Reproducción social: juventud, educación y trabajo en las políticas públicas de formación profesional

MARTÍN MARÍA EUGENIA

Mendoza

Jornada; XVIII Jornadas de Investigación de la Universidad Nacional de Cuyo; 2002

Universidad Nacional de Cuyo - Secretaría de Ciencia y Técnica

El problema de esta investigación se centra en conocer si las políticas públicas de formación profesional destinadas a jóvenes vulnerables  logran mejorar la distribución inequitativa de oportunidades de acceso a la formación y al empleo o  refuerzan los mecanismos de reproducción de desigualdades. Aunque el proceso social que vincula educación y trabajo involucra a todos los sectores de la población vemos que los jóvenes son los principales afectados en América Latina y también en nuestro país por el desajuste en este vínculo que influye entre otros factores en el desempleo.[1]  Evidentemente el modelo socioeconómico imperante en nuestra región concentra en este grupo de manera singular sus mecanismos de exclusión.  Indagar sobre este hecho resulta de suma importancia en un análisis que pretende ser abarcativo. Por ello, para esta investigación la juventud se constituye como espacio relevante de indagación  (que lo distancia de otros grupos etáreos) ya  que permite visualizar  aquel proceso social  exigiendo un esfuerzo adicional, tanto en la explicación de las causas  que permiten la emergencia del desempleo con inusual crudeza como así también en la necesidad de lograr la dilucidación de aquellos aspectos que contribuyen  a una  construcción sociohistórica de la juventud como grupo social. Para llevar adelante la investigación propuesta nos centraremos en las políticas gubernamentales de formación profesional y empleo dirigidas a jóvenes desertores y cuales son las prácticas de los actores involucrados que contribuyen a reproducir las desigualdades y cuales contribuyen a romper el círculo vicioso. La gran cantidad de  jóvenes que no trabajan ni estudian es un nuevo fenómeno, aunque siempre existieron sectores en estas condiciones, los significativo es que actualmente están representando  a un alto porcentaje de la población. Estábamos acostumbrados a que los jóvenes trabajaran (si pertenecían a los sectores obreros) o estudiaran (si pertenecían a los sectores más favorecidos), pero estamos presenciando profundas modificaciones en estas condiciones. Estamos ante la existencia de un nuevo problema: los jóvenes de este grupo no estudian ni trabajan.  Y para esto no hay respuestas aún,  ni desde los sectores académicos ni desde los sectores políticos, porque es un nuevo fenómeno: estamos ante  un importante grupo de jóvenes que no está incluido  ni en el sistema educativo ni en el  mercado de trabajo. [1]  OIT:  “Informe del PREALC Programa Mundial de Empleo” Nº 30 octubre de 1992  y Nº 32 septiembre de 1993.