INVESTIGADORES
SZELAG Enrique Alejandro
congresos y reuniones científicas
Título:
Principales criaderos de Aedes aegypti detectados durante el brote de dengue de 2009, en Resistencia, Chaco, Argentina.
Autor/es:
STEIN M; ROSA JR; ORIA GI; WILLENER JA; RAMÍREZ PE; PARRAS MA; SZELAG EA; SALOMÓN OD; ALMIRÓN WR
Lugar:
Foz do Iguaçu
Reunión:
Congreso; Congresso Brasileiro de Parasitología, II Encontro de Parasitologìa do Mercosul; 2009
Institución organizadora:
Sociedade Brasileira de Parasitologia
Resumen:
Disminuir los criaderos de Aedes aegypti, vector del virus del dengue en América, es la principal medida para su control y, por ende, para prevenir brotes de la enfermedad. Por ello, el conocimiento detallado de sus sitios de cría es calve para un manejo integral adecuado. Durante la última epidemia de dengue ocurrida en la Argentina (enero-mayo de 2009) se registraron aproximadamente 12.000 casos en la ciudad de Resistencia, donde se realizaron acciones para el control de larvas y adultos, como así también actividades pre- (PRI) y post-intervención (POI), como la vigilancia del vector y determinación de sus principales sitios de cría. Para ello, se inspeccionaron 588 viviendas (PRI) y 580 (POI), correspondientes a 54 barrios, de las cuales, 338 fueron inspeccionadas por segunda vez en las actividades POI. Se contabilizaron y categorizaron todos los recipientes que contenían agua y aquellos que resultaron positivos para larvas y pupas de Aedes aegypti. Los criaderos más abundantes, tanto en las actividades PRI como POI, fueron: floreros, botellas, bocas de desagüe pluvial, macetas, recipientes plásticos y metálicos de pequeño y mediano tamaño; las cubiertas ocuparon el 4to (PRI) y 6to (POI) lugar en orden de importancia. Estos criaderos fueron también los sitios de cría potenciales más frecuentes. Al comparar la abundancia entre criaderos potenciales por categoría de recipientes (PRI y POI) La prueba t de Student no arrojó diferencias significativas (p > 0,05), sin embargo, si las hubo al comparar recipientes positivos para ambas intervenciones considerando todos los barrios muestreados y al compararlos en las viviendas inspeccionadas dos veces (p < 0,001). En algunos barrios, los criaderos más abundantes fueron las bocas de desagüe pluvial y floreros, y en otros lo fueron las cubiertas y recipientes en desuso. Luego de las actividades POI, el número de criaderos disminuyó pero no el de sitios potenciales de cría, resultando mas evidente en aquellos recipientes con valor cultural (florero) o aquellos que por su utilidad no pueden ser eliminados (bocas de desagüe pluvial, tanques de agua). Por lo tanto, el control de los criaderos depende de campañas dirigidas a lograr un cambio de actitud en la población, para que no favorezca la proliferación del vector, y acciones de las autoridades que permitan la modificación y/o control de aquellos criaderos que no pueden ser eliminados.