CECOAL   02625
CENTRO DE ECOLOGIA APLICADA DEL LITORAL
Unidad Ejecutora - UE
capítulos de libros
Título:
Bañado La Estrella
Autor/es:
ORFEO, OSCAR
Libro:
Diccionario histórico de las ciencias de la Tierra en la Argentina
Editorial:
Protohistoria Ediciones
Referencias:
Lugar: Rosario; Año: 2016; p. 75 - 77
Resumen:
BAÑADO LA ESTRELLA (Provincia de Formosa)Oscar Orfeo (*)(*) CECOAL ? CONICET ? UNNE. E-mail: oscar_orfeo@hotmail.comEl Gran Chaco Sudamericano constituye una amplia llanura ubicada en la región tropical de Sudamérica con unos 840.000 km2 de superficie distribuidos entre Argentina, Bolivia y Paraguay. Se caracteriza por la presencia de bosques, sabanas y grandes pantanos. Los ríos son escasos y con perfiles longitudinales muy suaves, generando con frecuencia extensas inundaciones con varios meses de duración durante los años húmedos. Como rasgo distintivo presenta grandes abanicos aluviales, que conforman sistemas complejos formados por unidades sedimentarias y morfológicas de distintas edades y contextos climáticos.Dentro de la región chaqueña, el Bañado La Estrella es un humedal de la provincia de Formosa, ubicado en su zona central cerca del límite con Paraguay, al norte de la Ruta nacional 81. Su eje mayor se desarrolla en sentido noroeste-sureste. Las localidades formoseñas de Ingeniero Juárez y Las Lomitas son sitios geográficos cercanos que brindan una idea aproximada de su extensión, la cual conforma una faja del orden de los 15 km de ancho y 180 km de longitud (Baumann y Cavallaro, 2008).Su origen se relaciona con la historia evolutiva del río Pilcomayo, el cual tiene sus nacientes al norte de la ciudad de Potosí en la Cordillera Oriental boliviana. Dicha región es la que aporta la mayor cantidad de sedimentos a este sistema fluvial (Orfeo e Iriondo, 2012), que se caracteriza por el gran volumen de materiales movilizados desde las áreas montañosas a la llanura argentina.La disponibilidad de sedimentos en la cuenca del Pilcomayo está vinculada a la presencia de depósitos antiguos, inconsolidados, de grano fino, generados a partir del Mioceno durante el levantamiento de los Andes. A fines del Pleistoceno y hasta inicios del Holoceno tales depósitos fueron desplazados por las redes fluviales desde la porción andina de la cuenca hacia la provincia geológica denominada Llanura Chaco Pampeana (Baumann y Cavallaro, 2008).Hasta llegar a la triple frontera entre Bolivia, Paraguay y Argentina, es posible observar al Pilcomayo como un río típicamente meandroso, es decir, con un canal de escurrimiento único y de elevada sinuosidad debido a la presencia de innumerables curvas en su recorrido. A medida que disminuye la pendiente, desarrolla una planicie aluvial separada del cauce por albardones (cordones sedimentarios sobreelevados con respecto al canal fluvial, cubiertos por bosques en galería). El avance del río hacia la zona más plana de la cuenca originó un escurrimiento lento caracterizado por múltiples canales con distinta actividad hídrica y sedimentológica, separados por islas bajas pobremente definidas.El principal modo de transporte de sedimentos es en suspensión, registrándose habitualmente concentraciones que superan los 20 gramos por litro de agua y aún mayores. Tales sedimentos están compuestos por limos finos, al igual que los materiales que se desplazan sobre el lecho (Orfeo e Iriondo, 2013).Para explicar el cambio en el diseño de escurrimiento del Pilcomayo desde monocanalizado a multicanalizado, cabe señalar que la zona donde una corriente fluvial deja atrás un área elevada para ingresar a una planicie, origina una pérdida de la capacidad de carga del río y el abandono masivo de los sedimentos que transporta. Ello desencadena la formación de lo que se conoce como abanico aluvial, el cual tiene su ápice en el extremo más elevado de esta unidad geomorfológica, típica de las áreas con pendiente transicional.Mediante dicho proceso de captación y pérdida de materiales sedimentarios, que son posteriormente removilizados en forma periódica con las sucesivas inundaciones estacionales, el río Pilcomayo construyó uno de los pocos abanicos aluviales activos de gran tamaño del continente sudamericano. Tiene una superficie cercana a los 210.000 km2 (Iriondo, 2010) y en su evolución se reconocen básicamente dos mecanismos contrastados: el desarrollo de fajas fluviales estables durante los períodos húmedos como el actual y la sedimentación generalizada mediante una sucesión de cauces efímeros en los períodos climáticos secos.Por tal motivo, el Pilcomayo tiene una elevada capacidad morfogenética ya que los sedimentos capturados en la cuenca superior durante la creciente, son depositados en las zonas deprimidas al finalizar el período de aguas altas, obstruyendo de tal modo su propio cauce. Ello impide que al inicio de la siguiente inundación el río pueda ocupar los mismos canales, generando derrames laterales en búsqueda de vías alternativas de drenaje. Dicho proceso explica la marcada movilidad lateral que lo distingue y que se evidencia en la profusión de cauces abandonados (paleocanales o ?ríos muertos?) característicos de esta región, en el marco de una extensa planicie con escasas irregularidades topográficas.Dicho proceso fue acentuado por el emplazamiento de diques naturales en las zonas de menor velocidad, construidos por una matriz de troncos y ramas acarreados por la corriente, cuyos espacios intersticiales fueron rellenados por barro compuesto de sedimentos finos. Con el tiempo dicha materia orgánica termina siendo totalmente sepultada y descompuesta, ocasionando el consecuente colapso del material que la cubre. Esto originó innumerables depresiones circulares reconocidas con el nombre de ?hoyales? (Cordini, 1947) lo cual diseñó una fisonomía típica de este paisaje singular.El constante relleno de las áreas bajas de la cuenca inferior del Pilcomayo impidió que el río siguiera su curso original hacia el río Paraguay, dando lugar a un progresivo retroceso de su cauce activo. Durante los últimos siglos, el río Pilcomayo desembocó en una cubeta de origen tectónico de unos 15.000 km2 de superficie, formando el ?Estero Patiño?, donde depositó una importante cantidad de sedimento en un ambiente palustre. En las décadas finales del Siglo XX el Estero Patiño completó su relleno desencadenando una regresión hacia aguas arriba en sucesivas crecientes, a razón de 10 a 35 km por año (Baumann y Cavallaro, 2008; Iriondo, 2010). La colmatación de dicha cubeta motivó un nuevo cambio de ubicación de los canales fluviales del Pilcomayo y el desagüe de los excedentes hídricos hacia otra zona deprimida del paisaje, dando inicio a un nuevo humedal que en la actualidad lleva el nombre de Bañado La Estrella. Cabe mencionar además las implicancias geopolíticas asociadas al constante movimiento de un río que conforma el límite natural entre Argentina y Paraguay, como también la problemática provisión de agua para todo uso para las poblaciones locales.BibliografíaBaumann, Valérie y Cavallaro, Sandra; 2008. Bañados del río Pilcomayo: el humedal formoseño. En: Sitios de interés geológico de la República Argentina. (Ed. CSIGA, 446 pág.), Instituto de Geología y Recursos Minerales, Servicio Geológico Minero Argentino, ISSN 0328-2325, Buenos Aires, Anales 46, I, 367-375.Cordini, Rafael; 1947. Los ríos Pilcomayo en la región del Patiño. Dirección de Minas y Geología. Anales, 1-43.Orfeo, Oscar e Iriondo, Martín; 2012. Sedimentología de los ríos Pilcomayo y Bermejo (Argentina). Reunión Argentina de Sedimentología, Resúmenes, 157-158.Orfeo, Oscar e Iriondo, Marrtín; 2013. Transported sediment in the last stretch of the Pilcomayo River: features and trends. International Conference on Fluvial Sedimentology, Leeds, UK, Abtracts: 384. Iriondo, Martín; 2010. Geología del Cuaternario en Argentina. Museo Provincial de Ciencias Naturales Florentino Ameguino, Santa Fe, 437 p.