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Partiendo de la afirmación de Antonio Annino de que la política en el siglo XX tiene como principal categoría a la democracia como ideología, en este trabajo nos proponemos estudiar de qué modo las variaciones de este concepto se han ido relacionando con los debates y las reformas en materia previsional. Entendiendo que los sistemas previsionales se fueron desarrollando mundialmente como procesos de conquistas de derechos sociales, postulamos que sólo el devenir de la democracia como ideología hizo posible que se garantizaran tales derechos. Esto se debe, ante todo, y siguiendo nuevamente a Annino en la construcción de la oposición entre democracia y liberalismo- a la puesta en vigor de derechos de ciudadanía que no toman como sujeto portador al individuo aislado sino que manifiestan una garantía colectiva de los derechos, donde más precisamente son los derechos humanos los que en mayor medida manifiestan esta transformación. Entendemos aquí que los derechos humanos en tanto derechos de ciudadanía colectiva son indisociables de la preeminencia de la democracia como ideología. Sin embargo, resulta evidente que el devenir de la construcción de ciudadanía en estos términos no ha sido lineal, y una de las formas de comprender esta no-linealidad es a partir de estudiar el desarrollo de los sistemas de previsión social como formas mediante las cuales los distintos derechos son garantizados. De este modo, nos proponemos construir una genealogía teórica de los distintos mecanismos previsionales, y rápidamente encontramos que a las primeras expresiones de derechos sociales como conquistas puntuales en donde el sujeto portador posee un carácter intermedio (grupo o gremio) le siguen no sólo la generalización de estas conquistas sino, principalmente, la entrada en vigor de los derechos sociales como indisociables de una lógica de derechos humanos. Partimos de la idea de que esta garantía de derechos funcionó como parte fundamental del sistema de bienestar de la Europa del tercer cuarto del siglo XX, y en parte de la América Latina del mismo período. Básicamente, los dos mecanismos principales del sistema previsional de entonces (jubilaciones y seguros de desempleo) funcionaron como garantía de consumo del trabajador y su familia, pilar indispensable en un sistema basado en el mercado interno. La no-linealidad puede ser vista con el devenir del neoliberalismo y la crisis de los Estados de Bienestar, donde, siguiendo a Amanda Babcock, la relación de los individuos con el Estado no es de derechos sino de contrato, y entonces surgen sistemas previsionales alternativos, básicamente regidos por la lógica de la capitalización individual. La idea de democracia en esta transformación también tiende a modificarse, puesto que los derechos se vuelven optativos. La crisis del neoliberalismo ha planteado el surgimiento de diferentes alternativas, algunas implementadas y otras no, que vuelven a plantear interrogantes acerca del tipo de democracia que se está considerando. De este modo, el propósito de este trabajo es aportar a la comprensión de la dimensión democrática de los sistemas previsionales, tanto en clave histórica como en función de los debates que se están dando en la actualidad.