CEIL   02670
CENTRO DE ESTUDIOS E INVESTIGACIONES LABORALES
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Empresarios azucareros, Estado y cuestión social en el Tucumán de entreguerras. El federalismo como trinchera o la eterna inconstitucionalidad
Autor/es:
MARÍA ULLIVARRI; MARÍA LENIS
Lugar:
Tucumán
Reunión:
Jornada; I JORNADAS FEDERALISMO, DEMOCRACIA E INTEGRACIÓN LATINOAMERICANA; 2013
Resumen:
La disputa entre los gobiernos y las corporaciones no es una novedad. Históricamente han existido conflictos y es en ese sentido que el objetivo de este trabajo es precisamente dar cuenta de una de las formas que alcanzó un conflicto entre los empresarios azucareros y los gobiernos radicales en torno a la legislación social en la entreguerra, haciendo especial hincapié en las estrategias utilizadas por los industriales para atrincherarse frente al avance de derechos. El arribo de la Unión Cívica Radical al poder fue, en gran medida, una consecuencia de la puesta en marcha de una nueva legislación electoral que establecía el sufragio universal, secreto, obligatorio y masculino. Este proceso fue acompañado de un viraje en lo relativo al rol del Estado que favoreció un modo de articulación entre conflicto social y política caracterizado por la fragmentación de intereses que demandaban el arbitraje del Estado. Pero en el universo industrial, un Estado que aparecía mediando entre intereses, en conjunto con las posturas asumidas por Yrigoyen frente a la cuestión social y a la expansiva ola de huelgas (que tocó su punto álgido en 1919), fueron interpretadas en clave de "obrerismo" y "electoralismo". Posteriormente, el avance en materia de legislación laboral que quedó cristalizado en el proyecto del Código de Trabajo de 1921, agravó esa sensación de amenaza. Fue por ello que los propietarios de ingenio se mostraron sumamente intransigentes con las políticas que tuvieran como consecuencia deteriorar aún más su posición dominante, sobre todo aquellas vinculadas a las relaciones laborales. Frente a lo que consideraban la "demagogia radical" y a la par de una retórica que remarcaba la inviabilidad de las mejoras sociales impulsadas por el Estado, sobre todo por la elevación de los costos de producción, los empresarios azucareros buscaron una serie de trincheras desde donde defenderse del inexorable avance del Estado. En ese sentido supieron aprovechar las difusas fronteras existentes entre jurisdicciones provinciales y nacionales en lo relativo a la legislación social. Para ello construyeron un discurso que reivindicaba las competencias de los poderes locales o de las autoridades nacionales de acuerdo a la coyuntura. Estas grietas permitían disputar argumentos jurídicos y conseguir el respaldo del Poder Judicial para desmantelar lo que consideraban una embestida estatal contra la libertad de trabajo. De esta forma, a medida que el gobierno central avanzaba en la sanción de leyes sociales de alcance nacional, los industriales azucareros esgrimían la defensa de la autonomía provincial y del federalismo como una estrategia que buscaba neutralizar los intentos e iniciativas de los diferentes presidentes radicales de elaborar un corpus normativo que condensara una serie de derechos para la clase trabajadora. Por el contrario, cuando la los gobernadores radicales impulsaban medidas de protección y mejora, las facultades no delegadas del gobierno nacional en la materia eran defendidas con ahínco. La puesta en marcha de esta dinámica de defensa se hizo evidente en 1923, con motivo de las discusiones en torno a la ley de salario mínimo y en 1924 a propósito de la sanción de la ley de jubilaciones 11.289.