INVESTIGADORES
ALBERTO edgardo Omar
congresos y reuniones científicas
Título:
Ampliando la frontera del cultivo de hongos comestibles y medicinales
Autor/es:
ALBERTÓ, E
Reunión:
Congreso; 2° Convención Internacional de Hongos Comestibles y Medicinales; 2022
Resumen:
La producción de hongos en la Argentina, comenzó con el cultivo de Champiñones, como lo ha hecho en la mayoría de los países occidentales. Fue recién en la década de los 80 cuando empezaron a producirse fundamentalmente Gírgolas y Shiitake pero en cantidades considerablemente pequeñas en relación al cultivo del Champiñón. Recién en los últimos 5-6 años la producción de Gírgolas se afianzó en el país con la particularidad de tener muchos productores pequeños. Cuando analizamos la producción de hongos en la Argentina observamos que es muy pequeña en relación al resto de América, hay poco oferta de diversidad de especies en el mercado, que no ha madurado en lo que se refiere a los canales de comercialización y que requiere una importante cuota de tecnificación. La Argentina aporta menos del 1% de la producción de hongos en América, la que está liderada por Estados Unidos, Canadá y México con 63,32; 20,10 y 9.57 %. Además tiene un consumo por habitante por año que no supera los 100 g.Logrando un incremento en la oferta de hongos, y bajando los precios es muy posible que el consumo aumente. Hoy en día se han sumado muchos más consumidores y hay mayor difusión del producto con ayuda de las redes sociales. Existe la posibilidad de aumentar la diversidad de especies para cultivar lo que incrementaría la oferta. Varias especies comerciales están disponibles como Pleurotus eryngii, Flammulina velutipes, Pholiota adiposa, Hericium erinaceus, Agrocybe aegerita (Cyclocybe cylindracea), Agaricus subrufescens (A. blazei), Ganoderma lucidum, Grifola frondosa, que podrían cultivarse en el país. También varias desarrolladas por nosotros: Lentinus tigrinus, Pleurotus albidus, Polyporus tenuiculus (Favolus brasiliensis), Gymnopilus pampeanus (G. junonius), Oudemansiella cubensis y O. canarii. Su incorporación al sistema productivo aumentaría la oferta y abriría nuevos mercados.Uno de los problemas que agobia a los fungicultores es que no solo deben producir sino que además ellos mismos deben comercializar los hongos al menudeo, habiendo pocas posibilidades de ventas al por mayor. Esto genera un gran esfuerzo individual. Esto podría mejorar mediante el asociativismo entre productores. La generación de cooperativas podría bajar tanto los costos de producción como los de comercialización. Tal vez el paso más importante que debe dar el sector es la tecnificación. Estamos produciendo hongos con la tecnología del siglo pasado. Salvo la industria del champiñón, el resto produce con poca maquinaria y mediante procesos que son en su mayoría manuales. Esto trae como consecuencia una productividad muy baja y un costo alto de producción. Para ello es necesario invertir en el desarrollo o la compra de maquinaria. La resolución de estos cuello de botella, son en sí mismos grandes desafíos que tenemos por delante para incrementar la producción y lograr transformar al sector en un negocio sustentable para muchos.