"Propaganda Aliada con Exageraciones y Falsificaciones". Negacionismo y racismo en Julius Evola y sus seguidores argentinos

BORIS MATÍAS GRINCHPUN

Buenos Aires

Jornada; 3º Jornadas de Trabajo del Núcleo de Estudios Judíos "El Holocausto y la Argentina. Historia, memoria y usos del pasado"; 2015

IDES - NEJ

Tras el final de la Segunda Guerra Mundial, un lisiado Julius Evola regresó a Italia para brindar orientaciones para aquellos "hombres que todavía se mantienen de pie entre las ruinas". El aristócrata debía lidiar con las consecuencias de la derrota del fascismo y el nazismo, y demostrar que su filosofía tradicionalista antimoderna no había sido impugnada. La operación habría sido intelectual y política, pero también personal: si bien Evola había sido una figura marginal para ambos regímenes, a los que había criticado por abrazar ciertos aspectos del "mundo moderno", los había apoyado no obstante hasta sus violentas caídas. Evola retomó las objeciones que había presentado a ambos antes de la guerra y condenó la mayoría de las acciones implementadas, pero hubo algunos aspectos que fueron omitidos en su juicio, como el antisemitismo y el racismo. El barón podía criticar las teorías biologicistas de los pseudocientíficos nazis en favor de su teoría de la primacía de la "raza del espíritu" pero, al decir de Francesco Germinario, "la diferencia no estaba en los juicios que emitía sino en las bases sobre las que lo hacía". De hecho, aún desde su tradicionalismo crítico de Mussolini y Hitler podía minimizar los crímenes cometidos en las cámaras de gas al presentarlos como productos de las maquinarias de propaganda de los vencedores, que habrían hecho amplio uso de exageraciones e incluso de falsificaciones. De esta manera, Evola se sumó a quienes articularon un discurso negacionista en la Europa de posguerra.Tanto ese discurso como otras expresiones de la "nueva derecha" encontraron lectores dentro y fuera del Viejo Continente. En la Argentina, un grupo de escritores entró en contacto con las obras de Evola a principios de los años ´80 y construyó un discurso que combinaba el tradicionalismo con posturas típicas del nacionalismo de derechas en el siglo XX, como la anglofobia, el antidemocratismo y la exaltación de la fuerza, resignificados en el marco de una "guerra entre las civilizaciones moderna y tradicional". En estos intercambios también estuvieron presentes el antisemitismo y el negacionismo: el primero se mixturó con visiones conspirativas y racistas de larga tradición en las derechas locales; el segundo sirvió de modelo para articular una minimización local de los crímenes políticos y desapariciones ocurridos durante el Proceso de Reorganización Nacional.Este trabajo pretende explorar las condiciones y modalidades de recepción en la Argentina del racismo, el antisemitismo y el negacionismo articulados por Julius Evola dentro de su pensamiento tradicionalista. Necesariamente, esta búsqueda deberá prestar atención a los antecedentes presentes en el nacionalismo de derechas en la Argentina y sus problemáticas específicas. De esta manera, se podrá echar luz sobre las mutaciones de la derecha en las últimas décadas y sobre el impacto de Evola en dichas transformaciones.