INVESTIGADORES
MANRIQUE Silvina Magdalena
congresos y reuniones científicas
Título:
Residuos sólidos urbanos: pasivos ambientales o activos bioenergéticos?
Autor/es:
MANRIQUE, SILVINA; FRANCO, JUDITH; NUÑEZ, VIRGILIO; SEGHEZZO, LUCAS
Lugar:
Santa Fe
Reunión:
Workshop; 1º Feria Internacional y 6to. Congreso Regional del Ambiente; 2010
Institución organizadora:
Ministerio de Aguas, Servicios Públicos y Medio Ambiente; Ministerio de la
Resumen:
En el Valle de Lerma, provincia de Salta, se generan más de 70.000 toneladas de residuos sólidos urbanos (RSU) por año (sin incluir a la capital provincial). La disposición de los residuos se realiza a cielo abierto en todas las comunidades, y en general a orillas del cauce de agua más próximo. Problemas de contaminación, de higiene y salud humana, de deterioro de centros urbanos y paisaje natural, podrían ser evitados o disminuidos a partir de la correcta disposición de los RSU, con lo cual la provincia ha puesto en marcha el Plan de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos, que planea la creación de un relleno sanitario regional en el Valle.  Sin embargo, no se ha proyectado su aprovechamiento energético. En este trabajo, y haciendo uso de la base de datos generada a nivel provincial sobre los RSU, se realiza una estimación de este potencial bioenergético. Dos grupos de metodologías fueron ensayadas: a) estimación de la generación de biogás desde los RSU y la generación eléctrica, y b) estimación indirecta del PCI (poder calorífico inferior) y la generación eléctrica. En el primer caso, 5 métodos empíricos y teóricos fueron aplicados y sus resultados comparados. En el segundo, se aplicaron 4 clases de métodos empíricos. Como resultados, la potencia eléctrica posible de obtenerse desde biogás, muestra un rango de 0,87 MWe a casi 2,7 MWe y una generación de electricidad de entre 7.600 MWh a más de 23.600 MWh. Por otro lado, con un PCI medio estimado de 2500 kcal/kg de RSU, la generación de electricidad sería de casi 10.500 MWh. El aprovechamiento de las 193 t/día de RSU, significarían, considerando el PCI de 2500 kcal/kg, un total de 480.000 Mcal/día o el equivalente a dejar de consumir 48 Tep (tonelada equivalente de petróleo) por día. Siendo el gas natural el combustible fósil más empleado en el Valle, la sustitución de aproximadamente 18.000 Tep al año significaría una emisión evitada de más de 38.800 tCO2/año. Mediante incentivos y mecanismos de financiamiento que permitan poner en marcha esta iniciativa, sin duda el aprovechamiento de la bioenergía disponible, redundará en beneficios ambientales para los habitantes del Valle. El hacer un uso más eficiente de los recursos y de la energía, generar la menor cantidad de residuos posible y vivir dentro de la capacidad de carga de los ecosistemas, ya no es una opción, sino una imperiosa necesidad en pos de preservar el capital natural y evitar las peores consecuencias del cambio climático.