INVESTIGADORES
PAGLIONE Horacio A.
artículos
Título:
¿Un marxismo sin sujeto? El naturalista Germán Avé-Lallemant y su recepción de Marx en la década de 1890
Autor/es:
PAGLIONE, HORACIO
Revista:
Políticas de la Memoria
Editorial:
CeDInCI
Referencias:
Lugar: Buenos Aires; Año: 2004 p. 71 - 90
ISSN:
1668-4885
Resumen:
La recepción del marxismo por parte de Germán Avé-Lallemant marca un corte significativo con el socialismo de corte lassalleano que campeó en el incipiente movimiento obrero argentino impulsado por los exiliados alemanes del Verein Vorwärts en la década de 1880. Hasta fines de 1890 no sólo en el semanario Vorwärts que editaba dicho Club alemán, sino en los dos Manifiestos que había lanzado el Comité Obrero Internacional, respectivamente en marzo y abril de 1890, convocando a los trabajadores de la Argentina a celebrar por primera vez la jornada internacional del proletariado del 1° de Mayo, se sobreimprimía la nueva orientación de la socialdemocracia internacional (recién fundada en 1889) sobre el fondo del socialismo lassalleano que habían traído consigo los emigrados alemanes a Buenos Aires. El principal responsable del semanario en aquellos años así como de los manifiestos de 1890 había sido uno de los animadores del Vorwärts, a quien el obrero emigrado alemán Augusto Kühn, una vez enrolado en el marxismo, reconocía méritos de pionero sin dejar de señalar los límites de su socialismo ?pre-marxista?: ?el literato suizo José Winiger. El introductor del ?socialismo científico? en la Argentina, en cambio, no es un periodista o ?literato? ?como escribe Kühn con apenas disimulado desdén? sino un científico: más precisamente, un naturalista alemán que se ha radicado en la remota San Luis. Si bien se encuadra (como Winiger) en la doctrina de la socialdemocracia europea, Lallemant introducirá entre obreros e intelectuales de la Argentina un socialismo marxista, científico, moderno, ?a la altura de los tiempos?, con fuertes puntos de contacto con el que, desde Alemania, desplegaba un Karl Kautsky. Sin embargo, Lallemant no se ajusta a la figura de un marxista clásico: responde más a la imagen de un ?sabio? al estilo decimonónico que a la de un político socialista del nuevo siglo. Paradoja de paradojas, desde una remota provincia de un país de la periferia capitalista, un naturalista alemán ha devenido afanoso lector de El Capital de Karl Marx y un intenso difusor de esta teoría elaborada por otro emigrado alemán, pero desde Inglaterra, cuna del capitalismo moderno. Lallemant busca en la obra de Marx claves para descifrar el atraso argentino y sus perspectivas de desarrollo futuro, volcando los resultados de sus estudios y reflexiones en diversos semanarios porteños como el Vorwärts, El Obrero (1890-1892) y La Agricultura (1894-1899). Y si bien su rol de difusor de Marx y el marxismo fue clave en la década de 1890, su colocación dentro del emergente campo socialista será conflictiva e incluso efímera. Sus temporadas en Buenos Aires, epicentro de la política nacional y cuna del proletariado moderno, serán siempre breves: Lallemant retornará una y otra vez a San Luis, cerca de la naturaleza, lejos de la política, donde lo sorprenderá la muerte, en plena labor, en 1910. Palabras clave: marxismo, socialismo, movimiento obrero argentino