INVESTIGADORES
LAWLER Diego
libros
Título:
La acción técnica y sus valores
Autor/es:
LAWLER, DIEGO
Editorial:
Ediciones Universidad de Salamanca
Referencias:
Lugar: Salamanca; Año: 2007 p. 280
ISSN:
84-7800-409-2
Resumen:
La literatura concerniente al análisis filosófico de la técnica se ha orientado en cuatro grandes direcciones asociadas, a grandes trazos, con cuatro enfoques filosóficos particulares. Por una parte, hacia el estudio de la técnica en sus relaciones con la ciencia, analizando especialmente sus semejanzas y diferencias con las herramientas conceptuales forjadas en el campo disciplinar de la filosofía de la ciencia dentro de la tradición analítica. Por otra parte, hacia la investigación de las consecuencias que tiene la técnica para la sociedad, donde el papel preponderante lo desempeñan la reflexión política y ética y la crítica cultural. Esta segunda orientación tiene sus fuentes en el pensamiento marxista y la filosofía política de la escuela de Frankfurt. En tercer lugar, hacia la reflexión metafísica y antropológica, enfocando especialmente la relación del hombre con la técnica dentro del marco de lo que hoy denominaríamos filosofía continental. Finalmente, hacia el estudio histórico-sociológico de la técnica de acuerdo con un enfoque humanista ecléctico. A su vez, la reflexión filosófica considera la técnica de distintos modos: como una colección de artefactos, como una forma de acción, como una forma específica de conocimiento o como un proceso social. Sin embargo, en muchos casos esta reflexión se ha realizado, y todavía hoy se realiza, de espaldas a los aspectos estrictamente técnicos de la técnica. Para decirlo en pocas palabras, se considera la técnica como una caja negra cuyo contenido no resulta relevante para lo que se tiene que decir respecto de su lugar en nuestro mundo. Esto compromete en muchos sentidos la validez de las consecuencias derivadas de este estilo de pensamiento. En cualquier caso, la pluralidad de enfoques existentes en la literatura así como los diferentes modos en que se considera la técnica, señalan que el campo de la filosofía de la técnica carece todavía de un conjunto de conceptos básicos provenientes de una reflexión ontológica, epistemológica y axiológica unificada. De todos estos enfoques es el de la filosofía analítica el que más ha avanzado en su intento de desarrollar un marco teórico consistente para entender la técnica a través del abordaje sistemático de sus dimensiones ontológica, epistemológica y axiológica. Sin embargo, dicho avance ha estado escorado hacia el análisis de la relación que mantiene la ciencia con la técnica, discutiendo las diferencias en torno al tipo de problemas que abordan, la naturaleza de sus respectivos productos, las características de los objetivos y valores que rigen sus actividades, las peculiaridades de las formas de conocimiento que entrañan, la especificidad de los métodos que emplean, los diversos modos en que comunican sus resultados y las diferencias en las maneras en que se organizan socialmente sus comunidades. Por otra parte, de todos estos problemas, los que han concitado mayor interés son los relacionados de manera directa o indirecta con la dimensión epistemológica de la técnica. Una muestra de ello es el largo debate en torno a la tesis bungeana de que la tecnología es ciencia aplicada. Este interés ocasionó que las discusiones se concentraran casi por completo en el examen de la naturaleza propia y distintiva del conocimiento técnico  y sus diferencias y similitudes con el conocimiento científico, producto de la ciencia básica y aplicada. Esta organización del debate alrededor de la dimensión epistemológica trajo como efecto, probablemente no deseado, la desatención de la dimensión ontológica. En cambio, la dimensión axiológica fue parcialmente rescatada debido, entre otras cosas, a la creciente preocupación de los filósofos por las consecuencias de la técnica y sus desarrollos para la estructura social y cultural así como para el entorno. Este estudio pretende reparar en parte esta situación desde el convencimiento filosófico de que no se puede analizar adecuadamente a la técnica sin haber construido previamente una teoría bien fundada de la acción humana productiva, y de que no es posible hacer esto último sin tener en cuenta a la praxiología para analizar y evaluar, de acuerdo con los valores propiamente praxiológicos, los componentes de la acción técnica. El objetivo principal de este trabajo es doble. Por una parte, realizar un análisis ontológico de la estructura de la acción técnica y sus productos, los artefactos técnicos. Por otra parte, caracterizar la dimensión axiológica de la técnica sobre la base de los resultados obtenidos en el análisis anterior. Con esto se pretende no sólo rellenar un vacío existente en la filosofía de la técnica, sino también poner de manifiesto que la caracterización ontológica de la estructura de la acción técnica y sus productos, por una parte, y el análisis de su dimensión axiológica, por otra, se necesitan mutuamente. Sin una elucidación ontológica previa, el análisis axiológico corre el riesgo de construirse sobre parámetros inadecuados y auspiciar valoraciones equívocas de la técnica. Desde este punto de vista, el análisis ontológico de la acción técnica y sus valores tendría una relevancia directa, entre otras cosas, para la mejor comprensión de los criterios y técnicas de evaluación de idoneidad y consecuencias de las técnicas, de las nociones de control, riesgo, seguridad, impacto ambiental y social de las técnicas. El título de este trabajo es Las acciones técnicas y sus valores. En él analizo ontológicamente la estructura que comporta toda acción técnica en tanto que acción productiva humana y las características básicas de sus productos, en especial los artefactos técnicos. Por otra parte, intento aprehender cuáles son las características de la axiología de la técnica cuando ésta se interpreta desde la praxiología. Las cuestiones centrales de este trabajo pueden ser resumidas, pues, en las siguientes preguntas: ¿Cuál es la estructura ontológica de la acción técnica en tanto que acción intencional de intervención, transformación y control de la realidad? ¿Cómo puede entenderse la gramática de su composición? ¿Cuáles son las características básicas de sus productos, los artefactos técnicos? ¿Qué significa que los artefactos técnicos tienen funciones técnicas propias y funciones técnicas latentes? ¿Qué consecuencias se derivan de este análisis ontológico para la caracterización de la dimensión axiológica de la acción técnica y sus productos? ¿Cuál es la fuente normativa que da lugar a la dimensión axiológica? ¿Qué rasgos presenta esta dimensión en lo que respecta a las acciones técnicas así como a los artefactos técnicos? Este trabajo se compone de tres partes. Cada una de ellas está dividida en capítulos. Éstos intentan poner en contexto los problemas que han de abordarse y analizar una intuición filosófica que posibilite su resolución o avance hacia ella. La primera parte se denomina “Acción, técnica y praxiología” y tiene como objetivo caracterizar ontológicamente desde el punto de vista de la praxiología la estructura de la acción técnica en su condición de acción productiva humana. Tres capítulos dan contenido a este primer tramo de la investigación. El primero elabora los rasgos básicos que configuran lo que denomino “la perspectiva praxiológica”. Elucida qué entiende la praxiología por praxis y cuál es el origen y objeto de esta disciplina así como su relevancia para la filosofía de la técnica de orientación analítica. El segundo analiza la estructura básica de la acción técnica a través de la estructura de la acción intencional. En particular, se desarrolla la conjetura de que las acciones técnicas son una subclase especial de acciones intencionales. Una parte importante de este desarrollo consiste, por un lado, en analizar la cuestión de que actuar intencionalmente supone actuar según una intención y, por otro, en discutir qué se entiende por la noción de intención. Para abordar estos problemas se recurre a una tradición filosófica que tiene sus raíces en Aristóteles, Tomás de Aquino y Austin, entre otros. El tercer capítulo analiza cómo se entiende la estructura básica de la acción técnica, cuáles se cree que son sus rasgos específicos y cómo se combinan. Estos aspectos configuran gran parte de la ontología de la acción técnica en tanto que acción intencional valiosa de intervención, transformación y control de la realidad con el fin de adecuarla a los deseos e intereses humanos. Los mismos conforman una verdadera gramática de la acción técnica. Dos aspectos de esta gramática son de especial interés: la propiedad de la acción técnica de ser una acción instrumental estratégica de segundo orden y la relación que mantiene esta clase de acción con las reglas técnicas basadas en el mejor conocimiento disponible. En los capítulos cuarto y quinto se estudia el hecho de que la actuación técnica es una actividad planificada y socialmente organizada sobre la base de una fuerte división del trabajo y un alto grado de integración. Esto hace de las acciones técnicas acciones colectivas de transformación y control de la realidad. Por lo tanto, estos capítulos discuten y evalúan las propuestas filosóficas existentes sobre la acción colectiva e intentan bosquejar, a modo de propedéutica, un marco conceptual amplio para entender la acción colectiva intencional dentro del quehacer tecnológico. En ningún caso se pretende ofrecer un análisis completo del problema general de la acción colectiva. La segunda parte lleva por título “Artefactos y funciones” y se propone analizar el ámbito de los productos de las acciones técnicas. Esta parte se compone de cinco capítulos. El capítulo sexto intenta concebir los artefactos en tanto que productos intencionales de nuestras acciones de transformación de la realidad. Por otro lado, analiza el ámbito heterogéneo de lo artificial y se propone una cartografía tentativa del mismo sobre la base de dos nociones en particular: artefacto e instrumento. Finalmente, propone una definición de la noción de artefacto técnico. El capítulo séptimo analiza el significado del principio de realización múltiple en su aplicación al ámbito de los artefactos técnicos, porque entender qué es un artefacto requiere la comprensión de lo que significa la aplicación de este principio. El capítulo octavo elabora los conceptos de función técnica propia y función técnica latente; por otra parte, responde qué sentido tiene distinguir entre estas dos clases diferentes de funciones y explicita qué criterios asientan esta posible clasificación. El noveno capítulo analiza la posición de Dennett respecto de la interpretación de los artefactos técnicos. Se interesa especialmente por dos aspectos de esta posición. Por un lado, las consecuencias que se derivan de ella para el proceso de adscripción de funciones a los artefactos técnicos. Por otro lado, mostrar cómo el predominio de un interés meramente descriptivo-predictivo respecto de los artefactos técnicos empobrece la noción de función, obliterando el pleno despliegue de su sentido normativo. El corolario que resulta de este capítulo podría formularse de la siguiente manera: si se adopta una actitud meramente descriptivo-predictiva durante el proceso de adscripción de funciones, entonces se carece de los medios para llevar a cabo una evaluación tanto del proceso de atribución como de la ejecución de las capacidades o disposiciones adscriptas. Esto que sucede en la filosofía de la mente de Dennett repercute en su enfoque de los artefactos técnicos Finalmente, el capítulo décimo analiza el modo en que el constructivismo social en tecnología enfoca las circunstancias de recepción y uso de los artefactos técnicos. El propósito de este análisis es criticar el hecho de que esta posición niegue la tesis de que los artefactos técnicos realizan ciertas funciones técnicas propias, con el propósito de satisfacer unos objetivos para los que fueron diseñados, producidos y comercializados. La tercera parte, cuyo título es “Exploraciones axiológicas”, está dedicada a entender la dimensión axiológica de la acción técnica y sus productos. En esta parte no se aspira tanto a proponer un conjunto de valores específicos como a reflexionar sobre cuáles son las bases para construir una axiología que capture las características propias de la acción técnica y sus productos. Dos capítulos dan forma a esta tercera y última parte. El capítulo undécimo discute, a modo de introducción, una propuesta clásica sobre la dimensión axiológica de la técnica, la bungeana. Se trata de una propuesta particularmente interesante porque hace hincapié en que el núcleo de la axiología respecto de la técnica está implicado en la máxima de acción que caracteriza las reglas técnicas. El duodécimo capítulo intenta abordar la dimensión axiológica de la técnica desde la praxiología. En particular, trata de especificar cuál es la fuente de los valores que se refieren a las acciones técnicas y sus productos así como delimitar su contexto. La intuición que se defiende puede formularse así: la fuente de la dimensión axiológica de la técnica debe situarse en relación con la dialéctica entre la apertura de posibilidades que abren las representaciones de objetivos, resultados y cursos de acción, por una parte, y la realización oportuna de aquellos lógica, física y técnicamente posibles, por otra. Así, la fuente de la dimensión axiológica debe entenderse como un ámbito de oportunidades de acción dentro del cual se sitúa el espacio de las acciones técnicas realizables. De esta fuente dimanan los contenidos axiológicos básicos que empleamos para evaluar estas acciones. Puesto que se trata de acciones técnicas que efectivamente realizamos, los contenidos elementales de su dimensión axiológica giran en torno a la valoración del modo de satisfacción de la posibilidad técnica. Si bien este trabajo se propone como una contribución a la filosofía de la técnica de orientación analítica y trata de conducirse siguiendo sus pautas de operación, rescata para su aplicación al análisis de la acción técnica, sus productos y valores, desde la perspectiva de la praxiología según la ha entendido Kotarbinski. Se trata de recuperar para la filosofía de la técnica una tradición que hunde sus raíces en Aristóteles y Marx, y cuya meta principal ha sido, por un lado, esclarecer la acción humana de transformación del mundo y, por otro, formular estándares apropiados para su evaluación.