INVESTIGADORES
FORASTIER marina elizabet
capítulos de libros
Título:
Las cianobacterias del Nordeste Argentino: caracteres generales e importancia ecológica
Autor/es:
ZALOCAR DE DOMITROVIC YOLANDA; FORASTIER MARINA E.
Libro:
Manual de Biodiversidad de Chaco, Corrientes y Formosa
Editorial:
EUDENE
Referencias:
Lugar: Corrientes; Año: 2008; p. 57 - 77
Resumen:
Un aspecto importante que llamó la atención a la población de la ciudad de Corrientes fue la “presencia de algas tóxicas” en el río Paraná durante el verano de 2004. Esto se debió al desarrollo de floraciones de Microcystis aeruginosa en la represa de Yacyretá, que fueron transportadas aguas abajo sobre la margen correntina, magnificándose en zonas de remanso o de la costa, debido al prolongado estiaje en que se encontraba el río Paraná en ese momento. Este hecho fue preocupante por tratarse de un organismo potencialmente tóxico presente en una fuente de abastecimiento para agua potable y porque, por primera vez, se producía una floración de tal magnitud en el río Paraná. El desarrollo de estos organismos está en relación con el creciente deterioro de la calidad del agua producido por las actividades humanas, con un incremento de la fertilidad de los ambientes acuáticos, conocido como eutrofización o eutrofización cultural. Una de las consecuencias de la eutrofización es la proliferación de microalgas planctónicas con un aumento en la incidencia de floraciones de “algas azules” o cianobacterias. Las floraciones pueden transmitir gusto y olor desagradable al agua, además de alterar el equilibrio ecológico del ecosistema acuático. Algunas especies son productoras de toxinas (cianotoxinas), las que pueden causar síntomas a través del consumo oral, inhalación o contacto por la piel, con la posibilidad de elevados niveles de toxicidad y futuras consecuencias relacionadas con la salud humana y animal. Las cianobacterias fueron clasificadas inicialmente como Cyanophyta (algas azules) de acuerdo al Código Internacional de Nomenclatura Botánica. En realidad, la similitud entre algas azules y bacterias fue notada ya en 1853 por el bacteriólogo Ferdinand Chon, quien en 1871/2 las ubicó juntas, en la división Schizophyta. Fue en 1971 cuando un grupo de bacteriólogos encabezados por Stanier, establecieron categóricamente que las algas azules son bacterias (Fogg et al., 1973) y fueron incluidas como tal bajo la denominación de cianobacterias. Actualmente existen dos taxonomías para este grupo (botánica y bacteriológica), si bien ambas se encuentran en una convergencia constructiva, es más común referirse a ellas como algas que como cianobacterias. Este grupo integra el fitoplancton junto con las algas eucarióticas (tratadas en el capítulo anterior) con las que comparten la presencia de clorofila a y producción de oxígeno durante la fotosíntesis, aspectos que no poseen las demás bacterias. En este capítulo, además de los caracteres generales del grupo, se tratarán algunos aspectos de su potencial toxicidad (principales cianotoxinas, mecanismos de acción, etc.), incluyendo una clave ilustrada para la identificación de los principales géneros registrados en el nordeste argentino (NEA).