¿Indígenas evanescentes? Aproximación a una historia en la larga duración de los tomatas de Tarija?

LÍA GUILLERMINA OLIVETO

Buenos Aires

Simposio; Simposio Internacional Aportes sobre la matriz colonial del poder en perspectiva multidisciplinaria: los Andes coloniales (Charcas y Gobernación de Tucumán) y el Río de la Plata entre los siglos XVI y XIX; 2021

PROHAL. CONICET - UBA

Esta ponencia propone reflexionar sobre el caso de los tomatas, colectivo indígena vinculado al sur andino y, particularmente, a la historia de Tarija en el sur del actual Estado Plurinacional de Bolivia. En general esquivos en la documentación y con vinculaciones no del todo esclarecidas con otros grupos indígenas (como Chichas u otros provenientes del actual Copiapó en Chile), los tomatas fueron objeto del debate historiográfico en relación a su etnicidad y origen. En 1574, cuando se fundó la villa de San Bernardo de la Frontera, los tomatas fueron registrados como originarios de los valles orientales de Tarija por el fundador Luis de Fuentes y Vargas, quien les reconoció de este modo sus servicios prestados como auxiliares de conquista. Al ser categorizados de esta manera, los tomatas obtuvieron tierras legalmente en una serie de parajes a unos 15 km al norte de la villa recién fundada (en la zona llamada Tarija La Vieja). Sin embargo, pocos años después la posesión de los tomatas comenzó a ser invadida y disputada legalmente por algunos de los vecinos y primeros pobladores de Tarija, lo cual quedó registrado en pleitos judiciales. Las referencias tarijeñas a este colectivo indígena se extienden a lo largo del siglo XVII a partir de las dos visitas generales llevadas a cabo en 1645 y 1684 respectivamente, donde se los identifica como pertenecientes a encomiendas. A esto se adiciona una revisita realizada en 1679 y un expediente colonial de solicitud de vacancia de la llamada ?encomienda de los tomatas?. En el siglo XVIII hay menciones en documentación de 1734 de índole fiscal, en las Cajas Reales de Potosí.