INVESTIGADORES
FERRARI ana
capítulos de libros
Título:
Neurotoxicidad
Autor/es:
FERRARI ANA; ANGUIANO OLGA LILIANA
Libro:
PRINCIPIOS DE ECOTOXICOLOGÍA
Editorial:
Edulp
Referencias:
Lugar: La Plata; Año: 2021; p. 126 - 147
Resumen:
La neurotoxicidad se define como cualquier efecto adverso sobre la química, estructura o función del sistema nervioso durante el desarrollo o en la madurez, inducido por un agente químico o físico (Ladefoged et al., 1995). Esta definición indica que el efecto adverso puede causar cambios estructurales en el sistema nervioso (SN), como por ejemplo pérdida de células específicas o puede causar efectos más sutiles relacionados con la comunicación nerviosa. La naturaleza del cambio inducido puede ser neuroquímica, morfológica o relacionada con la conducta y puede manifestarse transitoria o permanentemente. Es importante considerar que incluso pequeños cambios en la estructura o función del SN pueden tener profundas consecuencias para las funciones neurológicas, conductuales y las relacionadas con el cuerpo (Gilbert, 2012).Los xenobióticos o sus metabolitos responsables de causar efectos adversos como resultado de la interacción directa con el SN se denominan agentes neurotóxicos. Numerosos compuestos químicos resultan tóxicos para el SN, entre ellos: metales, solventes orgánicos, plaguicidas, fármacos y toxinas naturales. La neurotoxicidad puede ocurrir en cualquier momento del ciclo de vida, desde la gestación hasta la senescencia, y sus manifestaciones pueden cambiar con la edad (National Research Council, 1992). Sin embargo, es importante considerar que el SN en desarrollo parece ser particularmente más vulnerable a los tóxicos que el maduro, por lo cual muchos de éstos deben ser considerados neurotóxicos del desarrollo (Costa y Pellacani, 2014). Los efectos adversos producidos por los agentes neurotóxicos dependen de numerosos factores como son: las propiedades fisicoquímicas del agente químico, la vía de exposición y la dosis recibida y de otros parámetros relacionados con los individuos expuestos como edad, sexo, estado de salud general, factores dietéticos, sensibilidad individual, así como también las diferencias de susceptibilidad entre las diversas especies. Asimismo, se ha encontrado que el mecanismo de neurotoxicidad así como la sintomatología asociada puede variar incluso para un mismo compuesto dependiendo de si la exposición es aguda o crónica (Nava-Ruíz y Méndez-Armenta, 2011). Por otra parte, debe considerarse que luego de la exposición a altas dosis de algunos agentes neurotóxicos (como mercurio o arsénico) puede existir un período de latencia de días o semanas antes de que los cambios estructurales y funcionales en el SN se vuelvan evidentes (Spencer y Lein, 2014). La exposición a agentes neurotóxicos puede ocasionar diferentes síntomas que incluyen: efectos motores (convulsiones, debilidad, temblor, espasmos, falta de coordinación, inestabilidad, parálisis, etc.), efectos sensoriales (cambios en el equilibrio, trastornos de la visión, del dolor, táctiles y auditivos, etc.), efectos cognitivos (confusión, problemas de memoria, del habla, de aprendizaje, etc.) y efectos sobre la personalidad y el estado de ánimo (excitabilidad, depresión, irritabilidad, nerviosismo, alucinaciones, etc.) (Harris y Blain, 2004; Gilbert, 2012).Debido a que existe una exposición involuntaria a numerosos agentes neurotóxicos, la neurotoxicología se desarrolló como una disciplina en los años 1970s a fin de avanzar en el entendimiento de los efectos sobre el SN (Gilbert, 2012).