campo evangélico un proyecto de formación e intervención política en el espacio público denominado “Valores para mi País”. El mismo, se encuentra liderado por la Diputada Nacional (PRO) Cynthia Hotton, de reconocida trayectoria evangélica. La génesis de este emprendimiento “político-religioso” se enmarca en una nueva movilización por parte de un sector dirigencial del espectro evangélico. El mismo,  cuenta con vínculos fluidos con ACIERA y los principales líderes religiosos del segmento pentecostal. A partir del ingreso de diputados “cristianos” al Congreso y del multitudinario evento de Luis Palau en el mes de marzo de 2008, el mencionado sector dirigencial ha dinamizado (no sin tensiones) las estrategias de visibilización y posicionamiento público del “pueblo evangélico” en líneas generales.   Nuestro trabajo se propone presentar, algunas reflexiones preliminares en torno a la relación entre evangelismo y política, a partir de la experiencia de Valores para mi País, en tanto estudio de caso.  El mismo, es resultado de un intenso trabajo etnográfico aún en proceso, al interior de dicho espacio político. Considerando la heterogeneidad interna de este emprendimiento político, y del campo evangélico en general, intentaremos dar cuenta de las tensiones y los múltiples anclajes existentes, remarcando la complejidad de los diversos vínculos y estrategias ensayados por la cúpula y las bases. En esta línea, haremos foco en la experiencia del “equipo juvenil”, indagando sus posicionamientos y relaciones al interior de dicho espacio político, como también, sobre el sentido, las trayectorias, las sociabilidades y los anclajes identitarios de los sujetos juveniles. Asimismo, trazaremos algunas líneas de análisis comparativo entre “Valores para mi País”, en tanto proyecto de participación política actual, con sus antecesores de la década del 90, para establecer puntos de contacto y de divergencia que permitan dilucidar cuál es la particularidad en la actividad política de los sectores evangélicos en nuestros días. La participación política de los evangélicos en Argentina, cobra en el nuevo siglo diversas modalidades de intervención, no excluyentes entre sí, que se posicionan desde pronunciamientos públicos sobre tópicos de la esfera íntima, hasta temas de índole económico, sin eludir la experiencia política partidaria tradicional. Al respecto, en el transcurso del último año y los primeros meses del corriente, se gestó al interior del campo evangélico un proyecto de formación e intervención política en el espacio público denominado “Valores para mi País”. El mismo, se encuentra liderado por la Diputada Nacional (PRO) Cynthia Hotton, de reconocida trayectoria evangélica. La génesis de este emprendimiento “político-religioso” se enmarca en una nueva movilización por parte de un sector dirigencial del espectro evangélico. El mismo,  cuenta con vínculos fluidos con ACIERA y los principales líderes religiosos del segmento pentecostal. A partir del ingreso de diputados “cristianos” al Congreso y del multitudinario evento de Luis Palau en el mes de marzo de 2008, el mencionado sector dirigencial ha dinamizado (no sin tensiones) las estrategias de visibilización y posicionamiento público del “pueblo evangélico” en líneas generales.   Nuestro trabajo se propone presentar, algunas reflexiones preliminares en torno a la relación entre evangelismo y política, a partir de la experiencia de Valores para mi País, en tanto estudio de caso.  El mismo, es resultado de un intenso trabajo etnográfico aún en proceso, al interior de dicho espacio político. Considerando la heterogeneidad interna de este emprendimiento político, y del campo evangélico en general, intentaremos dar cuenta de las tensiones y los múltiples anclajes existentes, remarcando la complejidad de los diversos vínculos y estrategias ensayados por la cúpula y las bases. En esta línea, haremos foco en la experiencia del “equipo juvenil”, indagando sus posicionamientos y relaciones al interior de dicho espacio político, como también, sobre el sentido, las trayectorias, las sociabilidades y los anclajes identitarios de los sujetos juveniles. Asimismo, trazaremos algunas líneas de análisis comparativo entre “Valores para mi País”, en tanto proyecto de participación política actual, con sus antecesores de la década del 90, para establecer puntos de contacto y de divergencia que permitan dilucidar cuál es la particularidad en la actividad política de los sectores evangélicos en nuestros días. La participación política de los evangélicos en Argentina, cobra en el nuevo siglo diversas modalidades de intervención, no excluyentes entre sí, que se posicionan desde pronunciamientos públicos sobre tópicos de la esfera íntima, hasta temas de índole económico, sin eludir la experiencia política partidaria tradicional. Al respecto, en el transcurso del último año y los primeros meses del corriente, se gestó al interior del campo evangélico un proyecto de formación e intervención política en el espacio público denominado “Valores para mi País”. El mismo, se encuentra liderado por la Diputada Nacional (PRO) Cynthia Hotton, de reconocida trayectoria evangélica. La génesis de este emprendimiento “político-religioso” se enmarca en una nueva movilización por parte de un sector dirigencial del espectro evangélico. El mismo,  cuenta con vínculos fluidos con ACIERA y los principales líderes religiosos del segmento pentecostal. A partir del ingreso de diputados “cristianos” al Congreso y del multitudinario evento de Luis Palau en el mes de marzo de 2008, el mencionado sector dirigencial ha dinamizado (no sin tensiones) las estrategias de visibilización y posicionamiento público del “pueblo evangélico” en líneas generales.   Nuestro trabajo se propone presentar, algunas reflexiones preliminares en torno a la relación entre evangelismo y política, a partir de la experiencia de Valores para mi País, en tanto estudio de caso.  El mismo, es resultado de un intenso trabajo etnográfico aún en proceso, al interior de dicho espacio político. Considerando la heterogeneidad interna de este emprendimiento político, y del campo evangélico en general, intentaremos dar cuenta de las tensiones y los múltiples anclajes existentes, remarcando la complejidad de los diversos vínculos y estrategias ensayados por la cúpula y las bases. En esta línea, haremos foco en la experiencia del “equipo juvenil”, indagando sus posicionamientos y relaciones al interior de dicho espacio político, como también, sobre el sentido, las trayectorias, las sociabilidades y los anclajes identitarios de los sujetos juveniles. Asimismo, trazaremos algunas líneas de análisis comparativo entre “Valores para mi País”, en tanto proyecto de participación política actual, con sus antecesores de la década del 90, para establecer puntos de contacto y de divergencia que permitan dilucidar cuál es la particularidad en la actividad política de los sectores evangélicos en nuestros días. La participación política de los evangélicos en Argentina, cobra en el nuevo siglo diversas modalidades de intervención, no excluyentes entre sí, que se posicionan desde pronunciamientos públicos sobre tópicos de la esfera íntima, hasta temas de índole económico, sin eludir la experiencia política partidaria tradicional. Al respecto, en el transcurso del último año y los primeros meses del corriente, se gestó al interior del campo evangélico un proyecto de formación e intervención política en el espacio público denominado “Valores para mi País”. El mismo, se encuentra liderado por la Diputada Nacional (PRO) Cynthia Hotton, de reconocida trayectoria evangélica. La génesis de este emprendimiento “político-religioso” se enmarca en una nueva movilización por parte de un sector dirigencial del espectro evangélico. El mismo,  cuenta con vínculos fluidos con ACIERA y los principales líderes religiosos del segmento pentecostal. A partir del ingreso de diputados “cristianos” al Congreso y del multitudinario evento de Luis Palau en el mes de marzo de 2008, el mencionado sector dirigencial ha dinamizado (no sin tensiones) las estrategias de visibilización y posicionamiento público del “pueblo evangélico” en líneas generales.   Nuestro trabajo se propone presentar, algunas reflexiones preliminares en torno a la relación entre evangelismo y política, a partir de la experiencia de Valores para mi País, en tanto estudio de caso.  El mismo, es resultado de un intenso trabajo etnográfico aún en proceso, al interior de dicho espacio político. Considerando la heterogeneidad interna de este emprendimiento político, y del campo evangélico en general, intentaremos dar cuenta de las tensiones y los múltiples anclajes existentes, remarcando la complejidad de los diversos vínculos y estrategias ensayados por la cúpula y las bases. En esta línea, haremos foco en la experiencia del “equipo juvenil”, indagando sus posicionamientos y relaciones al interior de dicho espacio político, como también, sobre el sentido, las trayectorias, las sociabilidades y los anclajes identitarios de los sujetos juveniles. Asimismo, trazaremos algunas líneas de análisis comparativo entre “Valores para mi País”, en tanto proyecto de participación política actual, con sus antecesores de la década del 90, para establecer puntos de contacto y de divergencia que permitan dilucidar cuál es la particularidad en la actividad política de los sectores evangélicos en nuestros días.