CONICET | Buscador de Institutos y Recursos Humanos

El desarrollo de una disciplina académica se basa en un conjunto de saberes y de prácticas consensuadas por la comunidad científica. Las prácticas y procedimientos están regidos por principios comúnmente aceptados, los cuales son a veces plasmados en instrumentos de autorregulación que establecen normas mínimas de conducta y desempeño profesional, denominados códigos de ética.En el caso particular de la arqueología en Argentina se observa por una parte, serias dificultades para que los profesionales del área puedan elaborar y aprobar un código de ética capaz de surtir efectos legales y, en segundo lugar, las cuestiones relativas al patrimonio cultural indígena y en especial, aunque no exclusivamente, el tratamiento de los restos humanos, han experimentados importantes cambios -algunos impulsados por la ley-, que impactan directamente en las prácticas de campo y de laboratorio. Todas estas cuestiones, si bien son conocidas por las mayorías de los arqueólogos, no generar mayores preocupaciones, siendo la actitud general de indiferencia y desinterés en debatir sus implicancias en el desempeño profesional. Como consecuencia de todo ello no existen pautas claras de cómo actuar frente a diferentes situaciones que podrían presentarse, pese a que algunas autoridades provinciales e instituciones de financiamiento científico están comenzando a exigir a los investigadores el cumplimiento de la Ley N" w:st="on">la Ley 25.517. El objetivo de este trabajo es precisamente discutir esta temática y analizarla a la luz del amplio reconocimiento otorgado a los derechos humanos de los pueblos indígenas en los últimos años, de la normativa legal vigente en nuestro país y de códigos de ética profesionales utilizados en otros países o en profesiones afines con el fin de elaborar algunas pautas generales relativas a los recaudos éticos que deberían contemplarse en el desarrollo de la actividad profesional.

enviar mensaje