Diseño de una Canasta Básica Alimentaria para el Adulto Mayor

FACUNDO DURÁN; HELENA BRIATORE; FIORELLA MEZZANOTTE; MARIANA INCHAUSTI; LAURA VÁZQUEZ; MILVA GERI; MARÍA EUGENIA ELORZA

Buenos Aires

Jornada; 27° Jornadas Internacionales, 28° Jornadas Internacionales de Asociación Argentina de Salud Pública, Asociación de Economía de la Salud; 2018

Asociación Argentina de Salud Pública, Universidad Isalud

Introducción.El diseño de una Canasta Básica de Alimentos para Adultos Mayores (CBAAM) plantea la dificultad de decidir si incluir lo que realmente debería consumir un adulto mayor según los especialistas en nutrición, denominado el consumo ?normativo? o lo que efectivamente consume, es decir, el consumo ?positivo?. Si se usara la última opción, se estaría convalidando situaciones donde los adultos mayores tienen dificultades para acceder a los alimentos, sea por la insuficiencia en los ingresos de los adultos mayores, la falta de disponibilidad del bien según el lugar geográfico donde se encuentre el consumidor, por factores climáticos u otros que dificultan de alguna u otra manera el acceso los bienes que realmente debería consumir un anciano en función de sus condiciones de salud física y mental.Graciano y Risso Patrón (2011) desarrollaron una CBA para la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en cuya construcción tuvieron en cuenta por un lado, las recomendaciones de la Food and Agriculture Organization (FAO), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y las Guías Alimentarias de la Población Argentina, así como datos tomados de la Encuesta Nacional de Gasto de los Hogares (ENGHo), desarrollando una canasta con una configuración normativa, pero respetando el patrón de consumo de los consumidores (1). Asimismo, Menchú y Osegueda (2006) realizaron una revisión de la metodología aplicada en países de América Central para la definición de la CBA donde, por un lado, se utilizó un criterio normativo al momento de establecer los requerimientos energéticos de la CBA, de acuerdo con las Recomendaciones Dietéticas Diarias del Instituto de Nutrición de Centro América y Panamá (INCAP), y por otro lado se consideró el patrón de consumo alimentario del hogar, obtenido a partir de encuestas de ingresos y gastos familiares (ENIGFAM), para definir que los alimentos específicosnque satisficieran los requerimientos nutricionales. Los autores ajustaron las condiciones de cada región teniendo en cuenta el contexto y los hábitos alimenticios (2). En línea con estos autores, la CBAAM diseñada en este trabajo considera un enfoque amplio que contenga tanto aspectos positivos como normativos.Si bien el INDEC proporciona mensualmente los valores tanto de una Canasta Básica Alimentaria, como el de una Canasta Básica total, la población de referencia utilizada para dicho cálculo equivale a los hogares que se encuentran en el segundo quintil de la distribución de ingresos per cápita y sin distinción de la zona geográfica. Por otro lado, los hábitos de consumo de dicha población surgen a partir de la información provista por la Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares (ENGHo) 1996/97 validada, en términos de la estructura alimentaria, con el patrón de consumo que surge de la ENGHo 2004/05Objetivo.El presente trabajo se propone diseñar cuatro canastas básicas de alimentos para el adulto mayor. Dos correspondientes a la tercera edad (65-74 años) - una para el sexo femenino y otra para el sexo masculino - y dos para la cuarta edad (más de 75 años, sexo femenino y sexo masculino), que tengan en cuenta tanto los aspectos normativos (al momento de determinar los requerimientos calóricos y nutricionales) a partir de las recomendaciones de los expertos en nutrición, así como elementos positivos, al incluir los alimentos que efectivamente consume este grupo poblacional y que satisfagan las necesidades nutricionales. Tales canastas serán valorizadas para determinar los umbrales de indigencia de un hogar compuesto por una pareja de adultos mayores de la tercera y cuarta edad.