INVESTIGADORES
LANDINI fernando pablo
congresos y reuniones científicas
Título:
Dificultades en los proyectos de desarrollo con productores familiares: Algunas reflexiones desde la psicología.
Autor/es:
LACANNA, M., MURTAGH, S., LANDINI, F., GARATE, A. Y PETIT, L.
Lugar:
Mar del Plata
Reunión:
Congreso; IV Congreso Internacional de la Red SIAL; 2008
Institución organizadora:
Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria y Red SIAL
Resumen:
Es bien conocido que los pequeños productores en la Argentina, como en el resto de Latinoamérica, se caracterizan por sus altos niveles de pobreza y por su precaria inserción en los mercados de productos agrícolas. Además, conforman un grupo de población con tendencia a la migración a las grandes ciudades, y esto tiende a incrementar los problemas globales de desempleo y a precarizar sus propias condiciones de vida. En el marco de este escenario nacional, existen en nuestro país múltiples programas de desarrollo ejecutados desde el ámbito público que abordan la problemática de la pobreza rural. Los mismos realizan acciones dirigidas al sector de la pequeña agricultura familiar, por considerar que ésta ofrece oportunidades concretas para favorecer el desarrollo local sostenible y la mejora de la calidad de vida de este sector postergado. Estas afirmaciones encuentran su fundamento en el rol que tiene la pequeña agricultura familiar en relación a la seguridad alimentaria, la absorción de mano de obra en la actividad agrícola y la retención de la migración de las zonas rurales a las urbanas. Por todo esto, puede observarse una demanda creciente de enfoques novedosos para el abordaje de la problemática de este sector, tanto a nivel técnico como organizacional Sin embargo, los distintos proyectos de desarrollo orientados a esta población frecuentemente distan de alcanzar los objetivos o el “éxito” deseado. En muchos casos, esto se debe a que en su diseño y ejecución se pone el énfasis en los factores técnicos, económicos y productivos (lógica que predomina en la formación de los profesionales del sector), sin considerar suficientemente los factores culturales y las dimensiones psicosociales implicadas en tales iniciativas o proyectos. Tradicionalmente se consideró que estos productores estaban en situación de pobreza por falta de capital y de conocimientos y/o estrategias productivas modernas. Sin embargo, dar simplemente capacitación y créditos o subsidios usualmente no genera los cambios esperados. Veamos algunos ejemplos. Unos productores reciben un subsidio para la compra de un disco de arado, no obstante, éste queda guardado varios años sin uso. El INTA provee de pequeños silos para guardar semillas a diferentes productores, a pedido de estos. Sin embargo, la mayoría no fueron siquiera utilizados una vez. Un técnico comenta a su grupo de productores que pueden obtener mayores ingresos plantando maíz y vendiéndolo al minoreo que cultivando algodón. De todas formas y aún sabiendo producir ambos, ninguno toma en consideración este consejo. En efecto, se trata aquí de propuestas o alternativas técnica, productiva y económicamente viables que no fructifican, causando desconcierto en aquellos que las han propuesto. Frente a esta situación, en muchos casos, planificadores y técnicos reconocen su dificultad para comprender la racionalidad del campesino, su lógica interna, lo cual lleva a interpretar las conductas del productor como irracionales o sin sentido.  Esta dificultad identificada muestra la necesidad de avanzar hacia una mirada interdisciplinaria más amplia, especialmente la proveniente de las ciencias humanas y sociales. Así, será posible incorporar junto a los factores técnicos aquellos psicosociales y culturales, los cuales permitirán reconstruir y comprender la perspectiva del campesino, su racionalidad y su forma de construir su realidad social y de asignarle significados. De esta manera, se aportará a favorecer un diálogo entre la racionalidad técnica y la campesina, reemplazando la tendencia a procurar imponer de manera infructuosa la primera por sobre otra cultural-tradicional. Un ejemplo concreto de esta necesidad de cambio de enfoque se manifiesta en la creación, en agosto de 2005, del Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico para la Pequeña Agricultura Familiar del INTA (CIPAF), cuyos Institutos de Investigación cuentan con equipos interdisciplinarios para llevar a cabo sus acciones. Por su parte, la Sociología, la Economía y la Antropología han realizado contribuciones importantes a la comprensión del ámbito rural. Sin embargo, llama la atención la escasez de aportes de la psicología la cual se ha mantenido al margen de estos desarrollos. Esto último contrasta con la demanda de producción científica de base psicológica por parte de técnicos y profesionales que trabajan en el sector, delineándose así un área de vacancia que debe ser explorada Nuestro grupo se encuentra realizando una investigación en esta dirección. El proyecto surge como iniciativa conjunta de la Cátedra de Estrategias de Intervención Comunitaria de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires y el Instituto de Investigación para la Pequeña Agricultura Familiar (región noreste) del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (IPAF-NEA, INTA). En líneas generales se tiene como objetivo  contribuir al desarrollo de la psicología social comunitaria en el ámbito rural y avanzar en la comprensión de los factores psicosociales implicados en los procesos de desarrollo rural con población campesina. Concretamente, en este trabajo nos proponemos reflexionar sobre los aportes potenciales de la psicología al trabajo con pequeños productores agropecuarios. Para esto, en primer lugar, se describirán los principales programas de desarrollo rural con los que se está trabajando en la actualidad en la Argentina con el fin de conocer cuáles son las prácticas actuales en términos de proyectos de desarrollo rural con esta población en nuestro país. A continuación, se comentarán algunas de las dificultades concretas con las que se encuentran los técnicos que acompañan o guían estos procesos, particularmente aquellas que exceden las cuestiones exclusivamente técnicas y que pueden ser caracterizadas como de índole cultural o psicosocial. De este modo, habiendo situado los problemas con los que dichos programas se encuentran en su puesta en práctica, se discutirán los aportes potenciales de la psicología al trabajo con productores familiares. Así, en este proceso, se identificarán y comentarán las áreas, cuestiones o temáticas en las cuales la psicología posee desarrollos concretos que le permitan contribuir a responder a los problemas que se han descrito. Finalmente, se reflexionará sobre los lineamientos de un programa de investigación que aborde de manera directa la cuestión rural y la problemática de los proyectos de desarrollo con productores familiares desde la perspectiva psicosocial.