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La comunicación química en los lagartos está muy desarrollada, siendo fundamental en distintos aspectos de su comportamiento. El género Liolaemus no es la excepción, y una de las fuentes de secreciones son las glándulas precloacales, las que fundamentalmente se encuentran en la mayoría de los machos. En unas pocas especies del género las hembras también presentan glándulas precloacales, como es el caso de L. chiliensis. A la fecha, sin embargo, no existen estudios sobre la funcionalidad de estas glándulas en las hembras. Para determinar si las secreciones de las hembras de L. chiliensis son funcionales, estudiamos la respuesta de machos y hembras a las secreciones precloacales de ambos sexos, respuestas que comparamos con aquellas observadas cuando los animales se expusieron a heces (otras fuente importante de feronomas). Obtuvimos secreciones precloacales y heces de lagartijas recién capturadas que fueron mantenidas en el laboratorio a -20°C hasta la realización de los experimentos. Cada lagartija fue expuesta a los siguientes tratamientos: secreciones precloacales de machos, secreciones precloacales de hembras, heces de machos y heces de hembras. Los lagartos son capaces de discriminar secreciones precloacales de heces; los animales comienzan a explorar antes un ambiente donde existen secreciones precloacales que uno donde existen heces. Esto podría deberse a que las primeras tendrían más elementos volátiles relevantes que promoverían un pronto inicio de exploración. Los lagartos no hicieron distinciones entre las secreciones precloacales de ambos sexos, lo que indica que las secreciones en las hembras son funcionales y entregan información equivalente a la de los machos. Financiamiento: Beca de estadías cortas en el exterior CONICET (SV) y FONDECYT 1120181 (AL).

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