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Philodryas baroni es una serpiente opistoglifa, estrictamente arborícola y de hábitos diurnos. Su distribución geográfica se restringe principalmente a la región del Gran Chaco Americano, abarcando regiones de Argentina, Bolivia, Paraguay y una pequeña porción de Brasil. El envenenamiento humano por esta especie, aunque raro y todavía no reportado de ser letal, está caracterizado por signos y síntomas locales que se asemejan a los inducidos por la mordedura de serpientes del género Bothrops (yararás). P. baroni, además de caracterizarse por presentar una fisonomía particular y llamativa, exhibe un comportamiento no tan agresivo como el de otras especies de Philodryas; es por eso que el uso de esta especie como mascota exótica viene creciendo en los últimos años. Sin embargo, existe poca información sobre la composición y las actividades biológicas del veneno de esta serpiente; más aún, la población en general desconoce completamente su grado de peligrosidad para el hombre y los animales. Así, en este trabajo se investigó la acción del veneno sobre el músculo gastrocnemio de ratón (animal de experimentación). Para ello, se inocularon i.m. ratones de 18-20 g con 100 μL de solución conteniendo 40 μg de veneno en tampón Tris-HCl 50 mM (pH = 7,4). Después de determinados intervalos de tiempo, se extrajo sangre para la determinación de creatina kinasa (CK) en suero, y posteriormente los ratones fueron sacrificados para obtener el músculo grastrocnemio que fuera inoculado. Las muestras de músculo fueron fijadas en solución de Bouin, procesadas con la técnica clásica de histopatología, y teñidas con Hematoxilina-Eosina. Ya a nivel macroscópico se pudo evidenciar que el veneno de P. baroni induce lesión en el músculo esquelético inoculado. Ésta acción tóxica se acompaña de elevación en los niveles de CK sérica, alcanzando un valor pico 9 hs después de la inyección. El análisis microscópico del tejido estudiado permitió evidenciar hemorragia interfibrilar moderada ya a partir de la primera hora de la inoculación. El edema y el infiltrado inflamatorio, este último compuesto principalmente por leucocitos neutrófilos, fueron poco evidentes a la primera hora y alcanzaron su máxima expresión a las 9 hs. La necrosis de fibras musculares comenzó a evidenciarse a partir de las 6 hs. Así, se demuestra que el veneno de P. baroni induce una acción miotóxica local. Por lo tanto, este estudio contribuye al entendimiento de la fisiopatología causada por esta especie de serpiente, frecuente de ser mantenida como mascota en los hogares.

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