INVESTIGADORES
TOSCANI MarÍa De La Paz
congresos y reuniones científicas
Título:
Organización colectiva de las familias de los hoteles pensión de Constitución y rol del Trabajo Social
Autor/es:
BELCASTRO, PAULA; TOSCANI, MARÍA DE LA PAZ
Lugar:
San Miguel de Tucumán
Reunión:
Congreso; XXVI Congreso Nacional de Trabajo Social. Federación Argentina de Asociaciones de Profesionales del Servicio Social; 2012
Institución organizadora:
Federación Argentina de Asociaciones de Profesionales del Servicio Social
Resumen:
El presente trabajo es una síntesis de los alcances obtenidos hasta el momento por nuestra investigación desarrollada en el marco del desarrollo de nuestra tesina para la obtención del título de grado en Trabajo Social. El tema que elegimos para desarrollar nuestra investigación se enmarca en la problemática habitacional de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) específicamente en las estrategias que generan los sectores populares para enfrentar dicha situación. En este punto nos detenemos a reflexionar en torno a la especificidad del Trabajo Social en las organizaciones sociales. El problema de déficit e inestabilidad habitacional se hace presente en la CABA y atraviesa a los sectores medios y bajos de la sociedad. No se trata sólo de la imposibilidad de acceder a una vivienda propia, sino también al hecho de que los requisitos para obtener un crédito son cada vez más excluyentes, a la vez que las condiciones para alquilar un inmueble se tornan cada vez más pretenciosas. Esto, sumado al aumento desmesurado de los precios, tanto de compra como del alquiler de un inmueble, genera que muchas personas y familias no puedan acceder a ellos. Entendemos a las ciudades, en las sociedades capitalistas actuales, como unidades territoriales claves de la organización económica, política y administrativa de un país; dado que se constituyen como espacios de posibilidades, que implican una mejor calidad de vida por las mejores oportunidades en el acceso al trabajo, a la salud, a la educación y a la recreación, es que las familias despliegan distintas estrategias para poder vivir allí. La CABA ha representado un polo de atracción para el desarrollo de actividades productivas, comerciales y financieras. Con las políticas neoliberales impuestas en la década del ?90 las inversiones privadas se han asentado fuertemente en la zona norte de la ciudad marcando una asimetría con la zona sur de la misma. Pero en la actualidad se han generado transformaciones del espacio urbano y procesos de puesta en valor de estas áreas de la zona sur de la ciudad que hasta el momento habían resultado obsoletas para los sectores dominantes y ahora son revalorizadas y reconvertidas, buscando desarrollarlas como nuevos polos comerciales, turísticos o tecnológicos dentro de la ciudad. La revalorización de los suelos genera un proceso de gentrificación en el cual se da una expulsión de los sectores populares que allí habitan, generando así una ciudad con una serie de espacios diferenciados y fragmentados que tienen un distanciamiento el uno del otro. Las personas que habitan cada uno de estos universos tienen escasa movilidad por el resto de los espacios, esto genera un aislamiento y división entre unos y otros espacios, lo que los hace no verse como una misma sociedad y carecer de un sentido de pertenencia con la ciudad misma. Esta expulsión se conjuga con el veto de la Ley de Emergencia Habitacional por parte del Jefe de Gobierno a principios del año 2009 (Esta ley fue sancionada por la legislatura y tenía como objetivo frenar los desalojos en terrenos y edificios públicos, ocupados por familias en situación de emergencia habitacional). El veto de la misma dio comienzo a una modalidad sistemática en materia de desalojos y expulsión, en la cual no sólo se procede a expulsar a las familias que se encuentran en terrenos e inmuebles privados sino también en los inmuebles de dominio estatal. Queda de manifiesto que frente a esta problemática no se desarrollan políticas de vivienda y hábitat para los sectores afectados por estos procesos, por el contrario el actual Gobierno de la CABA, se plantea medidas de persecución, penalización y criminalización de las personas en situación de vulnerabilidad social. Según cifras de organizaciones de la sociedad civil actualmente hay más de 500.000 personas en situación de emergencia habitacional y, desde el Estado no se toman medidas pertinentes para hacer frente a esta situación, por el contrario, el crecimiento del sector de construcciones se destina en un 50% a niveles lujosos, un 30% a niveles suntuarios, un 20% a niveles medios y un 0% destinado a viviendas sociales. Esto da cuenta de una privación del derecho a una vivienda digna y supone también mecanismos de exclusión de las personas con menor poder adquisitivo de la CABA. En la presente investigación se consideró el caso de los hoteles pensión que están ubicados en los barrios de la zona sur de la ciudad. La población que vive en los hoteles pensión se encuentra en una situación de vulnerabilidad e inestabilidad habitacional por lo que conlleva vivir en los mismos, esto se expresa en: el derecho de admisión al que están expuestos, la suba del monto del alquiler sin previo aviso, la imposibilidad de establecer un contrato formal de alquiler, las precarias condiciones de privacidad y salubridad de los hoteles y la dificultad que tienen las familias con chicos de ingresar a los mismos, ya que en muchos se les niega el ingreso a los niños menores. Esta población está constantemente expuesta a procesos de expulsión de los hoteles, de su barrio y de la ciudad. En algunos casos los inquilinos de los hoteles frente a la situación de quedarse sin un lugar donde habitar generan procesos de organización para enfrentar los desalojos que se impulsan tanto desde el Gobierno de la CABA como desde los dueños de los mismos hoteles. Esta estrategia de organización permite enfrentar la situación, no de manera aislada, sino con otras personas y familias que viven la misma realidad que ellos, tanto en el mismo hotel como en otros. Los procesos de organización colectiva que se originan a partir de una situación de desalojo inminente en los hoteles pensión del barrio de Constitución suelen tener un importante componente de espontaneidad y un marcado carácter defensivo. El desafío que tienen estas organizaciones es atravesar la emergencia, y a la par ir estructurando y dinamizando su accionar, planteando distintas maneras de intervenir en la realidad que hacen a su dinámica y forma de organización interna. La acción directa es característica del accionar de la organización colectiva y supone que los sujetos implicados sean protagonistas de su lucha, es decir que no tengan ni intermediarios ni representantes, sino que están todos implicados en el proceso de toma de decisiones y en la delimitación de las líneas de acción pertinentes a ello. La democracia directa desde la cual las decisiones se toman en asambleas, se constituyen como el espacio principal de organización de un Movimiento de esta manera se busca garantizar que todos tengan la misma oportunidad y derecho a opinar buscando arribar a un consenso del qué y el cómo hacer, lo que implica un acuerdo común y síntesis de las distintas posturas que tiene cada miembro. Sin embargo hay que señalar que la manera de organización y toma de decisiones que se propone un movimiento social no está exenta de contradicciones y tensiones, principalmente en lo que respecta a la real participación de todos sus miembros, y en la difícil tarea de arribar a consensos. Otro elemento importante de la organización social es que la misma se sustenta en una base territorial desde la cual enmarca sus acciones, el territorio se convierte así, en el espacio en el que se construye un sujeto colectivo que da cuenta de una nueva organización social, donde los nuevos sujetos instituyen, instituyendo su espacio, apropiándoselo material y simbólicamente. La diversidad de situaciones posibles demuestra que la situación habitacional, particularmente dentro de un contexto de desalojo inminente, es un fenómeno heterogéneo con múltiples posibilidades, variables y actores en juego. Esto constituye un desafío para la intervención como profesionales de Trabajo Social ya que conocer las singularidades de cada proceso y enmarcarlo en un proceso general permite pensar en qué intervención es posible de realizar para garantizar el derecho a una vivienda digna, y poder trascender la demanda inmediata de conformación del informe social para obtener el subsidio habitacional para las familias que viven esta problemática. Dado que la intervención en el área social de un movimiento es un campo muy reciente que todavía no logra su legitimación funcional en el Estado, la inserción se da en una condición de falta de salario para el profesional que interviene, entonces ¿es posible pensar nuestra intervención más allá de la relación de trabajo? Y en este punto cabe preguntarse, ¿la inserción del Trabajador Social dentro de un movimiento social, es realmente desde el rol profesional o desde el rol de militancia? Creemos que en nuestra inserción y desarrollo de la práctica profesional, los trabajadores sociales tenemos dos opciones, la de reforzar y contribuir al proceso de democratización del poder y de construcción de una contra hegemonía al interior de la sociedad para romper con las contradicciones de clase o bien, ser un mero ejecutor de políticas públicas y reforzar las estructuras de poder y orden existentes.