INVESTIGADORES
RABASSA jorge Oscar
congresos y reuniones científicas
Título:
LAS PALEOSUPERFICIES GONDWÁNICAS DE LAS SIERRAS DE TANDIL (PROVINCIA DE BUENOS AIRES, ARGENTINA) Y EL ORIGEN DE LA ?PIEDRA MOVEDIZA? (?ROCKING STONE?)
Autor/es:
RABASSA, J; ZÁRATE, M.
Lugar:
Córdoba
Reunión:
Congreso; XIX Congreso Geológico Argentino; 2014
Institución organizadora:
Asociación Geológica Argentina
Resumen:
Las denominadas ?Paleosuperficies Gondwánicas? son formas del paisaje continental desarrolladas cuando el super-continente de Gondwana se conservaba aún como una unidad o bien ya había comenzado parcialmente su desmembramiento. Estas paleosuperficies fueron identificadas en Argentina por Juan Keidel y Walther Penck ya en los comienzos del siglo 20, entre otros. Sin embargo, estos conceptos desaparecieron gradualmente de la escena geológica argentina, fundamentalmente por la influencia de la escuela geomorfológica del NE de Estados Unidos. Las geoformas que se discuten en este trabajo son esencialmente el resultado de procesos de meteorización química profunda y/o procesos de pedimentación, desarrollados en ambientes tectónicos y climáticos muy estables, bajo climas que hemos denominado ?hiper-tropicales?, extremadamente húmedos, extremadamente áridos, o estacionalmente muy variables. Las Paleosuperficies Gondwánicas o, en la mayoría de los casos, sus remanentes fragmentarios, han sido reconocidas en Argentina en numerosas regiones, pero son particularmente significativas en el Bloque Positivo Bonaerense, en especial en Tandilia. La edad de las Paleosuperficies Gondwánicas ha sido estimada en términos generales entre el Jurásico medio y el Paleógeno, aproximadamente entre 200 y 50 Ma (véase Zárate y Rabassa, 2005; Rabassa et al., 2010; Rabassa, 2010; y los trabajos allí citados). Las Paleosuperficies Gondwánicas de Tandilia se han preservado parcialmente en las superficies cuspidales de las serranías o cubiertas por los sedimentos pedemontanos y loéssicos desde entonces y han permanecido en el paisaje como mudo testimonio del pasado, por encima de extensas pediplanicies y depósitos pedemontanos, a medida que los climas y los ecosistemas cambiaban hacia ambientes más áridos y fríos, hasta alcanzar las condiciones presentes. La ?Piedra Movediza? de Tandil, así como ?El Centinela? y otros rasgos del actual paisaje serrano son el resultado de la denudación durante el Cenozoico de paisajes mesozoicos, formados bajo condiciones climáticas que no han vuelto a repetirse en estas regiones desde esas épocas remotas. Según Rabassa et al. (2010) y otros trabajos allí citados, la ?Piedra Movediza? (es decir, la ?roca que se mueve? o ?rocking stone?) era una roca oscilante que se encontraba en la cumbre de un extenso inselberg, como parte de un tor parcialmente disectado, en el sentido de Linton (1955), en los suburbios de la ciudad de Tandil, que se precipitó hace poco más de un siglo, en 1912 (Figura 1). Al caer desde su posición elevada, impactó con otros bloques y se fragmentó en varios pedazos, encontrándose los dos mayores aún en su posición al pie de la ladera. La naturaleza y origen de la ?Piedra Movediza? fueron sorprendentemente descriptos por Estanislao Zeballos, en una época tan temprana como 1876, y correctamente interpretada como el resultado de meteorización química profunda (Zeballos, 1876), aunque el impacto de rayos fue también parcialmente invocado como causa de su curiosa forma. Este autor sugirió también que había muchos otros ?bloques o rocas oscilantes? en las cumbres de los cerros circundantes (lo cual nunca pudo ser confirmado más tarde), como consecuencia de sus cuidadosas observaciones acerca de las relaciones existentes entre los bloques rocosos redondeados y su ubicación como parte de los tors en las cumbres de los cerros. Debe destacarse que su génesis bajo condiciones de ?clima húmedo subtropical? (un tipo de clima que existía en la región durante el Mesozoico y por lo menos parte del Paleógeno pero que no volvió a aparecer desde entonces) fue muy tempranamente reconocido por Walther (1924, en Fairbridge, 1968; Figura 2). En la cumbre del Cerro la Movediza, no se ha observado evidencia de la presencia de caolinita u otra formación arcillosa entre los bloques redondeados que constituyen el tor, lo cual sugiere que sólo las raíces del antiguo frente de meteorización se han preservado, a lo largo de un manto muy irregular. En las canteras abandonadas, inmediatamente al oeste del Cerro La Movediza, las excavaciones existentes permiten observar extraordinarios ejemplos del perfil de meteorización fósil, con las ?rocas nucleares? o ?corestones? aún en su posición original, totalmente o parcialmente recubiertos del manto detrítico de meteorización, fundamentalmente arcillas. Estos perfiles de meteorización están aún in situ, luego de su formación hace quizás 75 a 100 millones de años atrás, cuando las condiciones paleoclimáticas en la región así lo permitieron. Más tarde, su desarrollo se detuvo como consecuencia del cambio climático y la extinción de los climas tropicales en la región. Los perfiles de meteorización habrían alcanzado espesores de varios cientos de metros, lo cual se explica por el relieve relativo de los tors con respecto a la llanura pre-Cenozoico circundante. Estos perfiles han sido denudados gradualmente por la erosión hídrica y eólica durante el Cenozoico temprano y medio. En este proceso, los ?corestones? fueron liberados total o parcialmente de su cubierta detrítica, los tors desmantelados, y finalmente cubiertos parcialmente por los sedimentos Pampeanos, en un proceso que comenzó probablemente en el Mioceno tardío (~10 millones de años atrás) y que, esencialmente, continúa aún en la actualidad. Finalmente, los estudios realizados (Demoulin et al., 2005, y los trabajos allí citados) demuestran que el Bloque Positivo Bonaerense y, en particular, las Sierras de Tandil constituyen elementos positivos del paisaje desde quizás el Jurásico tardío, y nunca fueron sepultados desde entonces. Más aún, es posible que algunos de los bloques que componen las serranías de Tandilia fueran ya ambientes positivos en épocas muy remotas, quizás aún a fines del Pérmico o comienzos del Mesozoico. Figura 1. La Piedra Movediza ca. 1900, aún Figura 2. Representación de la Piedra Movediza en su emplazamiento original de Tandil, según fotografía de Walther (1924), reproducido por Fairbridge (1968), con la leyenda original de este último. Demoulin, A., Zárate, M., Rabassa, J. 2005. Long-term landscape development: a perspective from the southern Buenos Aires ranges of east central Argentina. Journal of South American Earth Sciences, 19, 193-204. Fairbridge, R.W. 1968. Encyclopedia of Geomorphology. Reinhold, New York. Linton, D.L. 1955. The problem of tors. Geographical Journal, 121, 470. Rabassa, J., 2010. Gondwana paleolandscapes: Long-term landscape evolution, genesis, distribution, and age. Geociências, 29, 4, 541-570. São Paulo, UNESP, Brasil Rabassa, J., Carignano, C., Cioccale, M. 2010. Gondwana paleosurfaces in Argentina: an introduction. Geociências, 29, 4, 439-466. São Paulo, UNESP, Brasil. Zárate, M., Rabassa, J. 2005. Geomorfología de la Provincia de Buenos Aires. In: XVI Congreso Geológico Argentino, Relatorio de la Geología y Recursos Minerales de la Provincia de Buenos Aires, 119-138. La Plata. Zeballos, E.S. 1876. Estudio geológico sobre la provincia de Buenos Aires. Anales de la Sociedad Científica Argentina, 1876: 5-66.