INVESTIGADORES
CUESTAS Maria Lujan
congresos y reuniones científicas
Título:
Primer reporte de hialohifomicosis por Flavodon flavus en felinos: reporte de un caso.
Autor/es:
GRANDINETTI JAB; ETCHECOPAZ A; MAITO J; CUESTAS ML; WRIGHT C
Reunión:
Congreso; XXIV Congreso Nacional AVEACA 2024; 2024
Resumen:
Las micosis en los animales domésticos son enfermedades de baja prevalencia y diagnóstico complejo, más aún cuando las mismas están causadas por especies de hongos ambientales que ocasionalmente pueden producir enfermedad en algunos individuos. Este grupo de enfermedades puede presentarse en forma localizada como consecuencia de una lesión punzo-cortante contaminada o en forma diseminada en animales con compromiso inmunológico severo. Las especies fúngicas involucradas en estos procesos están en constante aumento. El objetivo del presente trabajo es reportar un caso de infección fúngica localizada en un felino doméstico, producida por el hongo ambiental Flavodon flavus y reportar la respuesta a una terapéutica no descrita anteriormente para esta enfermedad.Se presentó a consulta una gata, común europea, castrada de 3 años de edad y 3 kg de peso. Habita en un departamento, sin acceso al exterior y se alimenta con balanceado de calidad premium.La tutora refiere la aparición de lesiones cutáneas de 4 meses de evolución. Estas lesiones iniciaron en el miembro anterior derecho y, con el tiempo aparecieron en los 4 miembros, pese a la administración de diversos protocolos de antibióticos, glucocorticoides, moxidectina subcutánea semanal durante 3 semanas y la utilización de un collar isabelino. Clínicamente se encontraba en buen estado general, con sensorio alerta, y apetito y deposiciones normales. A la inspección, se observaron placas sobreelevadas, de 5 a 15 mm de diámetro, algunas costrosas y otras ulceradas, en los 4 miembros. Se realizó una citología por impronta de debajo de la costra, una citología profunda por punción aspiración con aguja fina, se tomó una muestra de biopsia de las lesiones para histopatología y para cultivo micológico. En la citología superficial se observaron abundantes polimorfonucleares neutrófilos, eosinófilos y bacterias cocoides. La citología profunda evidenció un proceso piogranulomatoso y se observaron fagocitadas estructuras ovaladas, pleomórficas, de entre 3 y 5 micrómetros de largo por 1 a 2 micrómetros de ancho. La histopatología con hematoxilina y eosina reveló lesiones piogranulomatosas con abundante presencia de eosinófilos. Debido a la sospecha de una micosis, se solicitó una coloración de Grocott que resultó positiva para hifas y esporas fúngicas. El cultivo micológico se realizó en agar Sabouraud y agar Lactrimel y se incubó durante 20 días a 28°C. Se obtuvo desarrollo de colonias blanquecinas, filamentosas macroscópicamente. A la observación microscópica con azul de lactofenol, se evidenciaron hifas hialinas tabicadas, ramificadas con numerosas conidias ovales, en su mayoría aisladas. Se realizó una identificación molecular mediante amplificación de la región ITS1-5.8S-ITS2 del ADN ribosomal con posterior secuenciación del producto obtenido. La secuenciación permitió la identificación definitiva de Flavodon flavus como agente causal de este proceso. Se solicitó PCR para Virus de la Leucemia Felina (VILeF) y Virus de la Inmunodeficiencia Felina (VIF) cuyos resultados fueron negativos. El tratamiento se realizó con itraconazol a dosis de 5 mg/kg cada 24 h, con buena respuesta y franca mejoría. A los 90 días de iniciada la terapia, la regresión de las lesiones se había detenido. Por tal motivo, y en base a la buena respuesta de este fármaco frente otras micosis subcutáneas y profundas se adicionó Ioduro de potasio a dosis de 5 mg/k cada 24 h. A los 45 días de terapia con Itraconazol más Ioduro de potasio (135 días totales de terapia), se observó la remisión total de las lesiones clínicas y se indicó continuar el protocolo 60 días más. El presente trabajo constituye el primer reporte de una micosis subcutánea causada por el agente Flavodón flavus en un felino. Consideramos que la infección ha tenido lugar por un traumatismo recibido con material vegetal en donde el hongo ha podido colonizar el tejido subcutáneo. Desconocemos si es posible la transmisión a través de rasguños de gatos que afilen sus uñas en troncos contaminados con este hongo, tal como sucede en el ciclo de Sporothrix brasiliensis.