La prevención de la violencia de pareja basada en la evidencia: Instrumentos para la evaluación estructurada del riesgo de violencia

ARBACH, K.

TUCUMÁN

Congreso; XII Congreso Nacional de Psicología Forense; 2015

Asociación de Psicólogos Forenses de la República Argentina

La violencia contra las mujeres, en particular en el seno de la pareja, es reconocida internacionalmente como un problema de salud pública (Krug, Dahlberg, Mercy, Zwi y Lozano, 2002). Los psicólogos frecuentemente atienden casos de violencia contra la pareja (VCP) en su práctica habitual, tanto en ámbitos de atención primaria de la salud (Alvarez López, Brito, Arbach y Andres Pueyo, 2010), como en contextos forenses o psiquiátricos, y se enfrentan ante la responsabilidad profesional de proteger a las víctimas potenciales. La Organización Mundial de la Salud ha enfatizado que la VCP se puede prevenir (OMS, 2005). Por su tendencia a la cronicidad y a la expansión de sus efectos al entorno cercano de la mujer la VCP requiere unas estrategias preventivas integrales para reducir la probabilidad de ocurrencia y minimizar sus consecuencias. Numerosas iniciativas gubernamentales, en ocasiones lideradas por psicólogos, han implementado medidas de prevención basadas en dos procesos relacionados: la evaluación del riesgo, para identificar los factores de riesgo y de protección para la violencia, y la gestión del riesgo, que es el proceso de prevenir la violencia interviniendo sobre los factores de riesgo y de protección (Hart, 2008). De lo anterior se deriva que la evaluación del riesgo es un paso ineludible en la toma de decisiones profesionales conducentes a la prevención de la violencia. Esta comunicación presenta instrumentos de evaluación contrastados empíricamente en contextos forenses, sociosanitarios y policiales de habla hispana que ayudan al profesional en la planificación de la intervención en casos de VCP. Se presentan resultados del estudio de validación de uno de ellos, el RVD-Bcn, diseñado por el Circuito Barcelona Contra la Violencia hacia las Mujeres y validado por el Grupo de Estudios en Violencia de la Universidad de Barcelona, que actualmente se está adaptando y validando en la ciudad de Córdoba. Las ventajas de estos desarrollos técnicos basados en el denominado modelo de juicio profesional estructurado recaen en varios aspectos, como por ejemplo, una mayor eficacia predictiva, una mayor objetividad en la evaluación, reducción de sesgos cognitivos del evaluador, transparencia en la toma de decisiones y finalmente, la optimización en la administración de los recursos de intervención (Arbach y Andrés, 2014). La comunicación discute las implicancias de estos hallazgos y presenta las líneas futuras de investigación en el contexto nacional.