El consumo de agua por el cultivo de olivo (Olea europaea L.) en el noroeste de Argentina: una comparación con la Cuenca Mediterránea

SEARLES, P.S; AGUERO ALCARAS, L.M.; ROUSSEAUX, M. C.

ECOLOGÍA AUSTRAL

ASOCIACIÓN ARGENTINA DE ECOLOGÍA

Año: 2011 vol. 21 p. 15 - 28

0327-5477

En los últimos 20 años, ha habido una gran expansión en la superficie plantada con olivo (Olea europaea L.) en el Noroeste de Argentina (NOA) debido a las leyes de diferimiento impositivo en las provincias de Catamarca, La Rioja y San Juan.  Sin embargo, la mayoría de la información utilizada en la región para la toma de decisiones de manejo acerca del consumo de agua por el cultivo proviene de la Cuenca Mediterránea.  Esta revisión discute: 1) diferencias en el clima entre la Cuenca Mediterránea y la zona olivícola en el NOA; 2) el consumo de agua por el olivo en el Mediterráneo y respuestas ecofisiológicas a estrés hídrico; y 3) resultados experimentales en el NOA utilizando Aimogasta (La Rioja) como un caso de estudio.  Datos meteorológicos indican que la temperatura del aire (principalmente en el invierno y primavera) y la evapotranspiración potencial anual (ETo) son más altas en el NOA que en el Mediterráneo, mientras que la precipitación es menor.  Estas diferencias en temperatura resultan en una falta de horas de frió para floración en algunas variedades, avances en etapas fenológicas y cambios en la calidad y cantidad de aceite en el NOA en relación con el Mediterráneo.  Resultados experimentales del Mediterráneo muestran que la transpiración y el rendimiento, entre otros, responden fuertemente al riego a pesar que el olivo es una especie con una alta tolerancia al estrés hídrico en comparación a otros árboles frutales.  En forma similar al Mediterráneo, el consumo de agua por el olivo en Aimogasta fue estimado como 70 – 75% de ETo bajo condiciones de riego óptimo.  Considerando las diferencias en los valores de ETo en las dos regiones, el consumo de agua es 1100 – 1200 mm/año en el NOA y 900 – 1000 en el Mediterráneo.  Además, el riego requerido en el NOA es más que el doble por la falta de precipitación en muchas zonas.  Un resultado no anticipado en Aimogasta basado en los estudios del Mediterráneo fue el excesivo crecimiento vegetativo bajo condiciones de alto riego.  El excesivo vigor observado podría potencialmente ser explicado como una respuesta al riego en interacción con las altas temperaturas de la primavera que ocurren en la región.  El desarrollo de estrategias de riego deficitario controlado en la primavera (u otros momentos) podría permitir un ahorro de agua y una mejora de la relación entre crecimiento vegetativo y reproductivo.