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El proceso de reestructuración neoliberal dominó las transformaciones socio-económicas durante la década de los noventa en Latinoamérica y en algunos países como en Argentina su impacto fue profundo y desestructurador. Las políticas de ajuste implementadas de manera articulada desde 1991 fueron respaldadas por una ideología que buscó construir un discurso único y monolítico. El aumento la desocupación, el congelamiento de salarios, la flexibilización de los contratos laborales, la privatización de empresas públicas, la disminución o eliminación de cargas sociales, la firma de convenios colectivos de trabajo a la baja, la modificación de las normas laborales y el reforzamiento de la disciplina laboral durante los noventa coronó un proceso de acumulación de poder empresarial hilvanado durante más de 15 años. A pesar del contexto de hegemonía neoliberal de la década del noventa, la movilización obrera logró articular diferentes formas de resistencia y rearticulación de solidaridades tanto en los espacios productivos como por fuera de estos. Para poder dar cuenta de estos procesos de resistencia y reorganización de los colectivos obreros hemos tomado como caso paradigmático lo sucedido en Argentina ?en particular en un territorio empobrecido circundante a la Ciudad de Buenos Aires- focalizando el impacto y respuesta de los trabajadores asalariados y desocupados. Ambos sectores fueron altamente afectados por el embate de la reestructuración y sin embargo pudieron construir formas alternativas de recomposición de lazos sociales y dar una respuesta desde el mundo del trabajo a los desafíos que el neoliberalismo los colocaba. La experiencia de estas formas de organización son muestras de la vitalidad y la iniciativa de los sectores subalternos para desplegar respuestas innovadoras a los procesos de reestructuración social y económica de países periféricos. Esta ponencia busca analizar desde una perspectiva de largo plazo los efectos de las políticas de reestructuración sobre la composición de la fuerza de trabajo en un país latinoamericano y en particular, las respuestas colectivas desarrolladas por estos dos tipos de organizaciones (organizaciones sindicales y de desocupados), en una mirada que permita reflexionar sobre las formas de lucha que llevan adelante estos sectores y el modo en que se despliegan en territorios específicos. El período analizado es 1991-2010, identificando dos sub-fases 1991-2003 y 2004-2010. Las preguntas centrales están destinadas a develar ¿cuáles fueron los modos específicos de recomposición de los colectivos de trabajadores frente a la transformación de la relación capital-trabajo de las últimas dos décadas? y ¿en qué sentido la politización de las clases subalternas en el período de hegemonía neoliberal construyó disposiciones para la acción que se materializaron en conquistas sociales y económicas en el último período de análisis?