INVESTIGADORES
FERNANDEZ Diana Elizabeth
congresos y reuniones científicas
Título:
Icnología de facies transicionales en el techo de la Formación Agrio en su localidad tipo
Autor/es:
FERNÁNDEZ, DIANA E.; PAZOS, PABLO J.
Lugar:
San Salvador de Jujuy, provincia de Jujuy, Argentina
Reunión:
Congreso; XVII Congreso Geológico Argentino; 2008
Institución organizadora:
Asociación Geológica Argentina
Resumen:
Los ambientes transicionales resultan particularmente interesantes al momento de realizar un estudio de trazas fósiles, ya que presentan una alta complejidad sedimentológica en la organización de facies, y los icnofósiles pueden resultar de gran importancia para delinear variaciones faciales. Numerosos estudios publicados han mencionado la presencia de abundantes trazas fósiles en las secuencias mesozoicas de la cuenca Neuquina (Lazo et al., 2005; McIlroy et al., 2005; Ballent et al., 2006; Schwarz et al., 2006); sin embargo, en ninguno de ellos se ha llevado a cabo, en profundidad, un estudio sistemático de las trazas mencionadas en sistemas marino-marginales. Aportes al estudio de los icnofósiles de la sección analizada en esta tesis han sido realizados por Spalletti et al. (2001a). Durante el Cretácico Inferior, la cuenca Neuquina se presentó como una cuenca extensional en un ambiente compresivo de back-arc. Al momento de la depositación del Grupo Mendoza, era fuertemente afectada por las variaciones eustáticas del nivel del mar y tectónicas, debido a la estrecha conexión que mantenía con el océano hacia el noroeste (Zapata y Folguera, 2005). La cuenca Neuquina posee excelentes exposiciones de secuencias del Cretácico Inferior; se trata de facies marinas de distinta naturaleza asociadas a ingresiones desde el océano Pacífico y portadoras de abundantes faunas de invertebrados (Howell et al., 2005). El presente trabajo consistió en el análisis icnológico y de facies de una sucesión sedimentaria localizada en la sección superior de la Formación Agrio, de la cuenca Neuquina. Los objetivos principales fueron: a) caracterizar icnológicamente, en la localidad tipo (Bajada del Agrio), el techo de la Formación Agrio, el cual representa el fin del ciclo sedimentario del Grupo Mendoza; b) realizar el primer estudio icnológico sistemático de este intervalo; c) verificar la existencia de secuencias de alta frecuencia en sucesiones marino-marginales con influencias fluvial. Se procedió al levantamiento de un perfil de detalle de la sección superior del Miembro Agua de la Mula (Hauteriviano tardío-Barremiano temprano) o Miembro Superior de la Formación Agrio, haciendo hincapié en el contenido icnológico, como así también en el paleontológico en general y en el sedimentológico. El análisis facial se ha desarrollado paralelamente al icnológico. Con esto presente, no se ha obviado la presencia de las trazas, sino que éstas han sido incorporadas como datos adicionales a la hora describir y/o interpretar las litofacies. De esta manera, se pretendió que el análisis de facies fuera de índole primariamente sedimentológica y secundariamente paleontológica. Posteriormente, en la interpretación de las facies, se establecieron relaciones entre los datos aportados por la sedimentología  y por el análisis icnológico, con fines tanto interpretativos como comparativos. Del análisis facial se concluye, coincidiendo con trabajos anteriores (Pazos y Cirigliano, 2006; Pazos et al., 2007), que la sección cuspidal de la Formación Agrio (y por ende, del techo del Grupo Mendoza) en su localidad tipo representa un paleoambiente complejo que evolucionó desde marino a marino-marginal. Se inicia con la última parte de una secuencia de somerización que culmina en una barra oolítica. Las pelitas suprayacentes se habrían depositado en momentos de buen tiempo, mientras que las coquinas asociadas serían producto de eventos de tormenta. Se registran eventuales descargas hiperpícnicas de extensiones fluviales subácueas que representan los momentos de mayor aporte silicoclástico que recibió este ambiente. El sistema evolucionó luego hacia una planicie de marea con la llegada de canales fluviales de curso meandriforme, y áreas heterolíticas intercanal en una planicie abierta y luego más restringida (o sometida a intensa evaporación), con salinidades altas y/o fluctuantes (inferidas por el hallazgo de foraminíferos de tipo Miliolina). En la sección analizada no se han registrado ejemplares asignables a la biozona de rango local Paraspiticeras groeberi, lo cual probablemente se deba al tipo de ambiente representado (al menos en esta parte de la cuenca) o sea producto de un sesgo tafonómico. Por último, se reconocieron seis ciclos depositacionales en la sección analizada, los cuales serían equivalentes a parasecuencias, aunque no se descarta que sean comparables con secuencias de alta frecuencia como ha sido mencionado por Spalletti et al. (2001b). El material icnológico analizado consiste tanto en muestras recolectadas durante el levantamiento del perfil, como en aquellos ejemplares observados y fotografiados en el afloramiento. Se han identificado 14 icnogéneros y 17 icnoespecies: Chondrites intricatus (Brongniart); Cochlichnus anguineus (Hitchcock); Gastrochaenolites isp. (Leymerie); Gyrochorte comosa (Heer); Lockeia siliquaria (James); Ophiomorpha nodosa (Lundgren); ?Ophiomorpha isp. (Lundgren); Palaeophyus tubularis (Hall); Protovirgularia dichotoma (M?Coy); Protovirgularia rugosa (Miller y Dyer); Rhizocorallium jenense (Zenker); Rosselia socialis (Dahmer); Skolithos verticalis (Hall); Teichichnus rectus (Seilacher); Teichichnus isp. (Seilacher); Thalassinoides suevicus (Rieth); ?Thalassinoides isp. (Rieth). También se han identificado otras trazas, que no han podido ser asignadas a icnotaxa y han sido categorizadas como de nomenclatura abierta: pistas subacuáticas de artrópodos; trazas de natación de tetrápodos; pistas de invertebrados. En particular, se destaca la inusual presencia del icnogénero Chondrites en facies interpretadas como planicie de marea. Dada la complejidad del registro icnológico, existen pocos datos de esta clase que permitan, de manera directa, realizar inferencias acerca de los factores paleoambientales. Aunque escasa, la información paleoambiental aportada por las trazas fósiles se condice con la obtenida mediante la línea de evidencias sedimentológicas. Además, pone en evidencia la actual ausencia de un modelo icnológico preciso para los ambientes marino-marginales, y sugiere que los ambientes sometidos a variaciones de salinidad no necesariamente muestran una disminución en la icnodiversidad.