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La inhibición es considerada una de las principales funciones ejecutivas, ya que sirve de base para el desarrollo y funcionamiento de otras más complejas. Actualmente, existe acuerdo en concebirla como un constructo multidimensional, identificando distintos procesos inhibitorios, como la inhibición perceptual, cognitiva y de la respuesta, cada uno con características específicas (de desarrollo, en las relaciones con otras habilidades, etc. Durante la infancia experimentan importantes mejoras en su funcionamiento, y ya estarían diferenciados al comienzo de los años que se corresponden con la educación primaria (EP) (Aydmune et al 2022). En este momento, se vincularían de manera específica con habilidades fundamentales para el desempeño cotidiano, como aquellas asociadas al desempeño en matemática Aquí, habilidades básicas como el conteo y el cálculo mental de operaciones simples sumas y restas permiten la adquisición de otros conocimientos más complejos (Dirección General de Cultura y Educación, 2018; Duncan et al., 2007). Sin embargo, no se registran estudios destinados a analizar las relaciones de los tres procesos inhibitorios con habilidades matemáticas en esta etapa de la vida, ni programas de entrenamiento inhibitorio basados en procesos que incluyan demandas explícitas de los tres procesos y apunten a optimizar además, habilidades matemáticas Por eso, aquí nos propusimos analizar las relaciones entre medidas de procesos inhibitorios y habilidades matemáticas, y además analizar la posibilidad de aplicar un programa de entrenamiento de los tres procesos inhibitorios (con el objeto de generar en posteriores etapas un efecto sobre habilidades matemáticas) en niños en los primeros años de la EP.

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