Saberes del trabajo, credenciales y movilidad de la fuerza de trabajo. La ilusión de un mercado sin fisuras

SPINOSA, MARTÍN; DROLAS, ANA

Ciudad de Buenos Aires

Congreso; IX Congreso de la ASET; 2009

Asociación de Especialistas de Estudios del Trabajo

<!-- @page { margin: 2cm } P { margin-bottom: 0.21cm } --> América Latina suele ser campo fértil para el ensayo de los más diversos experimentos sociales. Desde su denominación de “Nuevo Mundo” por parte de quienes se adentraban en lo ya existente, incomprendido, descalificado, las tierras del sur han visto florecer como hongos ciudades inventadas, ideales de personas, ciudadanos y trabajadores, formas del gobierno y del Estado y políticas públicas que resolverían los problemas si no fuese porque la realidad se empeña en no ser como debiera o como se la pretende. Las políticas regionales tendientes a organizar el mercado de empleo, y en particular las que vinculan la formación con el empleo, no han escapado a esta lógica. Es así como los problemas del empleo y del desempleo, junto con las cuestiones sucedáneas referidas a la precarización y a la informalidad, suelen dar vida a un sinnúmero de fórmulas que intentan su solución o al menos la atenuación del impacto social que acarrean. Estas fórmulas pueden revestir la forma de políticas de empleo para intentar impactar directamente sobre el mercado de trabajo y así achicar el porcentaje de PEA desocupada (oficinas regionales de empleo que intermedian entre la oferta y la demanda; promoción directa del empleo; etc.), o hacerlo de manera más indirecta a través de un rodeo por otros mecanismos para lograr impactos positivos similares, como pueden ser las acciones de las agencias estatales y privadas encaminadas a la mejora de los procesos de formación para “facilitar” el ingreso de jóvenes y adultos al mercado de trabajo formal, haciéndolos empleables. Entre las políticas de “facilitación” del ingreso exitoso al mercado de trabajo, o bien de la permanencia o reinserción (según los sujetos implicados), las políticas de capacitación y formación para el trabajo, de certificación de competencias y saberes o la orientación vocacional, constituyen fórmulas puestas en práctica cada vez que surgen o se agravan los problemas del empleo y el mercado de trabajo se desbarranca dejando tras de sí hogares sin ingresos y sujetos en la pobreza sobre quienes recaen las “cargas de la prueba” debiendo demostrar estar lo suficientemente capacitados para merecer un empleo. En esta ponencia presentamos una discusión con las “soluciones educativas” a los problemas del empleo. Para ello realizamos una crítica al credencialismo y a las perspectivas de las competencias laborales (y su certificación) que, sostenemos, lo que hacen es construir una ficción de los problemas para crear soluciones que lejos de resolver los problemas reales, los agudizan. Soluciones éstas fundadas en una lectura de la relación entre certificación y formación; entre éstas y los itinerarios y trayectorias laborales; en un análisis del funcionamiento de los mecanismos de selección y movilidad de la fuerza de trabajo que en lugar de favorecer la continuidad de las trayectorias y experiencias de los sujetos, refuerza los efectos inerciales de la precarización y profundizan la tendencia a la intercambiabilidad de la fuerza de trabajo.