INVESTIGADORES
TUNIK Maisa Andrea
congresos y reuniones científicas
Título:
La dorsal de Huincul como área fuente en el Jurásico tardío: edades U-Pb en circones detríticos de la Formación Quebrada del Sapo.
Autor/es:
NAIPAUER, MAXIMILIANO; MARQUES, JULIANA; GARCIA MORAVITO, EZEQUIEL; TUNIK, MAISA; VUJOVICH, GRACIELA; PIMENTEL, MARCIO; RAMOS, VICTOR
Lugar:
Neuquén
Reunión:
Congreso; XVIII Congreso Geológico Argentino; 2011
Resumen:
Se analizan y comparan las primeras edades U-Pb (LA-ICP-MS) sobre circones detríticos de la Formación Quebrada del Sapo (Parker, 1965) con el objetivo de: a) precisar la edad máxima de depositación, b) comparar los resultados obtenidos con las edades conocidas de la Formación Tordillo, y c) definir su relación con la Dorsal de Huincul como área de aporte sedimentario. La unidad bajo estudio es de composición silicoclástica y de origen continental, predominan conglomerados, areniscas y pelitas rojas del Jurásico Tardío. Aparece expuesta a lo largo de una faja que se extiende desde los faldeos orientales de la sierra de Chacaico hasta las inmediaciones de Fortín 1º de Mayo en el marco de la subcuenca de Picún Leufú (Zavala et al. 2005; 2008), desarrollada al sur de la Dorsal de Huincul (Fig. 1a). Originalmente esta unidad fue interpretada como equivalente de la Formación Tordillo (Marchese, 1971; Gulisano, 1988) dominante en el centro y oeste de la Cuenca Neuquina. Sin embargo, en una reciente contribución fue demostrado que la Formación Quebrada del Sapo se apoya en discordancia erosiva sobre esta última (Zavala et al. 2008). Numerosos estudios han documentado a lo largo de la Dosal de Huincul la existencia de una actividad tectónica multiepisódica asociada al crecimiento de estructuras a partir del Jurásico Medio (Vergani et al. 1995; Mosquera y  Ramos, 2006; Pángaro et al. 2006; Silvestro y  Zubiri, 2008; García Morabito, 2010). Existen asimismo trabajos que desde una perspectiva estructural y sedimentológica, sugieren que la dorsal habría constituido un elemento positivo al menos para el Jurásico Tardío, participando así como área fuente de las unidades del Jurásico (Marchese, 1971; Gulisano, 1988; Vergani et al. 1995; Spalletti et al. 2008). La muestra analizada (TOR-09, GPS: 39º12´45.70´´S-70º03´55.52´´O) corresponde a un conglomerado que aparece en la base de la Formación Quebrada del Sapo en el puente de la ruta nacional 40 sobre el arroyo Picún Leufú. El nivel muestreado tiene unos 7 metros de espesor, posee clastos gruesos en la base y finos en el techo y es de origen fluvial (Zavala et al. 2005). Este cuerpo está intercalado entre pelitas rojas y verdes de ambiente lacustre, el perfil estratigráfico culmina con una secuencia de unos 10 metros de espesor de areniscas finas y medianas blanquecinas con estratificación entrecruzada de gran escala y de origen eólico (Gulisano, 1988; Zavala et al. 2005; 2008). Las paleocorrientes medidas en niveles conglomerádicos revelan direcciones hacia el SO y ESE (Zavala et al. 2005; 2008). El patrón de edades U-Pb obtenido se caracteriza por una distribución multimodal con picos de frecuencia relativa en el Jurásico, en el Triásico Tardío y en el Pérmico Tardío (Fig. 1b). La edad máxima de depositación está precisada por el pico de menor edad (~151 Ma, límite Kimmeridgiano-Tithoniano) indicando una edad tithoniana temprana para la base de la unidad en la localidad bajo estudio. Esta edad está de acuerdo con lo sugerido por Zavala et al. (2008) sobre la posición estratigráfica de la Formación Quebrada del Sapo con respecto a la Formación Tordillo (Kimmeridgiano). Los circones jurásicos representan una población importante (19%) en el conjunto de edades y reflejan el aporte desde el arco volcánico, probablemente contemporáneo con la sedimentación y ubicado hacia el oeste de la zona de estudio (Fig. 1a). Sin embargo, el pico más importante de frecuencia relativa está en ~220 Ma (44%, Fig. 1b) indicando una fuerte componente en el área de aporte, probablemente asociada a rocas magmáticas de la etapa de rift de la Cuenca Neuquina (ciclo precuyano; Legarreta y  Gulisano, 1989; Schiuma y  Llambías, 2008). La base del ciclo precuyano está compuesta por una serie de secuencias volcánicas y volcániclásticas de edades similares, se encuentran ampliamente distribuidas a lo largo de los faldeos de los principales rasgos topográficos que marcan la prolongación occidental de la Dorsal de Huincul. El tercer y último componente definido a los ~260 (37%, Fig. 1b) indicaría un aporte desde los granitoides pérmicos del Complejo Plutónico del Chachil (Leanza, 1992), los cuales conforman el núcleo de los principales elementos topográficos del límite occidental de la dorsal. Los nuevos datos U-Pb en circones detríticos apoyan las interpretaciones anteriores sobre la procedencia sedimentaria de la Formación Quebrada del Sapo, sustentan que el área de aporte era principalmente la Dorsal de Huincul pero también el arco volcánico jurásico. Dentro de la dorsal las rocas que aportaron la mayor cantidad de circones fueron las del Triásico Tardío y también las permo-triásicas. Finalmente, destacamos que el patrón de edades obtenido al sur de la Dorsal de Huincul es diferente al encontrado en la Formación Tordillo (Localidad de Loncopué y perfil del Río Neuquén), al norte de la misma. La principal diferencia radica en la mayor importancia relativa que tienen las edades ~220 Ma (ciclo precuyano, 219 – 182 Ma) en la subcuenca de Picún Leufú, mientras que en la Formación Tordillo del centro y oeste de la Cuenca Neuquina la principal fuente de aporte estaba relacionada con el arco volcánico cretácico-jurásico (véase Naipauer et al. este congreso). Esto último, como fue ya mencionado por otros autores previamente tal como Zavala (2002), evidencia la importancia que tuvo la Dorsal de Huincul como alto estructural al menos a partir del Jurásico Tardío, lo que probablemente dió como resultado la segmentación de la Cuenca Neuquina en dos sectores bien definidos con diferencias en la procedencia sedimentaria a ambos lados de la misma.