INVESTIGADORES
ROBERT Veronica
capítulos de libros
Título:
Argentina, del Centenario al Bicentenario: mutaciones en la estructura económica y social
Autor/es:
ANDRÉS MUSACCHIO; VERÓNICA ROBERT
Libro:
Los proyectos de nación en la Argentina. Modelos económicos, relaciones internacionales e identidad
Editorial:
Edicon
Referencias:
Lugar: Buenos Aires; Año: 2014; p. 73 - 92
Resumen:
Cumplidos los 200 años de la Revolución de Mayo las comparaciones entre la Argentina del centenario y la del bicentenario se han vuelto un lugar común. En esta comparación suele resurgir cierta nostalgia sobre la Argentina del modelo agroexportador, a partir del cual, la Argentina lograbae insertarse en el mundo de una forma que se presentaba así misma comoexitosa. Debe decirse sin embargo, que la nostalgia por la Argentina del centenario no es algo nuevo. En cada paso que la argentina dio en dirección a la industrialización, la imagen de la Argentina del centenario recobró presencia como un ideal de nación a recuperar. Fueron las condiciones internacionales desfavorables, signada por las Guerras mundiales y la Gran depresión las que provocaron un viraje de la economía quitando el foco de atención en el comercio exterior, fuente de crecimiento de la Argentina agroexportadora. El espontáneo desarrollo de la industria al amparo de la competencia extrajera era visto como una solución pasajera a los condicionantes externos. Pero la complejización social, económica y productiva del país decía que este proceso había llegado para quedarse y las políticas abiertamente industrialistas del peronismo en primer lugar y del desarrollismo después mostraron que desarrollo industrial y desarrollo económico iban a ir de la mano en la economía de la posguerra. Los años que siguieron al derrocamiento del peronismo se caracterizaron por una severa inestabilidad política y económica y una creciente movilización social. Las políticas desarrollistas permitieron una profundización de la industrialización sustitutiva de importaciones y el desarrollo económico siguió vinculado al desarrollo industrial a pesar de las crisis cíclicas del stop and go, las devaluaciones y la prominencia del sector agropecuario en la balanza comercial. La crisis internacional de principios de los 70 y el nuevo auge alcanzado por las políticas liberales iban a imponer un límite a la ISI, dejando trunco, así un proceso de desarrollo que tenía fuertes debilidades pero también importantes aciertos, entre ellos la de ser un modelo compatible como mayores índices de inclusión social que su heredero: el modelo rentístico financiero. La instalación de un modelo que colocara a las finanzas y la especulación por sobre la producción industrial requirió obviamente de un fuerte disciplinamiento social y político que se tradujo en represión, pero también de un disciplinamiento económico que significó la apertura comercial y liberalización financiera que provocó cierre masivo de empresas y crecientes tasas de desempleo. La dinámica de este nuevo patrón de acumulación signada por el fuerte endeudamiento y excusión social confluyó a la crisis del 2001. El proceso posterior de reconstrucción constituye la antesala del bicentenario y es la plataforma para la comparación: ¿estamos mejor que en el centenario? La comparación entre extremos oculta los procesos sociales, políticos y económicos internos y externos que dieron y dan forma a las condiciones actuales. Más que una comparación lo que corresponde es trazar un camino que permita entender no sólo el estrecho alcance de aquel modelo del centenario sino también los factores que históricamente confluyeron para que el bicentenario nos encuentre aquí. Este es el recorrido que proponemos para el presente artículo.