PERRA WEIMARANER CON MORFOLOGIA SEXUAL AMBIGUA Y CARIOTIPO 78, XX

MARTIN L; QUERO AMM; HYNESV; FERRE D; GORLA NBM

VIILLA GIARDINO, CÓRDOBA

Jornada; XXVIII JORNADAS DE ACTUALIZACION EN CIENCIAS VETERIANARIAS; 2009

Introducción Se descubre en una perra de raza Weimaraner a los 7 meses de edad, una anomalía anatómica en la vulva, que trata puntualmente de una protuberancia que con el transcurso del tiempo se ha ido agrandando desde ese momento. A los 14 meses de edad aún no se apreció el estro puberal ni algún otro signo del ingreso a la pubertad. Esta anomalía cobra importancia, sugiriendo una ambigüedad sexual que debería ser investigada para su correcto diagnóstico. Los objetivos principales fueron confirmar esta teoría, mediante los distintos métodos que ofrece la clínica y poder arribar a un diagnóstico de certeza. Así mismo, se propone demostrar la importancia de la citogenética en esta casuística. Se permite apreciar un individuo en donde el sexo cromosómico y gonadal concuerdan, pero existe indudablemente una ambigüedad en sus genitales externos. Los derivados de los conductos Müllerianos se desarrollan normalmente, formando los oviductos, el útero, y la vagina craneal. Los órganos andrógeno-dependientes se masculinizan durante el desarrollo. La masculinización varía desde un agrandamiento del clítoris leve hasta genitales externos casi normales de macho con una próstata interna. Los signos presentes incluyen sangrado de proestro, incontinencia urinaria, o infección uterina [1]. De acuerdo a lo propuesto se podría sospechar de un caso de pseudohermafroditismo.               El estudio con la sonda XY no es suficiente para justificar la ausencia de alguna translocación o deleción génica, por lo que se requeriría estudios moleculares del gen Sry, ya que se han observado individuos con esta aberración cromosómica que siguen siendo fértiles [2].Sin embargo la citogenética clásica permite obtener como herramienta diagnóstica un acercamiento rápido a la constitución y morfología cromosómica del animal, permitiendo descartar otras patologías que llevan a la manifestación de un sexo ambiguo. Sin embargo, el diagnostico de certeza lo aporta la histopatología, situación que implica la castración de la perra para poder observar por  microscopia la presencia de tejido testicular en las gónadas.   Se permite apreciar un individuo en donde el sexo cromosómico y gonadal concuerdan, pero existe indudablemente una ambigüedad en sus genitales externos. Los derivados de los conductos Müllerianos se desarrollan normalmente, formando los oviductos, el útero, y la vagina craneal. Los órganos andrógeno-dependientes se masculinizan durante el desarrollo. La masculinización varía desde un agrandamiento del clítoris leve hasta genitales externos casi normales de macho con una próstata interna. Los signos presentes incluyen sangrado de proestro, incontinencia urinaria, o infección uterina [1]. De acuerdo a lo propuesto se podría sospechar de un caso de pseudohermafroditismo.               El estudio con la sonda XY no es suficiente para justificar la ausencia de alguna translocación o deleción génica, por lo que se requeriría estudios moleculares del gen Sry, ya que se han observado individuos con esta aberración cromosómica que siguen siendo fértiles [2].Sin embargo la citogenética clásica permite obtener como herramienta diagnóstica un acercamiento rápido a la constitución y morfología cromosómica del animal, permitiendo descartar otras patologías que llevan a la manifestación de un sexo ambiguo. Sin embargo, el diagnostico de certeza lo aporta la histopatología, situación que implica la castración de la perra para poder observar por  microscopia la presencia de tejido testicular en las gónadas.