Asociación del estado nutricional e ingesta energética de niños preescolares con la percepción materna

BUSTAMANTE, MARÍA JOSÉ; GUGLIELMETTI, PAULA; MAINO, AGOSTINA BELÉN; ROMÁN, MARÍA DOLORES; GRANDE, MARÍA DEL CARMEN

Córdoba

Jornada; IX Jornadas Internacionales de Salud Publica; 2014

Escuela de Salud Pública, Facultad de Ciencias Médicas, Universidad Nacional de Córdoba

INTRODUCCIÓN: La etapa preescolar es el momento donde los niños comienzan a construir sus hábitos alimentarios. En este período, la madre tiene una importante influencia en la alimentación, por lo que una percepción materna (PM) inadecuada de la ingesta energética (IE) y del estado nutricional (EN) de sus hijos podría asociarse a un mayor riesgo de malnutrición. OBJETIVO: Analizar el EN e IE de niños de ambos sexos de 2 a 4 años y su asociación con la PM. MATERIAL Y MÉTODOS: Estudio correlacional simple de corte transversal. Se valoró EN de 70 niños según IMC/Edad (OMS 2006) y se aplicó un recordatorio de 48 hs anteriores para valorar consumo alimentario y estimar la IE. Se realizó una encuesta a las madres para valorar su percepción acerca del EN e IE de sus hijos. Las categorías de la variable PM fueron subestimada, adecuada y sobreestimada, definidas a partir de la discrepancia entre lo observado en el niño y lo percibido por la madre. Para las pruebas de asociación de variables se aplicó Test de Fisher (alfa igual a 0,05) utilizando el programa SPSS 15.0. RESULTADOS: El 33% de los niños presentó sobrepeso/obesidad y el 7% bajo peso/riesgo bajo peso. Se observó una asociación estadísticamente significativa entre la presencia de sobrepeso/obesidad en los niños y una PM subestimada (p menor a 0,001). El 84% de los niños presentó un IE elevada y un 14% una IE adecuada. Se encontró una asociación estadísticamente significativa entre la IE elevada y una PM subestimada (p igual a 0,0021). CONCLUSIONES: La alta prevalencia de sobrepeso/obesidad y la elevada IE observada en los niños preescolares, sumado a una PM subestimada de estos aspectos, pone de manifiesto la necesidad de combinar intervenciones sanitarias, sociales y familiares sobre el estilo de vida que contribuyan a reducir la malnutrición infantil.