INVESTIGADORES
IBAÑEZ MARTÍN MarÍa MarÍa
congresos y reuniones científicas
Título:
Gasto público y eficiencia. El caso de las Universidades de gestión pública en Argentina.
Autor/es:
MORRESI SILVIA; IBAÑEZ MARTIN, MARÍA MARÍA; ARNAUDO, MARÍA FLORENCIA
Lugar:
Cordoba
Reunión:
Jornada; 49 Jornadas Internacionales de Finanzas Públicas; 2016
Institución organizadora:
- Facultad de Cs Economicas - UNC - Consejo Profesional de Ciencias Economicas de la Ciudad Autonoma de Buenos Aires. - Consejo Profesional de Ciencias Economicas de Córdoba - CEPAL - Naciones Unidas.
Resumen:
En la conformación del sistema de educación superior argentino atendiendo tanto a la expansión de latasa de matriculación como al incremento de la oferta educativa pueden distinguirse dos momentos claramente diferenciados. El primero de ellos se inicia hacia el año1613 con la creación en la provincia de Córdoba de un colegio jesuítico que en 1622 alcanzó la jerarquía de Universidad y se extiende hasta mediados del siglo XX. Al finalizar este periodo acudían a las seis casas de altas estudios existentes poco más de 85.000 alumnos (Boulet, 2005).Durante el segundo periodo el sistema universitario se transformó y democratizó, iniciándose un proceso caracterizado por un notable incremento en la tasa de matriculación y, a su vez, un cambio de política pasando de una centrada en la demanda a una política centrada en la oferta, que se consolida a partir de los 70?. Entre 1956?1970 surgieron las primeras veinte instituciones de gestión privada. Luego, en la década de los 70? se crearon quince universidades nacionales, generándose una importante ampliación de la red de instituciones de Educación Superior (IES), que en pocos años pasó de sólo diez a veinticinco instituciones. Este proceso se reinició nuevamente en la década del 90 con una fuerte expansión en materia de instituciones sin un marco institucional convenientemente definido. Se crearon nueve universidades nacionales y se autorizaron veintitrés privadas (Fernández Lamarra, 2003).Con el correr de los años las universidades ampliaron la oferta educativa agregando a las carreras de grado y posgrado tradicionales, algunas carreras de pregrado y de grado enmarcadas en las ciencias aplicadas y posgrados profesionales. Por último, recientemente se incorporaron al sistema dieciséis nuevas instituciones, siendo la mitad de gestión privada. La dinámica de la matrícula en las universidades nacionales da cuenta de un fuerte incremento en el volumen de alumnos en las últimas décadas pasando de 489.431 alumnos en 1975 a 1.824.904 en 2012, alcanzando una cobertura del 54,7% (Ministerio de Educación, 2012). Las tasas de crecimiento anuales muestran valores siempre positivos, observándose en la última década un crecimiento sostenido en torno al 2%. Asimismo se observa un importante crecimiento en la matrícula de las instituciones de gestión privada, cuya tasa de crecimiento anual supera, en promedio, a la correspondiente a las instituciones de gestión pública en 5 puntos porcentuales.A partir de este incremento en la demanda por educación superior puede decirse que el sistema argentino es grande y ha llegado a un grado de masificación. La calidad y la pertinencia de la educación superior no ha sido un tema marginal en el desenvolvimiento de las instituciones de educación superior (IES), solo que en un principio la calidad se basaba en el mérito, la tradición y el prestigio, en tanto que a partir de la reforma de los ?80 comenzaron a diseñarse procedimientos para la cuantificación de los resultados y eficiencia de los procesos educativos (Vargas Salazar, 2011). La mayoría de los ingresos que reciben las IES de gestión pública para cubrir los gastos incurridos en la prestación de sus servicios provienen del tesoro nacional, observándose en la última década un importante incremento en los aportes destinados a las mismas, que paso del 0.5 al 1.0 del PBI (Ministerio de Educación, 2012). Este incremento presupuestario redundo en un considerable aumento del gasto promedio por alumno a una tasa del 30% anual.En general la misión de las instituciones universitarias consiste en formar profesionales realizar actividades de investigación y de extensión, contando cada una de ellas con su partida presupuestaria dentro del presupuesto de cada unidad educativa. A partir de las consideraciones reseñadas acerca de la expansión del sistema de educación superior como de los gastos realizados por el estado en la misma, resulta de interés analizar si los resultados alcanzados dan cuenta de un uso eficiente de los recursos. La eficiencia del gasto público se refiere a los efectos que el mismo tiene sobre las condiciones económicas y sociales de los países y sobre la vida cotidiana de la gente, con relación a los recursos utilizados. La búsqueda de eficiencia constituye un aspecto esencial de la política fiscal y es un elemento indispensable para alcanzar los objetivos de desarrollo económico, social e institucional de los países.Los efectos del gasto público pueden evaluarse de dos maneras alternativas: indirectamente con base a los productos generados por el sector público, lo que incluye aspectos tanto de cobertura como de calidad de los bienes y servicios provistos por el sector público; ó, la segunda alternativa, directamente a partir de la estimación de eficiencia a través de los resultados obtenidos con el gasto público. Cabe mencionar que la relación entre gasto público y productos es mucho más directa y fácil de medir que entre gasto y resultados, debido a que es difícil discernir entre el impacto de las políticas económicas y el de otros factores que afectan las condiciones económicas y sociales (Machado, 2007). Por otro lado, recientemente desde la teoría de la gestión del gasto público (PublicExpenditure Management, PEM) se sostiene que al momento de analizar el gasto público es necesario diferenciar entre disciplina fiscal, eficiencia asignativa y eficiencia operativa. La primera se refiere al análisis del nivel general de gasto en relación al nivel de ingresos. La eficiencia asignativa examina si los recursos públicos son destinados a aquellas actividades consideradas prioritarias para la sociedad bajo estudio. Por último, la eficiencia operativa tiene como objetivo verificar si, dada una determinada asignación de recursos, los mismos se utilizan de manera de alcanzar los mejores resultados y/o de reducir los costos de producir bienes y servicios públicos (Schick, 1998). En este sentido, el objetivo principal de esta ponencia es presentar un conjunto de indicadores que permitan reconocer y evaluar, si el incremento en el gasto destinado a la educación superior tiene concordancia con una mejora en la función de enseñanza e investigación 1 . Para cumplimentar el objetivo propuesto se tomará como población de análisis a las universidades nacionales de gestión pública, siendo cada una de ellas la unidad de análisis. Así se espera hacer una evaluación a nivel general y a nivel individual, permitiendo detectar agrupamientos de instituciones a partir de características que sean determinantes del nivel de eficiencia, tales como la ubicación geográfica, el tamaño, la antigüedad, entre otras.La función de enseñanza de las IES seleccionadas se evaluará a partir de la consideración de la dinámica de la tasa de ingreso, permanencia y graduación de los alumnos, y su relación con los cambios en la planta y dedicación docente, el grado académico de los docentes, entre otros. En tanto que para valorar la función de investigación se analizarán entre otros la evolución del número de proyectos de investigación aprobados y la participación de la planta docente en el programa de incentivos docentes. Estos indicadores serán elaborados a partir de información suministrada por la Secretaria de Políticas Universitarias en los Anuarios de Estadísticas Universitarias.Finalmente, la medición de eficiencia permitirá esbozar consideraciones críticas sobre el uso de los recursos destinados a la educación universitaria pública y sobre el efecto que el gasto público tuvo sobre los objetivos de universalización e inclusión educativa.