RESPUESTA AVERSIVA FRENTE A OBJETOS NOVEDOSOS EN ZENAIDA AURICULATA, MOLOTHRUS BONARIENSIS Y PASSER DOMESTICUS, EN LA CIUDAD DE MAR DEL PLATA (ARGENTINA)

ALEJANDRA ISABEL ECHEVERRÍA; ALDO IVÁN VASSALLO

Montevideo, Uruguay

Jornada; Primeras Jornadas Uruguayas de Comportamiento Animal; 2006

Instituto de Investigaciones Biologicas Clemente Estable y Facultad de Ciencias, Universidad de La Republica

La flexibilidad en el comportamiento juega un rol muy importante ya que aquellos individuos que sean capaces de variar su comportamiento responderán mucho más rápido frente a cambios en el ambiente y confrontarán más eficientemente oportunidades ecológicas nuevas. En este estudio se exploró la influencia de habitar un “ecosistema” impredecible y complejo sobre la respuesta aversiva frente a objetos novedosos (neofobia) en tres especies de aves. Recientemente, en un estudio realizado en un ambiente relativamente simple (pastizal suburbano), se observó que algunas especies muy oportunistas, en particular el gorrión (Passer domesticus) y en menor grado, el tordo renegrido (Molothrus bonariensis) manifestaron reacciones neofóbicas significativas. Los mecanismos que subyacen a la respuesta neofóbica podrían involucrar interacciones complejas con el ambiente: la experiencia post-emplume en una menor diversidad de hábitats o en ambientes menos complejos, contribuirían a una respuesta más intensa. En la ciudad de Mar del Plata (Argentina), se evaluaron las diferencias en la aversión a alimentarse en presencia (tratamiento) y ausencia (control) de objetos novedosos(cajas amarillas de 12 x 12 x 10 cm., tubos púrpura de 20 x 4 cm  y guirnaldas de papel metalizado) cercanos a estaciones de alimentación. Los resultados se compararon con datos obtenidos en un pastizal suburbano. Se encontraron niveles de neofobia no esperados en especies oportunistas y muy frecuentes en ambientes urbanos (gorrión, tordo renegrido y paloma torcaza, Zenaida auriculata). La latencia a alimentarse fue mayor durante el tratamiento (torcaza: U52, 60 = 101.00 y gorrión: U118, 87 = 48.00, P < 0.001; tordo renegrido: U19, 7 = 19.50, P < 0.01) y las especies contrastaron en relación a la duración de la visita. Mientras que el tordo renegrido manifestó una respuesta neofílica (visitas más prolongadas en presencia del estímulo novedoso; U28, 12 = 91.00, P <  0.05), el resto de las especies no mostró diferencias significativas. No se encontraron diferencias significativas en los valores de latencia y duración de la visita entre los distintos ambientes (P > 0.05). Sin embargo, un patrón muy interesante hallado fue la diferencia en el número de individuos que visitaron el alimentador en presencia de objetos novedosos. En pastizal, 50.00% de los gorriones y 60.00% de las torcazas presentes se alimentaron en la estación de alimentación, mientras que en ciudad, sólo lo hizo el 13.04% (X2 = 10.75, P < 0.01) y el 3.33% (X2 = 20.87, P < 0.001), respectivamente. Esto implicaría diferencias inter-individuales en la neofobia, es decir  una respuesta más intensa en ambientes urbanos. El gorrión presentó siempre altos niveles de neofobia (a pesar de la complejidad del ambiente), pero el tordo renegrido se mostró parcialmente neofílico en ciudad. En ocasiones, gorriones y tordos forman bandadas mixtas, por lo que esta diferencia jugaría un importante rol durante el aprovechamiento de nuevos recursos. Por otro lado, el tiempo transcurrido desde la colonización del hábitat es diferente para estas especies, por lo que la respuesta manifestada podría estar variando de acuerdo a esto (el tordo renegrido es nativo de Sudamérica y se halla en expansión y el gorrión fue introducido en la Argentina a mediados del  s. XIX). Por último, las especies comensales con humanos podrían ser tanto atraídas a estímulos novedosos e inicialmente mostrarse aversivas, de manera de protegerse dentro del nicho peligroso en el que habitan.