INVESTIGADORES
PEREZ ROIG Diego
artículos
Título:
Estado y acumulación de capital en Argentina tras la crisis de las reformas neoliberales
Autor/es:
MAISA BASCUAS; RUTH FELDER; ANA LOGIUDICE; FLORENCIA MAZZOLA; DIEGO PÉREZ ROIG; IRENE PROVENZANO
Revista:
Anuario de investigaciones - 2013
Editorial:
Centro Cultural de la Cooperación
Referencias:
Lugar: CABA; Año: 2014 p. 3 - 15
ISSN:
1853-8452
Resumen:
En los últimos años han surgido debates y se ha generado cierto consenso acerca del final del neoliberalismo y el inicio de un período "neodesarrollista" en América Latina. Buena parte de estos debates se han centrado en los nuevos gobiernos latinoamericanos, sus conexiones con los movimientos sociales y las oportunidades que se le han presentado a los Estados para orientar procesos de transformación que mejoraron las condiciones de vida de amplias capas de la población. Sintéticamente, las crisis ocasionadas por las reformas neoliberales dieron lugar al surgimiento de gobiernos que señalaron discursivamente las desastrosas consecuencias económicas y sociales del neoliberalismo, y tomaron distancia de algunas de sus premisas teóricas, para aplicar respuestas "heterodoxas". Varios de estos gobiernos han argumentado a favor de la "intervención activa" del Estado para estimular la economía, redistribuir el ingreso, garantizar la inclusión social, e iniciar procesos de desarrollo autónomos. La combinación de nuevos contextos políticos y el periodo de crecimiento que siguió a la crisis de principios de la década de 2000 ha llevado a muchos a caracterizar a esta etapa -aunque con diferentes valoraciones- como "postneoliberal" o "neodesarrollista" (Sader, 2008; Figueroa Ibarra, 2008; Bresser Pereira, 2007; Ortiz y Schorr, 2008; Féliz y López, 2010, Katz, 2007). De esta manera, un elemento central en estas caracterizaciones ha sido la idea de que el Estado ha recuperado un rol central en el desarrollo y ganado autonomía frente a los imperativos de la economía global (Thwaites Rey, 2010a, 2010b). Hay amplio consenso acerca de la importancia de los cambios que se han producido en la región durante dicha década, pero existen también considerables diferencias a la hora de determinar el alcance de los mismos y, en consecuencia, a la hora de caracterizar el período. Para algunos autores ha habido un retorno al estructuralismo latinoamericano combinado con la aceptación de los límites impuestos por la globalización (Leiva, 2008). Otros destacan la combinación de una estrategia de fortalecimiento estatal (asociada con la llamada reforma estatal de "segunda generación" y el Post Consenso de Washington) y herramientas económicas keynesianas que favorecen una integración más competitiva de los países en la economía mundial (Bresser Pereira, 2007). Desde una mirada crítica, no obstante, se señala el carácter de clase del "neodesarrollismo", que se expresa en la subordinación de la clase trabajadora a los objetivos de una burguesía local integrada a cadenas de valor globales, y, por lo tanto, del propio Estado, que opera como mediación para recomponer la capacidad hegemónica del gran capital transnacionalizado (Féliz, 2012). Otros, si bien con diferencias teóricas y políticas, focalizan su atención en los problemas asociados con la proliferación de las industrias extractivas, la "reprimarización" de la economía y la vulnerabilidad de las estrategias que subordinan el desempeño económico de los países y sus situaciones fiscales a los movimientos de los mercados globales de materias primas. Así, se caracteriza al período actual como una fase más del neoliberalismo en el cual se conjugan las consecuencias de la expansión de los commodities en producciones de bajo valor agregado, la desposesión o despojo de las tierras, junto con la contaminación ambiental en la extracción de los recursos naturales en América Latina (Algranati y Seoane, 2012; Gudynas, 2012; Seoane, 2012; Svampa, 2013). En el caso más específico de Argentina los análisis del período que siguió a la crisis no están libres de controversias. No sólo hay diferencias importantes entre los autores que analizan el alcance y las limitaciones de la recuperación, sino que las mismas se basan en diferentes ejes analíticos (la "vuelta" del Estado, el régimen político, la revitalización de la política, etc.). Cuando los autores se centran en el rol del Estado luego de la crisis de 2001, usualmente destacan el viraje político que significa el reconocimiento de su importancia en el proceso de desarrollo, y las diferencias con respecto a la estrategia de desarrollo neoliberal basada en el "libre juego" de las fuerzas del mercado. La experiencia histórica del neoliberalismo hizo traumáticamente visibles las limitaciones de este programa, por lo que en muchos casos se celebra este viraje "postneoliberal" hacia un Estado "fuerte" que asume entre sus responsabilidades el crecimiento y la inclusión social. Sin embargo, el análisis del proceso histórico real, más allá de los discursos que han legitimado diversas estrategias político-económicas, muestra que el Estado estuvo lejos de ausentarse durante el período de transformación neoliberal. De modo similar, los cambios ocurridos en la Argentina a partir de 2002 han sido importantes, pero han estado acompañados por continuidades con el período previo que no deben despreciarse. Es por ello que consideramos que el debate acerca de las políticas estatales, las transformaciones políticas y los regímenes políticos -en el que se inscribe el análisis del período de recuperación económica y recomposición política que siguió a la crisis del 2001 como la etapa actual de contradicciones y desequilibrios crecientes- debe situarse en el marco del análisis del modo de acumulación de capital, que incluya sus dimensiones económicas, políticas e institucionales. Esto, a su vez, debe ser analizado desde una perspectiva histórica que considere las profundas transformaciones ocurridas en el período de reestructuración neoliberal como el punto de partida para entender el alcance y las limitaciones de las más recientes estrategias de desarrollo y las relaciones de fuerzas que subyacen a las mismas. En este sentido, uno de nuestros objetivos como equipo de trabajo es caracterizar el período posterior a la crisis de 2001 en Argentina, a partir de la discusión entre las conceptualizaciones de "neodesarrollismo", "neoextractivismo" y "posconvertibilidad", sin perder de vista el marco regional latinoamericano tras la crisis del neoliberalismo. Por ello, y desde esta perspectiva es importante mencionar que nos apoyamos en una noción de neoliberalismo que toma distancia de los argumentos más usuales acerca de la retirada del Estado y los "recetarios" de políticas usualmente asociados con ésta. Planteamos, en cambio, que éstos últimos han sido el aspecto visible de un "proyecto político para reestablecer las condiciones para la acumulación de capital y para reestablecer el poder de las elites económicas" (Harvey, 2005: 19). Seguimos entonces a Albo, Gindin y Panitch quienes señalan que, tras la ideología de la retirada del Estado, el neoliberalismo "ha marcado la institucionalización de políticas y formas de regulación estatal orientadas a incrementar el poder de las empresas capitalistas dominantes en la industria y en los mercados financieros y reforzado a los mercados como espacio de determinación de la distribución del ingreso y las prioridades públicas" (2010: 27). Aceptando esta noción de neoliberalismo, la "vuelta" del Estado al discurso político, o el uso de instrumentos de políticas diferentes a los de la década de 1990, no son suficientes para caracterizar al período postneoliberal, como algunos analistas del caso argentino parecen sugerir. Antes bien, deben analizarse los cambios en el modo de acumulación/dominación y las relaciones de clase asociadas con éste. Sobre la base de estas premisas, buscaremos cuestionar algunas concepciones usuales acerca del neoliberalismo y el "postneoliberalismo", y acerca de la "vuelta" del Estado en la Argentina, para plantear preguntas con respecto al restablecimiento de la acumulación de capital luego de la crisis, y las relaciones de fuerzas y las "herencias" económicas, políticas e institucionales del neoliberalismo que son su sustrato y la fuente de sus límites y contradicciones. Argumentamos que estas preguntas son centrales para entender el alcance y las limitaciones de las transformaciones ocurridas en el país luego de 2002, sobre todo en lo que refiere a la acción del Estado. La atención a las formas de gestión y resolución de la crisis y los procesos mediante los cuales se construyeron agendas "postneoliberales", incluyendo los sujetos involucrados y las coyunturas políticas en las que estas construcciones se desarrollaron, es útil para caracterizar adecuadamente la naturaleza de la recuperación que siguió a la crisis, la reconstitución de la legitimidad del Estado y las relaciones de clase sobre la que se basó este proceso de recuperación. En este sentido, queremos destacar la especificidad del patrón de acumulación que se expresa en la recuperación económica ocurrida en la Argentina. Con los interrogantes planteados esperamos trascender los debates acerca de la vuelta del Estado y avanzar en el análisis de la combinación de condiciones estructurales, coyunturas económicas, dinámicas políticas y sociales y esquemas institucionales que son parte de las estrategias de desarrollo.