BECAS
GOMEZ TORRES Diana Rocio
congresos y reuniones científicas
Título:
Trazos críticos: Humor gráfico, prensa y política bajo la dictadura militar chilena
Autor/es:
DIANA ROCÍO GÓMEZ TORRES; BURKART MARA
Lugar:
Catamarca
Reunión:
Jornada; XVII JORNADAS INTERESCUELAS DEPARTAMENTOS DE HISTORIA; 2019
Institución organizadora:
Facultad de Humanidades Universidad Nacional de Catamarca
Resumen:
A diferencia de España, Brasil y Argentina, donde bajo sus respectivas dictaduras militares surgieron publicaciones de humor gráfico que se constituyeron en espacios críticos y en bocanadas de aire fresco para un campo cultural y mediático atravesado por la censura y el miedo, durante la dictadura militar en Chile no surgió una publicación humorística con similares características. Pero si bien no hubo una publicación de humor gráfico insignia eso no significa que este no se haya producido durante la dictadura pinochetista, sino que circuló por publicaciones no especializadas. De este modo, antes que partir de un artefacto cultural como es una revista, se hace necesario prestar atención a los humoristas, a su producción, trayectoria y las redes y espacios de sociabilidad, así como también a las condiciones de posibilidad que los atravesaron.En este trabajo nos centraremos en cuatro humoristas chilenos que tuvieron una producción prolífica y destacada en la prensa chilena de oposición durante los años de la dictadura militar: Hervi (Hernán Vidal, 1943), Rufino (Alejandro Montenegro, 1949), El Gato (Juan Carter, 1961) y Guillo (Guillermo Bastías, 1950). Entendemos que a partir de este estudio podemos echar luz sobre las relaciones entre humor gráfico, prensa y política entre 1973 y 1990 y vislumbrar tanto el surgimiento como el desarrollo de una expresión humorística de oposición a la dictadura militar. La relevancia de esta propuesta se basa en la reivindicación de lo cómico y humorístico como una dimensión central y necesaria de la vida social. El humor puede ser una forma de entretenimiento pero también es una forma de percepción y de acceso al conocimiento; y volcado a temas políticos tiene la particularidad de poner en entredicho la realidad de la vida cotidiana. Esto se debe a que el humorista tiene la capacidad de enseñar a ver de manera novedosa y ridícula la realidad, de revelar incoherencias, de desvelar las otras realidades que acechan detrás de las fachadas del orden social y del sentido común, y de desenmascarar (y, si recurre a la sátira, de atacar) a los poderosos. A todo esto se suma una capacidad cohesiva producto de la complicidad que el humorista genera en quien, identificado en la humorada, se ríe con él.