INVESTIGADORES
ESPECHE GILARDONI Ximena
artículos
Título:
Traducir Bolivia: Carlos Martínez Moreno y la revolución del 52
Autor/es:
ESPECHE GILARDONI XIMENA
Revista:
A Contracorriente
Editorial:
Nueva Corriente
Referencias:
Lugar: Carolina del Norte; Año: 2016 vol. 14 p. 220 - 225
Resumen:
El abogado, narrador y periodista uruguayo Carlos Martínez Moreno escribió una serie de artículos sobre la Revolución boliviana de 1952, y actuó como corresponsal del semanario Marcha unos meses después, cuando la revolución ya había tomado el poder. Propongo leer ese material, y el hecho mismo de las corresponsalías, en una clave que trama al menos tres problemas centrales vinculados a la producción de noticias y análisis políticos de una revolución. Por un lado, que sus trabajos funcionaron como traducciones a los lectores y lectoras rioplatenses tanto de una revolución como del lugar y la población donde ella había tomado lugar: Bolivia. Es decir, nos dicen tanto de las representaciones sobre Bolivia como sobre las imágenes del propio Uruguay, de América Latina, y de los sentidos comunes en disputa, incluyendo qué quería decir una revolución en América Latina. Ello implica por supuesto tener en cuenta que Bolivia no era un lugar ?desconocido?, pero llama poderosamente la atención la intensidad con la que las diversas explicaciones de lo sucedido incluían la repetición (y variación en el relato), y por ello disputa, de la significación de la historia y la cultura del país, y entonces de su comparación con Uruguay. Por otro, nos permite estudiar el modo en que esas traducciones competían con otro tipo de traducciones, vivificadas en los cables de agencias de noticias utilizados por la prensa periódica uruguaya. En otras palabras: la revolución boliviana fue un objeto inestable, ya que esos artículos noticiosos disputaron por su historia, sentidos y alcances. Y, no menos importante, todo ello debería ser entendido en el marco de las discusiones vinculadas a una apuesta en política internacional que hacía el propio semanario Marcha -que además entendía su lugar como parte de la formación de conciencia antiimperialista y de educación política- en relación con el llamado tercerismo, que a su vez pareció necesitar especificaciones para diferenciarlo de la llamada Tercera posición peronista.