INVESTIGADORES
MOROSINI Augusto Francisco
congresos y reuniones científicas
Título:
Hipótesis de extrusión vinculada a la inversión metamórfica del Complejo Metamórfico Pringles, sierra de San Luis
Autor/es:
MOROSINI, A.; ENRIQUEZ, E.; ORTIZ SUÁREZ, A.; RAMOS, G.; CARUGNO DURÁN, A.; ULACCO, J.
Lugar:
Córdoba
Reunión:
Congreso; XIX Congreso Geológico Argentino; 2014
Institución organizadora:
Asociación Geologica Argentina
Resumen:
El Complejo Metamórfico Pringles (CMP), de acuerdo a Sims et al. (1997), corresponde a rocas metamórficas de medio y alto grado. El grado medio, está formado por esquistos micáceos intruidos por granitoides (Grupo Micaesquistos (GM, von Gosen y Prozzi 1998), mientras que las unidades de alto grado corresponden a gneises y migmatitas (Complejo San José - CSJ, Ortiz Suárez 1999), con intrusiones máficas-ultramáficas. Una unidad de bajo grado compuesta por filitas y esquistos de grano fino se encuentra limitando al CMP por el este y oeste, y es reconocida como Formación San Luis (FSL, Prozzi y Ramos 1988). Todas estas unidades pertenecen a diversos protolitos que alcanzaron sus características metamórficas bajo un gradiente geotérmico medio de 24 ± 3 ºC/km durante el clímax dinamotérmico famatiniano (Morosini y Ortiz Suárez 2013 y sus referencias), desde la parte alta de la facies anfibolitas a facies granulitas para el CSJ (CMP), parte baja a media de la facies anfibolitas para el GM (CMP), y facies esquistos verdes para la FSL.
Estas unidades metamórficas muestran una disposición de doble vergencia, asimétrica, con un eje de mayor grado (migmatitas y rocas máficas-ultramáficas), flanqueado hacia ambos lados en un orden decreciente del grado metamórfico. La distribución regional de las isogradas presenta un patrón longitudinal con los ejes térmicos de mayor y menor temperatura coincidentes con las estructuras dominantes NNE-SSO, y las desviaciones de la misma. No obstante, las unidades de mayor grado suprayacen a las de menor grado, mostrando una disposición invertida del metamorfismo respecto a la estructuración famatiniana, indicando que las isogradas estuvieron invertidas (Ortiz Suarez y Casquet Martín 2005).
Esta disposición téctono-metamórfica puede separase a su vez en dos dominios estructurales, uno interno, representado por el CMP, y otro externo, representado por la FSL. En el núcleo del dominio interno (CSJ), las foliaciones son verticales a subverticales, con lineaciones de alto ángulo, que según Delpino et al. (2001), tienen en promedio la dirección del buzamiento de la foliación. Sin embargo, von Gosen (1998) y Ortiz Suárez (1999) indican, para estas rocas, que las lineaciones inclinan hacia el sudeste con alto ángulo y evidencian una componente siniestral. En este mismo sentido, se observa que alejándose hacia ambos lados del eje del dominio interno las unidades comienzan a buzar paulatinamente con ángulos menores, siendo en el este más bajos que en las mismas unidades ubicadas al oeste del eje. Esto estaría indicando un mayor vuelco de la estructura hacia el flanco oriental del eje téctono-térmico y por lo tanto un mayor espesor aparente de los dominios metamórficos hacia esa dirección (Fig. 1). El dominio externo, en cambio, presenta un plegamiento apretado con planos axiales que buzan al este y oeste, y cuyos ejes inclinan con moderado a bajo ángulo hacia el NNO o SSE, indicando que durante la generación de los mismos, existió una componente de rumbo.
Se interpreta que el dominio interno ha sufrido una extrusión próxima a la vertical, durante el metamorfismo, desarrollada mediante un flujo por movimiento general no-coaxial convergente, cuya componente menor es de rumbo siniestral, bajo un medio mecánico continuo. El vuelco de la estructura hacia los flancos del dominio interno se produciría por el colapso del propio peso del material al ser extruido, generando una estructura en flor positiva asimétrica, asociada a esfuerzos compresivos oblicuos a la orientación del orógeno (Fig. 1).
En el modelo propuesto, el domino externo (FSL), adquiere mayor profundidad a medida que el dominio interno (CMP) es extruido, como consecuencia el clímax metamórfico debería ser diacrónico en los distintos dominios.
Esta hipótesis se basa en mecanismos de inversión metamórfica generados durante el desarrollo de un orógeno (p.e. Jamieson et al. 2004; Goscombe et al. 2005), y en estudios microestructurales y geotermobarométricos, previos de la zona (von Gosen 1998; Ortiz Suárez 1999; Delpino et al. 2001; Hauzenberger et al. 2001, Ortiz Suárez y Casquet Martín 2005; Morosini y Ortiz Suarez 2013). De esta manera se interpreta que existe una trayectoria con descompresión y enfriamiento simultáneo del CMP, asociada a un gradiente más o menos constante en el tiempo para el episodio extrusivo. Sistemas con gradientes entre 15 y 30 ºC/km ocurren cuando existe un balance entre la conducción del calor y la advección del calor, y son típicos de cinturones orogénicos colisionales (Goscombe et al. 2005), siendo este el caso para la zona estudiada.
En un perfil P-T-G (presión-temperatura-gradiente térmico), se observa que la T y P son mayores en el dominio interno y disminuyen en el dominio externo. Sin embargo, los gradientes son mayores hacia el este del eje térmico, debido a que se invierte la relación P/T hacia ambos lados del mismo (Fig. 1). En este sentido, la asimetría permite interpretar que si la advección del calor es semejante hacia ambos lados, desde el núcleo del dominio interno, habría una mayor sobrecarga tectónica hacia el sector occidental del eje, debida a un incremento en la velocidad del flujo hacia ese sector (Fig. 1).

