"Malestares"

DIEGO FONTI

Córdoba

Jornada; Jornadas 25 aniversario Nuevas formas del mal-estar. Su implicancia en la clínica psicoanalítica; 2003

Centro de Estudios Psicoanalíticos Sigmund Freud

En los textos freudianos la noción de malestar ha estado íntimamente ligada a la noción de cultura. La cultura permite y angustia la vida humana. Sin embargo es preciso leer a Freud epocalmente. Es necesario que nos preguntemos si son hoy los mismos elementos causantes del dolor, el sufrimiento y el malestar humanos, que aquellos de la Viena de fines del s. XIX y principios del XX. La respuesta parece ser no. Y a pesar de ello la vigencia de la enseñanza freudiana se mantiene incólume. Se trata de la posibilidad de pensarnos a partir del mecanismo de lo siniestro. Lo siniestro u ominoso es aquello familiar que se ha vuelto ajeno, oculto. Es también lo que estaba tapado que de pronto irrumpe. Si en el planteo de El malestar en la cultura Freud sostiene que esta posibilita y reprime, causando así un malestar ineludible, cabe preguntarnos si hoy lo ominoso no es precisamente lo contrario. Por una parte, si entendemos la cultura como lo que las tradiciones heredan a sus sucesores, modos de vida, cosmovisiones, respuestas elementales de subsistencia, podemos pensar que hoy se ha ausentado de repente. Se ha vuelto algo extraño. Sorpresivamente aquello que toda cultura supo, por elemental que sea su desarrollo intelectual y práctico, como el simple hecho de alimentar a sus hijos, se ha vuelto algo inalcanzable. Por otra parte, si la cultura implica la construcción de un ethos, más allá de la tradición teórica (sea una estructura superyoica, una configuración simbólica, etc.), se puede pensar que aquello que estaba tapado, nuestra violencia primordial, ha eclosionado. Pero Derrida nos dice que es el psicoanálisis el ámbito (el único, quizás) que nos permite pensar sin coartada el malestar que nace ante la presencia de la crueldad. ¿Por qué el psicoanálisis? ¿Cuál psicoanálisis? ¿El psicoanálisis teórico y/o el psicoanálisis como terapia? Quizás sea porque el psicoanálisis, como gran parte del pensamiento desarrollado en el s. XX, ha reconocido nuestra constitución altero-céntrica, sin desconocer la necesidad de apropiación de ese legado. Y ser alterocéntrico en Latinoamérica implica el riesgo de desocultar tradiciones largo tiempo escondidas y tapadas. Tradiciones que pueden enriquecer nuestra propia cosmovisión, constituida ya hoy por fragmentos. El peligro, como siempre, es quedar en lo fragmentario. La posmodernidad posibilita tanto esta recuperación como el riesgo que conlleva. La posmodernidad puede significar simplemente un catálogo sincrético. Pero puede ser vista también como señal de nuestra finitud, reconocimiento de las múltiples herencias que nos atraviesan, y rehabilitación de una constitución alterocéntrica y las responsabilidades que conlleva.