CEIL   02670
CENTRO DE ESTUDIOS E INVESTIGACIONES LABORALES
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
¿Por qué no contamos una historia (económica)? Hacia una comprensión del pasado en clave narrativa
Autor/es:
NICOLÁS DVOSKIN
Lugar:
Buenos Aires
Reunión:
Jornada; V Jornadas de Economía Crítica; 2012
Institución organizadora:
Escuelas de Economía Política
Resumen:
El presente trabajo surge como resultado de las discusiones y los diálogos compartidos en el taller titulado ?Historia económica y narrativismo?, coordinado por el autor en la I Escuela de Verano de Economía Crítica, en Calmayo, Córdoba, en febrero de 2012, y se propone analizar críticamente el estado actual de la disciplina ?historia económica?. El análisis crítico que aquí se realiza abarca tanto a la historia económica deudora de la economía ortodoxa como a aquella identificada con perspectivas heterodoxas. En este sentido, el presente trabajo puede pensarse como un ensayo teórico, con mayores pretensiones de abrir preguntas que de arribar a respuestas. Lo que se pretende mostrar es que tanto en unas como en otras líneas de la historia económica se tiende a privilegiar el rol de la explicación por sobre el de la descripción y, consecuentemente, se cae permanentemente en la utilización de criterios del presente para analizar situaciones del pasado. Estos criterios del presente pueden reconocerse desde varios ángulos, ya sea en la forma más burda, que es la ?economización? de la historia a través del sometimiento de datos del pasado a pruebas econométricas ?cuya principal expresión son las cliometrics de los años sesenta-, como en formas más matizadas, que refieren al intento de encuadre de determinado proceso histórico en meta-modelos económico-sociales. Así, lo que se pierde en prácticamente todos los casos es la posibilidad de acceder a las conexiones de sentido que, en cada momento y lugar, se entienden como socialmente posibles. Uno de los postulados de los que parte el presente trabajo es que otras ramas de la historia han avanzado hacia la resolución de este problema, generalmente a partir de la incorporación de elementos propios del lenguaje, algo que se puede encontrar frecuentemente en la historia cultural o la historia política. La historia económica, sin embargo, pareciera seguir presa de su pretensión de extender la jurisdicción de la economía pura hacia el pasado, sin preocuparse por la particularidad de la historia como disciplina, y de las notables diferencias que se verifican cuando uno mira el pasado en lugar de mirar el presente. Para lograr el objetivo de problematizar en clave de conexiones de sentido e interpretación a la historia económica, se busca introducir en ella la discusión planteada a principios de los años setenta por Hayden White: la cuestión de la narración, que pone el acento en el carácter eminentemente narrativo de todo texto histórico, donde se cuentan historias (stories) y donde los sucesos se inscriben en tramas (plots). Esta problemática se inscribe en un cuestionamiento más profundo a las raíces de las ciencias sociales modernas, encabezado por la figura de Michel Foucault, y también en la incorporación de la semiología y la hermenéutica al núcleo de las ciencias humanas, proceso donde se destaca Paul Ricoeur. El planteo propositivo del trabajo, entonces, refiere a la invitación a pensar también la historia económica desde las categorías de la narración, y así reivindicar el rol del historiador económico que no sólo es un recolector de datos y un contrastador de teorías, sino ante todo un escritor de la historia.