INVESTIGADORES
LUQUET carlos Marcelo
congresos y reuniones científicas
Título:
ANÁLISIS DE CIANOBACTERIAS Y MICROCISTINAS EN EL RÍO QUILQUIHUE, PROVINCIA DEL NEUQUÉN, ARGENTINA
Autor/es:
POSE, M.; GRANATA , F.; POSE, M.; LUQUET C.
Lugar:
Montevideo, Uruguay
Reunión:
Jornada; Cianobacterias del conocimiento a la gestión I Encuentro Uruguayo; 2009
Institución organizadora:
Facultad de Ciencias, Universidad de la República. Laboratorio Tecnológico del Uruguay (LATU)
Resumen:
El río Quilquihue, de origen glaciario, nace en el lago Lolog, su vertiente es Atlántica y abastece de agua potable al 93% de la población de San Martín de los Andes. Nuestro objetivo es detectar posibles incrementos poblacionales de cianobacterias y su potencial toxicidad en agua y en glándula digestiva de moluscos bivalvos. Durante los meses de marzo, abril y mayo de 2009 se colectaron muestras subsuperficiales en cuatro puntos de muestreo, sobre el río Quilquihue, desde la naciente hasta la Planta Potabilizadora de Agua de San Martín de los Andes, a saber: E1 en la naciente del río, E3 ubicada en el murallón que desvía el agua hacia el canal derivador, E5 en la toma de agua de la Cooperativa de Agua Potable y E6 a la salida de los filtros rápidos de la Planta Potabilizadora de Agua. En las estaciones E1, E3 y E5 se colocaron jaulas con 30 individuos cada una del molusco bivalvo nativo Diplodon chilensis chilensis, a fin de evaluar posibles biomarcadores de toxicidad. Cada mes se retiraron 5 organismos por jaula para determinar distintas variables bioquímicas, en relación con la presencia de toxinas. Se midieron parámetros ambientales (temperatura, turbidez y pH), se determinaron nutrientes (nitrato, fósforo total, hierro ferroso), clorofila a, fitoplancton cualitativo y Microcistinas en agua, por inhibición de protein fosfatasa 1 (PP1). En los bivalvos se midió la actividad de PP1 endógena en homogenatos de glándula digestiva. De los parámetros ambientales medidos se obtuvieron los siguientes resultados: la temperatura osciló entre 18,1ºC y 9,4ºC, la turbidez promedio fue de 0,40 NTU, el intervalo de pH registrado fue de 6,3-7,5, el valor de los nutrientes fue en promedio de 0.9 mg/l de nitrato, 0.14 mg/l de fósforo total y alrededor de 0,03 mg/l de hierro ferroso. La concentración de clorofila a presentó valores cercanos a 1 μg/l. Entre los géneros de Cianobacterias dominantes se pueden citar Anabaena sp., Oscillatoria sp., Nostoc sp., Tolypothrix sp. Aphanotece sp. y Cylindrospermum sp. Los principales reguladores de su crecimiento fueron la temperatura y el nivel de las aguas, observándose un mayor desarrollo algal entre fines de marzo y abril, cuando las condiciones climáticas e hidrológicas resultaron más estables. En mayo se registró una crecida que elevó el nivel del río a 1,5 metros por encima de su valor normal, generando la desaparición de espuma presente en algunas estaciones de muestreo durante el verano y provocando un descenso de la biodiversidad algal. Con respecto a la presencia de Microcistinas en agua se obtuvieron concentraciones máximas en E3 y E5 durante el mes de marzo con valores de alrededor de 3 μg/l (calculado como equivalente a μg/l de microcistina LR), mientras que los mínimos valores correspondieron al mes de mayo (0,1 μg/l). En cuanto a los moluscos, resultaron ser sensibles a los cambios ambientales y a la presencia de Microcistinas. La actividad de PP1 endógena de glándula digestiva registrada fue máxima durante el mes de marzo en E1 y mínima durante mayo en la misma estación de muestreo. A partir de un análisis de la varianza entre estaciones y fechas de muestreo se observaron diferencias significativas entre E1 de marzo y mayo versus E3 y E5 de los mismos meses. Se puede concluir que: - Las condiciones hidrológicas y la temperatura regulan la aparición de Cianobacterias. - La presencia de Microcistinas en agua guarda relación con la aparición de algunos géneros potencialmente tóxicos de Cianobacterias. - La PP1 de D. chilensis resultó ser un buen biomarcador de la presencia de toxinas respondiendo a las fluctuaciones ambientales y algales antes mencionadas. Con respecto a la presencia de Microcistinas en agua se obtuvieron concentraciones máximas en E3 y E5 durante el mes de marzo con valores de alrededor de 3 μg/l (calculado como equivalente a μg/l de microcistina LR), mientras que los mínimos valores correspondieron al mes de mayo (0,1 μg/l). En cuanto a los moluscos, resultaron ser sensibles a los cambios ambientales y a la presencia de Microcistinas. La actividad de PP1 endógena de glándula digestiva registrada fue máxima durante el mes de marzo en E1 y mínima durante mayo en la misma estación de muestreo. A partir de un análisis de la varianza entre estaciones y fechas de muestreo se observaron diferencias significativas entre E1 de marzo y mayo versus E3 y E5 de los mismos meses. Se puede concluir que: - Las condiciones hidrológicas y la temperatura regulan la aparición de Cianobacterias. - La presencia de Microcistinas en agua guarda relación con la aparición de algunos géneros potencialmente tóxicos de Cianobacterias. - La PP1 de D. chilensis resultó ser un buen biomarcador de la presencia de toxinas respondiendo a las fluctuaciones ambientales y algales antes mencionadas. Con respecto a la presencia de Microcistinas en agua se obtuvieron concentraciones máximas en E3 y E5 durante el mes de marzo con valores de alrededor de 3 μg/l (calculado como equivalente a μg/l de microcistina LR), mientras que los mínimos valores correspondieron al mes de mayo (0,1 μg/l). En cuanto a los moluscos, resultaron ser sensibles a los cambios ambientales y a la presencia de Microcistinas. La actividad de PP1 endógena de glándula digestiva registrada fue máxima durante el mes de marzo en E1 y mínima durante mayo en la misma estación de muestreo. A partir de un análisis de la varianza entre estaciones y fechas de muestreo se observaron diferencias significativas entre E1 de marzo y mayo versus E3 y E5 de los mismos meses. Se puede concluir que: - Las condiciones hidrológicas y la temperatura regulan la aparición de Cianobacterias. - La presencia de Microcistinas en agua guarda relación con la aparición de algunos géneros potencialmente tóxicos de Cianobacterias. - La PP1 de D. chilensis resultó ser un buen biomarcador de la presencia de toxinas respondiendo a las fluctuaciones ambientales y algales antes mencionadas. Con respecto a la presencia de Microcistinas en agua se obtuvieron concentraciones máximas en E3 y E5 durante el mes de marzo con valores de alrededor de 3 μg/l (calculado como equivalente a μg/l de microcistina LR), mientras que los mínimos valores correspondieron al mes de mayo (0,1 μg/l). En cuanto a los moluscos, resultaron ser sensibles a los cambios ambientales y a la presencia de Microcistinas. La actividad de PP1 endógena de glándula digestiva registrada fue máxima durante el mes de marzo en E1 y mínima durante mayo en la misma estación de muestreo. A partir de un análisis de la varianza entre estaciones y fechas de muestreo se observaron diferencias significativas entre E1 de marzo y mayo versus E3 y E5 de los mismos meses. Se puede concluir que: - Las condiciones hidrológicas y la temperatura regulan la aparición de Cianobacterias. - La presencia de Microcistinas en agua guarda relación con la aparición de algunos géneros potencialmente tóxicos de Cianobacterias. - La PP1 de D. chilensis resultó ser un buen biomarcador de la presencia de toxinas respondiendo a las fluctuaciones ambientales y algales antes mencionadas. Se midieron parámetros ambientales (temperatura, turbidez y pH), se determinaron nutrientes (nitrato, fósforo total, hierro ferroso), clorofila a, fitoplancton cualitativo y Microcistinas en agua, por inhibición de protein fosfatasa 1 (PP1). En los bivalvos se midió la actividad de PP1 endógena en homogenatos de glándula digestiva. De los parámetros ambientales medidos se obtuvieron los siguientes resultados: la temperatura osciló entre 18,1ºC y 9,4ºC, la turbidez promedio fue de 0,40 NTU, el intervalo de pH registrado fue de 6,3-7,5, el valor de los nutrientes fue en promedio de 0.9 mg/l de nitrato, 0.14 mg/l de fósforo total y alrededor de 0,03 mg/l de hierro ferroso. La concentración de clorofila a presentó valores cercanos a 1 μg/l. Entre los géneros de Cianobacterias dominantes se pueden citar Anabaena sp., Oscillatoria sp., Nostoc sp., Tolypothrix sp. Aphanotece sp. y Cylindrospermum sp. Los principales reguladores de su crecimiento fueron la temperatura y el nivel de las aguas, observándose un mayor desarrollo algal entre fines de marzo y abril, cuando las condiciones climáticas e hidrológicas resultaron más estables. En mayo se registró una crecida que elevó el nivel del río a 1,5 metros por encima de su valor normal, generando la desaparición de espuma presente en algunas estaciones de muestreo durante el verano y provocando un descenso de la biodiversidad algal. Con respecto a la presencia de Microcistinas en agua se obtuvieron concentraciones máximas en E3 y E5 durante el mes de marzo con valores de alrededor de 3 μg/l (calculado como equivalente a μg/l de microcistina LR), mientras que los mínimos valores correspondieron al mes de mayo (0,1 μg/l). En cuanto a los moluscos, resultaron ser sensibles a los cambios ambientales y a la presencia de Microcistinas. La actividad de PP1 endógena de glándula digestiva registrada fue máxima durante el mes de marzo en E1 y mínima durante mayo en la misma estación de muestreo. A partir de un análisis de la varianza entre estaciones y fechas de muestreo se observaron diferencias significativas entre E1 de marzo y mayo versus E3 y E5 de los mismos meses. Se puede concluir que: - Las condiciones hidrológicas y la temperatura regulan la aparición de Cianobacterias. - La presencia de Microcistinas en agua guarda relación con la aparición de algunos géneros potencialmente tóxicos de Cianobacterias. - La PP1 de D. chilensis resultó ser un buen biomarcador de la presencia de toxinas respondiendo a las fluctuaciones ambientales y algales antes mencionadas. Con respecto a la presencia de Microcistinas en agua se obtuvieron concentraciones máximas en E3 y E5 durante el mes de marzo con valores de alrededor de 3 μg/l (calculado como equivalente a μg/l de microcistina LR), mientras que los mínimos valores correspondieron al mes de mayo (0,1 μg/l). En cuanto a los moluscos, resultaron ser sensibles a los cambios ambientales y a la presencia de Microcistinas. La actividad de PP1 endógena de glándula digestiva registrada fue máxima durante el mes de marzo en E1 y mínima durante mayo en la misma estación de muestreo. A partir de un análisis de la varianza entre estaciones y fechas de muestreo se observaron diferencias significativas entre E1 de marzo y mayo versus E3 y E5 de los mismos meses. Se puede concluir que: - Las condiciones hidrológicas y la temperatura regulan la aparición de Cianobacterias. - La presencia de Microcistinas en agua guarda relación con la aparición de algunos géneros potencialmente tóxicos de Cianobacterias. - La PP1 de D. chilensis resultó ser un buen biomarcador de la presencia de toxinas respondiendo a las fluctuaciones ambientales y algales antes mencionadas. Con respecto a la presencia de Microcistinas en agua se obtuvieron concentraciones máximas en E3 y E5 durante el mes de marzo con valores de alrededor de 3 μg/l (calculado como equivalente a μg/l de microcistina LR), mientras que los mínimos valores correspondieron al mes de mayo (0,1 μg/l). En cuanto a los moluscos, resultaron ser sensibles a los cambios ambientales y a la presencia de Microcistinas. La actividad de PP1 endógena de glándula digestiva registrada fue máxima durante el mes de marzo en E1 y mínima durante mayo en la misma estación de muestreo. A partir de un análisis de la varianza entre estaciones y fechas de muestreo se observaron diferencias significativas entre E1 de marzo y mayo versus E3 y E5 de los mismos meses. Se puede concluir que: - Las condiciones hidrológicas y la temperatura regulan la aparición de Cianobacterias. - La presencia de Microcistinas en agua guarda relación con la aparición de algunos géneros potencialmente tóxicos de Cianobacterias. - La PP1 de D. chilensis resultó ser un buen biomarcador de la presencia de toxinas respondiendo a las fluctuaciones ambientales y algales antes mencionadas. Con respecto a la presencia de Microcistinas en agua se obtuvieron concentraciones máximas en E3 y E5 durante el mes de marzo con valores de alrededor de 3 μg/l (calculado como equivalente a μg/l de microcistina LR), mientras que los mínimos valores correspondieron al mes de mayo (0,1 μg/l). En cuanto a los moluscos, resultaron ser sensibles a los cambios ambientales y a la presencia de Microcistinas. La actividad de PP1 endógena de glándula digestiva registrada fue máxima durante el mes de marzo en E1 y mínima durante mayo en la misma estación de muestreo. A partir de un análisis de la varianza entre estaciones y fechas de muestreo se observaron diferencias significativas entre E1 de marzo y mayo versus E3 y E5 de los mismos meses. Se puede concluir que: - Las condiciones hidrológicas y la temperatura regulan la aparición de Cianobacterias. - La presencia de Microcistinas en agua guarda relación con la aparición de algunos géneros potencialmente tóxicos de Cianobacterias. - La PP1 de D. chilensis resultó ser un buen biomarcador de la presencia de toxinas respondiendo a las fluctuaciones ambientales y algales antes mencionadas. Se midieron parámetros ambientales (temperatura, turbidez y pH), se determinaron nutrientes (nitrato, fósforo total, hierro ferroso), clorofila a, fitoplancton cualitativo y Microcistinas en agua, por inhibición de protein fosfatasa 1 (PP1). En los bivalvos se midió la actividad de PP1 endógena en homogenatos de glándula digestiva. De los parámetros ambientales medidos se obtuvieron los siguientes resultados: la temperatura osciló entre 18,1ºC y 9,4ºC, la turbidez promedio fue de 0,40 NTU, el intervalo de pH registrado fue de 6,3-7,5, el valor de los nutrientes fue en promedio de 0.9 mg/l de nitrato, 0.14 mg/l de fósforo total y alrededor de 0,03 mg/l de hierro ferroso. La concentración de clorofila a presentó valores cercanos a 1 μg/l. Entre los géneros de Cianobacterias dominantes se pueden citar Anabaena sp., Oscillatoria sp., Nostoc sp., Tolypothrix sp. Aphanotece sp. y Cylindrospermum sp. Los principales reguladores de su crecimiento fueron la temperatura y el nivel de las aguas, observándose un mayor desarrollo algal entre fines de marzo y abril, cuando las condiciones climáticas e hidrológicas resultaron más estables. En mayo se registró una crecida que elevó el nivel del río a 1,5 metros por encima de su valor normal, generando la desaparición de espuma presente en algunas estaciones de muestreo durante el verano y provocando un descenso de la biodiversidad algal. Con respecto a la presencia de Microcistinas en agua se obtuvieron concentraciones máximas en E3 y E5 durante el mes de marzo con valores de alrededor de 3 μg/l (calculado como equivalente a μg/l de microcistina LR), mientras que los mínimos valores correspondieron al mes de mayo (0,1 μg/l). En cuanto a los moluscos, resultaron ser sensibles a los cambios ambientales y a la presencia de Microcistinas. La actividad de PP1 endógena de glándula digestiva registrada fue máxima durante el mes de marzo en E1 y mínima durante mayo en la misma estación de muestreo. A partir de un análisis de la varianza entre estaciones y fechas de muestreo se observaron diferencias significativas entre E1 de marzo y mayo versus E3 y E5 de los mismos meses. Se puede concluir que: - Las condiciones hidrológicas y la temperatura regulan la aparición de Cianobacterias. - La presencia de Microcistinas en agua guarda relación con la aparición de algunos géneros potencialmente tóxicos de Cianobacterias. - La PP1 de D. chilensis resultó ser un buen biomarcador de la presencia de toxinas respondiendo a las fluctuaciones ambientales y algales antes mencionadas. Con respecto a la presencia de Microcistinas en agua se obtuvieron concentraciones máximas en E3 y E5 durante el mes de marzo con valores de alrededor de 3 μg/l (calculado como equivalente a μg/l de microcistina LR), mientras que los mínimos valores correspondieron al mes de mayo (0,1 μg/l). En cuanto a los moluscos, resultaron ser sensibles a los cambios ambientales y a la presencia de Microcistinas. La actividad de PP1 endógena de glándula digestiva registrada fue máxima durante el mes de marzo en E1 y mínima durante mayo en la misma estación de muestreo. A partir de un análisis de la varianza entre estaciones y fechas de muestreo se observaron diferencias significativas entre E1 de marzo y mayo versus E3 y E5 de los mismos meses. Se puede concluir que: - Las condiciones hidrológicas y la temperatura regulan la aparición de Cianobacterias. - La presencia de Microcistinas en agua guarda relación con la aparición de algunos géneros potencialmente tóxicos de Cianobacterias. - La PP1 de D. chilensis resultó ser un buen biomarcador de la presencia de toxinas respondiendo a las fluctuaciones ambientales y algales antes mencionadas. Con respecto a la presencia de Microcistinas en agua se obtuvieron concentraciones máximas en E3 y E5 durante el mes de marzo con valores de alrededor de 3 μg/l (calculado como equivalente a μg/l de microcistina LR), mientras que los mínimos valores correspondieron al mes de mayo (0,1 μg/l). En cuanto a los moluscos, resultaron ser sensibles a los cambios ambientales y a la presencia de Microcistinas. La actividad de PP1 endógena de glándula digestiva registrada fue máxima durante el mes de marzo en E1 y mínima durante mayo en la misma estación de muestreo. A partir de un análisis de la varianza entre estaciones y fechas de muestreo se observaron diferencias significativas entre E1 de marzo y mayo versus E3 y E5 de los mismos meses. Se puede concluir que: - Las condiciones hidrológicas y la temperatura regulan la aparición de Cianobacterias. - La presencia de Microcistinas en agua guarda relación con la aparición de algunos géneros potencialmente tóxicos de Cianobacterias. - La PP1 de D. chilensis resultó ser un buen biomarcador de la presencia de toxinas respondiendo a las fluctuaciones ambientales y algales antes mencionadas. Con respecto a la presencia de Microcistinas en agua se obtuvieron concentraciones máximas en E3 y E5 durante el mes de marzo con valores de alrededor de 3 μg/l (calculado como equivalente a μg/l de microcistina LR), mientras que los mínimos valores correspondieron al mes de mayo (0,1 μg/l). En cuanto a los moluscos, resultaron ser sensibles a los cambios ambientales y a la presencia de Microcistinas. La actividad de PP1 endógena de glándula digestiva registrada fue máxima durante el mes de marzo en E1 y mínima durante mayo en la misma estación de muestreo. A partir de un análisis de la varianza entre estaciones y fechas de muestreo se observaron diferencias significativas entre E1 de marzo y mayo versus E3 y E5 de los mismos meses. Se puede concluir que: - Las condiciones hidrológicas y la temperatura regulan la aparición de Cianobacterias. - La presencia de Microcistinas en agua guarda relación con la aparición de algunos géneros potencialmente tóxicos de Cianobacterias. - La PP1 de D. chilensis resultó ser un buen biomarcador de la presencia de toxinas respondiendo a las fluctuaciones ambientales y algales antes mencionadas. Se midieron parámetros ambientales (temperatura, turbidez y pH), se determinaron nutrientes (nitrato, fósforo total, hierro ferroso), clorofila a, fitoplancton cualitativo y Microcistinas en agua, por inhibición de protein fosfatasa 1 (PP1). En los bivalvos se midió la actividad de PP1 endógena en homogenatos de glándula digestiva. De los parámetros ambientales medidos se obtuvieron los siguientes resultados: la temperatura osciló entre 18,1ºC y 9,4ºC, la turbidez promedio fue de 0,40 NTU, el intervalo de pH registrado fue de 6,3-7,5, el valor de los nutrientes fue en promedio de 0.9 mg/l de nitrato, 0.14 mg/l de fósforo total y alrededor de 0,03 mg/l de hierro ferroso. La concentración de clorofila a presentó valores cercanos a 1 μg/l. Entre los géneros de Cianobacterias dominantes se pueden citar Anabaena sp., Oscillatoria sp., Nostoc sp., Tolypothrix sp. Aphanotece sp. y Cylindrospermum sp. Los principales reguladores de su crecimiento fueron la temperatura y el nivel de las aguas, observándose un mayor desarrollo algal entre fines de marzo y abril, cuando las condiciones climáticas e hidrológicas resultaron más estables. En mayo se registró una crecida que elevó el nivel del río a 1,5 metros por encima de su valor normal, generando la desaparición de espuma presente en algunas estaciones de muestreo durante el verano y provocando un descenso de la biodiversidad algal. Con respecto a la presencia de Microcistinas en agua se obtuvieron concentraciones máximas en E3 y E5 durante el mes de marzo con valores de alrededor de 3 μg/l (calculado como equivalente a μg/l de microcistina LR), mientras que los mínimos valores correspondieron al mes de mayo (0,1 μg/l). En cuanto a los moluscos, resultaron ser sensibles a los cambios ambientales y a la presencia de Microcistinas. La actividad de PP1 endógena de glándula digestiva registrada fue máxima durante el mes de marzo en E1 y mínima durante mayo en la misma estación de muestreo. A partir de un análisis de la varianza entre estaciones y fechas de muestreo se observaron diferencias significativas entre E1 de marzo y mayo versus E3 y E5 de los mismos meses. Se puede concluir que: - Las condiciones hidrológicas y la temperatura regulan la aparición de Cianobacterias. - La presencia de Microcistinas en agua guarda relación con la aparición de algunos géneros potencialmente tóxicos de Cianobacterias. - La PP1 de D. chilensis resultó ser un buen biomarcador de la presencia de toxinas respondiendo a las fluctuaciones ambientales y algales antes mencionadas. Con respecto a la presencia de Microcistinas en agua se obtuvieron concentraciones máximas en E3 y E5 durante el mes de marzo con valores de alrededor de 3 μg/l (calculado como equivalente a μg/l de microcistina LR), mientras que los mínimos valores correspondieron al mes de mayo (0,1 μg/l). En cuanto a los moluscos, resultaron ser sensibles a los cambios ambientales y a la presencia de Microcistinas. La actividad de PP1 endógena de glándula digestiva registrada fue máxima durante el mes de marzo en E1 y mínima durante mayo en la misma estación de muestreo. A partir de un análisis de la varianza entre estaciones y fechas de muestreo se observaron diferencias significativas entre E1 de marzo y mayo versus E3 y E5 de los mismos meses. Se puede concluir que: - Las condiciones hidrológicas y la temperatura regulan la aparición de Cianobacterias. - La presencia de Microcistinas en agua guarda relación con la aparición de algunos géneros potencialmente tóxicos de Cianobacterias. - La PP1 de D. chilensis resultó ser un buen biomarcador de la presencia de toxinas respondiendo a las fluctuaciones ambientales y algales antes mencionadas. Con respecto a la presencia de Microcistinas en agua se obtuvieron concentraciones máximas en E3 y E5 durante el mes de marzo con valores de alrededor de 3 μg/l (calculado como equivalente a μg/l de microcistina LR), mientras que los mínimos valores correspondieron al mes de mayo (0,1 μg/l). En cuanto a los moluscos, resultaron ser sensibles a los cambios ambientales y a la presencia de Microcistinas. La actividad de PP1 endógena de glándula digestiva registrada fue máxima durante el mes de marzo en E1 y mínima durante mayo en la misma estación de muestreo. A partir de un análisis de la varianza entre estaciones y fechas de muestreo se observaron diferencias significativas entre E1 de marzo y mayo versus E3 y E5 de los mismos meses. Se puede concluir que: - Las condiciones hidrológicas y la temperatura regulan la aparición de Cianobacterias. - La presencia de Microcistinas en agua guarda relación con la aparición de algunos géneros potencialmente tóxicos de Cianobacterias. - La PP1 de D. chilensis resultó ser un buen biomarcador de la presencia de toxinas respondiendo a las fluctuaciones ambientales y algales antes mencionadas. Con respecto a la presencia de Microcistinas en agua se obtuvieron concentraciones máximas en E3 y E5 durante el mes de marzo con valores de alrededor de 3 μg/l (calculado como equivalente a μg/l de microcistina LR), mientras que los mínimos valores correspondieron al mes de mayo (0,1 μg/l). En cuanto a los moluscos, resultaron ser sensibles a los cambios ambientales y a la presencia de Microcistinas. La actividad de PP1 endógena de glándula digestiva registrada fue máxima durante el mes de marzo en E1 y mínima durante mayo en la misma estación de muestreo. A partir de un análisis de la varianza entre estaciones y fechas de muestreo se observaron diferencias significativas entre E1 de marzo y mayo versus E3 y E5 de los mismos meses. Se puede concluir que: - Las condiciones hidrológicas y la temperatura regulan la aparición de Cianobacterias. - La presencia de Microcistinas en agua guarda relación con la aparición de algunos géneros potencialmente tóxicos de Cianobacterias. - La PP1 de D. chilensis resultó ser un buen biomarcador de la presencia de toxinas respondiendo a las fluctuaciones ambientales y algales antes mencionadas. Diplodon chilensis chilensis, a fin de evaluar posibles biomarcadores de toxicidad. Cada mes se retiraron 5 organismos por jaula para determinar distintas variables bioquímicas, en relación con la presencia de toxinas. Se midieron parámetros ambientales (temperatura, turbidez y pH), se determinaron nutrientes (nitrato, fósforo total, hierro ferroso), clorofila a, fitoplancton cualitativo y Microcistinas en agua, por inhibición de protein fosfatasa 1 (PP1). En los bivalvos se midió la actividad de PP1 endógena en homogenatos de glándula digestiva. De los parámetros ambientales medidos se obtuvieron los siguientes resultados: la temperatura osciló entre 18,1ºC y 9,4ºC, la turbidez promedio fue de 0,40 NTU, el intervalo de pH registrado fue de 6,3-7,5, el valor de los nutrientes fue en promedio de 0.9 mg/l de nitrato, 0.14 mg/l de fósforo total y alrededor de 0,03 mg/l de hierro ferroso. La concentración de clorofila a presentó valores cercanos a 1 μg/l. Entre los géneros de Cianobacterias dominantes se pueden citar Anabaena sp., Oscillatoria sp., Nostoc sp., Tolypothrix sp. Aphanotece sp. y Cylindrospermum sp. Los principales reguladores de su crecimiento fueron la temperatura y el nivel de las aguas, observándose un mayor desarrollo algal entre fines de marzo y abril, cuando las condiciones climáticas e hidrológicas resultaron más estables. En mayo se registró una crecida que elevó el nivel del río a 1,5 metros por encima de su valor normal, generando la desaparición de espuma presente en algunas estaciones de muestreo durante el verano y provocando un descenso de la biodiversidad algal. Con respecto a la presencia de Microcistinas en agua se obtuvieron concentraciones máximas en E3 y E5 durante el mes de marzo con valores de alrededor de 3 μg/l (calculado como equivalente a μg/l de microcistina LR), mientras que los mínimos valores correspondieron al mes de mayo (0,1 μg/l). En cuanto a los moluscos, resultaron ser sensibles a los cambios ambientales y a la presencia de Microcistinas. La actividad de PP1 endógena de glándula digestiva registrada fue máxima durante el mes de marzo en E1 y mínima durante mayo en la misma estación de muestreo. A partir de un análisis de la varianza entre estaciones y fechas de muestreo se observaron diferencias significativas entre E1 de marzo y mayo versus E3 y E5 de los mismos meses. Se puede concluir que: - Las condiciones hidrológicas y la temperatura regulan la aparición de Cianobacterias. - La presencia de Microcistinas en agua guarda relación con la aparición de algunos géneros potencialmente tóxicos de Cianobacterias. - La PP1 de D. chilensis resultó ser un buen biomarcador de la presencia de toxinas respondiendo a las fluctuaciones ambientales y algales antes mencionadas. Con respecto a la presencia de Microcistinas en agua se obtuvieron concentraciones máximas en E3 y E5 durante el mes de marzo con valores de alrededor de 3 μg/l (calculado como equivalente a μg/l de microcistina LR), mientras que los mínimos valores correspondieron al mes de mayo (0,1 μg/l). En cuanto a los moluscos, resultaron ser sensibles a los cambios ambientales y a la presencia de Microcistinas. La actividad de PP1 endógena de glándula digestiva registrada fue máxima durante el mes de marzo en E1 y mínima durante mayo en la misma estación de muestreo. A partir de un análisis de la varianza entre estaciones y fechas de muestreo se observaron diferencias significativas entre E1 de marzo y mayo versus E3 y E5 de los mismos meses. Se puede concluir que: - Las condiciones hidrológicas y la temperatura regulan la aparición de Cianobacterias. - La presencia de Microcistinas en agua guarda relación con la aparición de algunos géneros potencialmente tóxicos de Cianobacterias. - La PP1 de D. chilensis resultó ser un buen biomarcador de la presencia de toxinas respondiendo a las fluctuaciones ambientales y algales antes mencionadas. Con respecto a la presencia de Microcistinas en agua se obtuvieron concentraciones máximas en E3 y E5 durante el mes de marzo con valores de alrededor de 3 μg/l (calculado como equivalente a μg/l de microcistina LR), mientras que los mínimos valores correspondieron al mes de mayo (0,1 μg/l). En cuanto a los moluscos, resultaron ser sensibles a los cambios ambientales y a la presencia de Microcistinas. La actividad de PP1 endógena de glándula digestiva registrada fue máxima durante el mes de marzo en E1 y mínima durante mayo en la misma estación de muestreo. A partir de un análisis de la varianza entre estaciones y fechas de muestreo se observaron diferencias significativas entre E1 de marzo y mayo versus E3 y E5 de los mismos meses. Se puede concluir que: - Las condiciones hidrológicas y la temperatura regulan la aparición de Cianobacterias. - La presencia de Microcistinas en agua guarda relación con la aparición de algunos géneros potencialmente tóxicos de Cianobacterias. - La PP1 de D. chilensis resultó ser un buen biomarcador de la presencia de toxinas respondiendo a las fluctuaciones ambientales y algales antes mencionadas. Con respecto a la presencia de Microcistinas en agua se obtuvieron concentraciones máximas en E3 y E5 durante el mes de marzo con valores de alrededor de 3 μg/l (calculado como equivalente a μg/l de microcistina LR), mientras que los mínimos valores correspondieron al mes de mayo (0,1 μg/l). En cuanto a los moluscos, resultaron ser sensibles a los cambios ambientales y a la presencia de Microcistinas. La actividad de PP1 endógena de glándula digestiva registrada fue máxima durante el mes de marzo en E1 y mínima durante mayo en la misma estación de muestreo. A partir de un análisis de la varianza entre estaciones y fechas de muestreo se observaron diferencias significativas entre E1 de marzo y mayo versus E3 y E5 de los mismos meses. Se puede concluir que: - Las condiciones hidrológicas y la temperatura regulan la aparición de Cianobacterias. - La presencia de Microcistinas en agua guarda relación con la aparición de algunos géneros potencialmente tóxicos de Cianobacterias. - La PP1 de D. chilensis resultó ser un buen biomarcador de la presencia de toxinas respondiendo a las fluctuaciones ambientales y algales antes mencionadas. Anabaena sp., Oscillatoria sp., Nostoc sp., Tolypothrix sp. Aphanotece sp. y Cylindrospermum sp. Los principales reguladores de su crecimiento fueron la temperatura y el nivel de las aguas, observándose un mayor desarrollo algal entre fines de marzo y abril, cuando las condiciones climáticas e hidrológicas resultaron más estables. En mayo se registró una crecida que elevó el nivel del río a 1,5 metros por encima de su valor normal, generando la desaparición de espuma presente en algunas estaciones de muestreo durante el verano y provocando un descenso de la biodiversidad algal. Con respecto a la presencia de Microcistinas en agua se obtuvieron concentraciones máximas en E3 y E5 durante el mes de marzo con valores de alrededor de 3 μg/l (calculado como equivalente a μg/l de microcistina LR), mientras que los mínimos valores correspondieron al mes de mayo (0,1 μg/l). En cuanto a los moluscos, resultaron ser sensibles a los cambios ambientales y a la presencia de Microcistinas. La actividad de PP1 endógena de glándula digestiva registrada fue máxima durante el mes de marzo en E1 y mínima durante mayo en la misma estación de muestreo. A partir de un análisis de la varianza entre estaciones y fechas de muestreo se observaron diferencias significativas entre E1 de marzo y mayo versus E3 y E5 de los mismos meses. Se puede concluir que: - Las condiciones hidrológicas y la temperatura regulan la aparición de Cianobacterias. - La presencia de Microcistinas en agua guarda relación con la aparición de algunos géneros potencialmente tóxicos de Cianobacterias. - La PP1 de D. chilensis resultó ser un buen biomarcador de la presencia de toxinas respondiendo a las fluctuaciones ambientales y algales antes mencionadas. D. chilensis resultó ser un buen biomarcador de la presencia de toxinas respondiendo a las fluctuaciones ambientales y algales antes mencionadas.