Rostros, simulacros y autorretratos: sobre algunos ensayos cinematográficos de Edgardo Cozarinsky

MAYA GONZÁLEZ ROUX

Hispamérica

University of Maryland

Año: 2013 p. 15 - 22

0363-0471

Una parte importante de la obra literaria y cinematográfica de Cozarinsky se estructura a partir del montaje. Esta afirmación nos recuerda la noción borgeana de la identidad como simulacro, noción que se percibe en muchos de sus relatos y films documentales al construirse a partir de una interrogación sobre la identidad, ya sea acerca de un individuo o sobre el estatuto de un texto, un documento o incluso un lugar. Por ello, en los comienzos generalmente se instaura una pregunta sin la cual no es posible avanzar pero también puede suceder que, sin ser formulada de manera explícita al comienzo, ésta se vislumbre a medida que se desarrolla el film. Este artículo analiza en particular el film-documental Citizen Langlois (1994), acerca del célebre fundador de la cinemateca francesa Henri Langlois, y pone el acento en la cuestión identitaria como disparador de la construcción de todo relato. En este documental la exploración del otro no sólo revela el gusto del cineasta por personajes visiblemente "fuera de lugar" pero, al mismo tiempo, al intentar ceñir la identidad de Langlois el relato se desliza hacia la propia identidad de Cozarinsky. De ahí entonces la evidencia de que toda biografía, todo rostro, no es más que el resultado de un simulacro.