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Este trabajo examina la evolución de las finanzas de la provincia de Corrientes desde 1862 hasta fines del siglo XIX. Como antecedente de esta etapa se estudia brevemente las finanzas de la provincia durante la Confederación (1852-1861). Luego se sintetiza la evolución general de los ingresos y gastos y el proceso de construcción del nuevo sistema impositivo. En las décadas de 1850 y 1860 la organización fiscal basada en la renta aduanera fue reemplazada por otra fundada en cuatro fuentes principales: la venta de tierras fiscales, la Contribución Directa, las Guías de Hacienda y Frutos y las Patentes. Otra novedad fue la incorporación del crédito como mecanismo de financiamiento regular. De estos recursos la venta de tierras constituyó durante más de tres décadas la que aportaba los mayores ingresos. Los otros impuestos dependían de un aparato de percepción eficiente que sólo se fue organizando en forma paulatina. En este aspecto, los conflictos políticos tuvieron un impacto negativo porque retrasaron las reformas administrativas y desviaron recursos. En cuanto a la inversión de los fondos, en esta etapa prevaleció el principio de mantener el equilibrio entre los ingresos y los gastos. Esta prudencia estaba en gran medida determinada por las dificultades para acceder al crédito para financiar el déficit. Recién en 1888 el grupo dirigente se embarcó en un proyecto más audaz con la contratación de un empréstito externo y la creación del Banco de la provincia. El intento resultó demasiado ambicioso para las posibilidades financieras de la provincia. Si bien el gobierno nacional se hizo cargo de la deuda, la crisis económica y las restricciones para acceder al crédito determinaron una vuelta a la austeridad administrativa en la década de 1890. Para ese momento la venta de tierras fiscales ya había desaparecido como fuente de recursos pero el crecimiento de los otros impuestos que gravaban las propiedades y las actividades económicas compensaron esta pérdida