IDECU   25222
INSTITUTO DE LAS CULTURAS
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Desuso de la llama como fuente alimentaria en la región de Fiambalá, Provincia de Catamarca, Argentina
Autor/es:
JUAN PABLO MIYANO; NORMA RATTO; IRENE LANTOS
Lugar:
LA PLATA (VIRTUAL)
Reunión:
Encuentro; Encuentros 2020. Memorias, Saberes e Identidades; 2020
Institución organizadora:
Universidad Nacional de La Plata
Resumen:
En este trabajo discutiremos la caída en desuso de la llama (Lama glama L.) como recurso alimentario en la región de Fiambalá, Catamarca, Argentina. Buscaremos las causas aparentes y subyacentes de este fenómeno, y argumentaremos la importancia de conocer los motivos de la resistencia a este producto milenario al momento de diseñar proyectos de investigación y vinculación tecnológica para la puesta en valor del patrimonio alimentario.La importancia del uso de camélidos para consumo y fibra está registrada en la región a lo largo de dos milenios. Sin embargo, la cría de llamas va en tendencia decreciente desde mediados del siglo XX, posiblemente asociada al mercado capitalista y exigencias sanitarias. Al respecto, durante la recopilación de la historia oral alimentaria de los pobladores del valle, observamos reacciones de rechazo, de risa o vergüenza al proponer a la llama como recurso nutricional. En contraste, las familias que tienen puestos en los cerros, dedicadas a la actividad pastoril, nos reportaron que ellos la consumen a nivel familiar, pero ya no logran vender la carne, aunque sí la fibra. Al indagar en las causas de este "tabú" alimentario logramos que algunos pobladores adujeran que no consumen llama porque transmite la sífilis. Esto nos lleva a investigar sobre las prácticas zoofílicas, de larga data en los Andes y en la historia local, tal como está representado en la documentación histórica prehispánica y el arte rupestre. Nuestra hipótesis es que las prácticas zoofílicas continuaron en el tiempo y ante un brote de sífilis por transmisión humana, posiblemente ocurrido en las décadas de 1960 y 1970, se le imputó a la llama ser la causante de la enfermedad.