Cuando el trabajo y la universidad no son compatibles: ¿la realidad de los jóvenes más pobres?

BUSSO, MARIANA; PEREZ PABLO

Buenos Aires

Congreso; 11 Congreso Nacional de Estudios del Trabajo; 2013

ASET

La presente ponencia se propone ahondar en la comprensión de una relación muy discutida desde las ciencias sociales: educación y trabajo. En particular partiremos de un dato interesante de la realidad argentina: los jóvenes de sectores medios y altos que acceden a estudios universitarios, son más proclives a articular trabajo y estudio que aquellos de sectores bajos. La realidad de los estudiantes-trabajadores ha dado lugar a múltiples investigaciones académicas, sin embargo, poco conocemos de los estudiantes universitarios que, a pesar de provenir de hogares de escasos recursos económicos, no desarrollan actividades laborales. Los empleos a los que acceden, como así también el esfuerzo que significa emprender estudios universitarios en contextos familiares con poca o ninguna trayectoria en ese sentido, son algunos de los elementos a considerar. Por tal motivo dicha constatación nos insta a movilizar estrategias de investigación cuantitativas y cualitativas a fin de dar cuenta de distintos factores que confluyen en esa realidad: desde datos estructurales y sociodemográficos, a percepciones y motivaciones subjetivas de los jóvenes en relación al trabajo y el estudio. Para ello contamos con el procesamiento de datos longitudinales. Por un lado se analizan para el período estudiado (2006-2012) datos cuantitativos provenientes de la Encuesta Permanente de Hogares, ofreciendo información sobre la situación laboral de los jóvenes en Argentina según nivel socioeconómico (condición de actividad, tipo de contrato laboral, cantidad de horas que trabajan, ramas de actividad, etc.). Por otro lado, el estudio se complementa con el procesamiento de datos cualitativos de un panel longitudinal que consta de tres ondas de entrevistas en profundidad, en el que se siguieron a lo largo de 6 años a jóvenes que en 2006 finalizaron sus estudios secundarios o de formación profesional. El panel comenzó con un total de 84 entrevistas, finalizando en 2012 con el seguimiento de 50 jóvenes.