IANIGLA   20881
INSTITUTO ARGENTINO DE NIVOLOGIA, GLACIOLOGIA Y CIENCIAS AMBIENTALES
Unidad Ejecutora - UE
libros
Título:
Libro Mendoza tiembla: la actividad sísmica y cómo prepararse para enfrentarla.
Autor/es:
MESCUA, J.; MOREIRAS, S.M.; SPAGNOTTO,S; NACIF, S.
Editorial:
Universidad de Cuyo
Referencias:
Año: 2014 p. 45
ISSN:
0-8436-1072-7
Resumen:
Por debajo del océano Pacífico se encuentra la placa de Nazca, que como corresponde a su ubicación, se compone de corteza oceánica, densa y de pocos kilómetros de espesor. La placa de Nazca se mueve lentamente (unos pocos centímetros por cada millón de años) hacia el este. La placa Sudamericana, sobre cuya parte continental se encuentra Mendoza, se desplaza lentamente hacia el oeste. La placa oceánica más densa se hunde ? o como decimos los geólogos, con nuestro gusto por las palabras raras: se subduce ? por debajo de la continental, dando lugar al predominio de un régimen de esfuerzos compresivo que, actuando a lo largo de millones de años, formó la cordillera de los Andes mediante el movimiento de fallas inversas en la placa Sudamericana. Si estudiamos en detalle las características de la actividad sísmica a lo largo de la zona de subducción, podremos definir dominios en los cuales las fallas que se mueven tienen diferentes orígenes (Lleyton et al., 2010). Por un lado, se observa una región de actividad sísmica en la placa oceánica por debajo del océano Pacífica, debida a la flexión de la placa de Nazca al comenzar a hundirse por debajo de la Sudamericana. En ese sector, la placa de Nazca está estirándose, de modo que las fallas que se producen allí son normales. Un segundo sector corresponde al contacto entre las placas hasta una profundidad de alrededor de 60 km, sismicidad denominada de ?interplacas?. La zona de contacto entre placas actúa como una ?megafalla? de gran tamaño, por lo que esta sismicidad es la más peligrosa, y la poca profundidad del contacto entre placas por debajo de Chile hace que este país sufra los efectos destructivos con gran intensidad. En tercer lugar, existe una zona de sismicidad dentro de la placa de Nazca a grandes profundidades, que no es muy peligrosa justamente por su profundidad que hace que las ondas sísmicas lleguen muy atenuadas a la superficie.