INVESTIGADORES
LIZARRAGA Fernando Alberto
libros
Título:
El liberalismo en su laberinto. Renovación y límites en la obra de John Rawls
Autor/es:
BORON, ATILIO A. (COMPILADOR); LIZÁRRAGA, FERNANDO ALBERTO (COMPILADOR)
Editorial:
Ediciones Luxemburg
Referencias:
Lugar: Buenos Aires; Año: 2014 p. 224
ISSN:
978-987-1709-27-4
Resumen:
Algunas respuestas o esbozos de respuestas a los muchos interrogantes planteados por (y alrededor de) la obra rawlsiana pueden hallarse en las páginas de este libro. Atilio Boron realiza un detallado recorrido a través de las vicisitudes históricas del liberalismo, desde John Stuart Mill hasta John Rawls, poniendo énfasis en la difícil -si no imposible- coexistencia entre liberalismo y democracia, entre democracia y mercado, y entre las formas más progresistas del liberalismo y las tendencias irrefrenables del sistema capitalista. Por su parte, Claudia Yarza tematiza el impacto de la obra rawlsiana, introduce matices en el consabido latiguillo de que Teoría de la Justicia produjo una completa rehabilitación de la filosofía política y repasa el debate del liberalismo con el comunitarismo y el republicanismo contemporáneos. Una profunda crítica al sistema rawlsiano llega de la mano de Enrique Dussel, quien cuestiona al formalismo neocontractualista de Rawls, revelando los supuestos materiales negados y olvidados que subyacen al dispositivo de la posición original tras el velo de la ignorancia. Un contrapunto entre el joven Rawls y el Rawls maduro es el tema del artículo de Miguel Rossi, en el cual se destaca la matriz comunitaria del pensador de Harvard quien -en su juventud- concibe al pecado como factor disruptivo del lazo comunitario (y, por ende, de la justicia), y en sus lecciones sobre Hegel enfatiza la importancia de la objetivación de la idea de libertad en instituciones concretas, al situar al filósofo alemán en el campo del liberalismo de la libertad. A su turno, Hugo Seleme realiza una recuperación de la noción rawlsiana del deber natural de justicia para extenderlo a la comprensión del deber de asistencia entre pueblos, en una elaboración analítica que, por un lado, completa al sistema de Rawls desde sus propios supuestos y, por otro, se traduce en un criterio práctico para apreciar si los pueblos acreedores cumplen con su deber dual de ayudar a otros pueblos a crear y sostener instituciones justas. Además, Júlio Barroso, por medio de un análisis de elementos clave de la legislación y la jurisprudencia de Estados Unidos, muestra cómo el financiamiento privado de las campañas electorales lesiona dramáticamente aquello que Rawls denomina valor equitativo de las libertades políticas. El ataque libertarista a la teoría rawlsiana es el tópico escogido por Sergio Morresi, quien, tras examinar minuciosamente los argumentos de Robert Nozick a favor de los derechos puramente negativos, el Estado mínimo, las apropiaciones y transferencias legítimas, y la autopropiedad, revisa y aporta elementos al debate introducido desde el campo socialista por G.A. Cohen. En una línea similar, Roberto Gargarella desmenuza el razonamiento nozickeano sobre las adquisiciones, para luego analizar en qué medida las pretensiones igualitarias del socialismo se ven afectadas por la adhesión marxista a la autopropiedad, a la predicción de abundancia y a un cierto fetichismo sobre la propiedad pública de los recursos externos. Fernando Lizárraga, en tanto, revisa la posición rawlsiana de que la justicia se aplica sólo a la estructura básica de la sociedad, adhiere a la postura de G.A. Cohen, quien sostiene que los principios de justicia deben alcanzar a las decisiones personales, y añade que el denominado principio aristotélico puede reforzar la interpretación de que una sociedad justa requiere también de un ethos igualitario. En su contribución, Alicia Naveda indaga sobre cómo los pilares ideológicos del liberalismo -comunes a Rawls y Von Hayek- contribuyen a la construcción de hegemonía por parte de la burguesía y -con la decisiva intervención de los think tanks- se traducen en políticas públicas de mitigación (y naturalización) de las desigualdades. Convocando a Michel Foucault, Marcelo Raffin analiza al liberalismo como una forma de gubernamentalidad moderna, que supone la autolimitación de la razón gubernamental y que, a su vez -impregnada por la lógica de la competencia- es correlativa a la razón imperialista. Cecilia Abdo Ferez, entretanto, explora la concepción liberal del derecho como posiblidad de obrar contra el derecho mismo, el dilema práctico inscripto en esta concepción del derecho subjetivo de individuos autónomos (el problema de «las manos sucias»), y sus implicancias sobre la culpa y la responsabilidad.