INVESTIGADORES
VIDAL Alejandra Silvia
capítulos de libros
Título:
El descargo de los pilagá y su narrativa sobre las relaciones interétnicas
Autor/es:
VIDAL ALEJANDRA
Libro:
Fortín Yunká (1919). Historia y memoria de los indígenas pilagá. Serie Historia Americana. Colección Paradigma Indicial
Editorial:
Sb Editorial
Referencias:
Lugar: Buenos Aires; Año: 2022; p. 171 - 191
Resumen:
En el capítulo El descargo de los pilagá y su narrativa sobre las relaciones interétnicas, analizo un relato en lengua pilagá contado por un anciano de la comunidad de Pozo Navagán donde históricamente habitan los pilagás orientales. El tema de este relato es el enfrentamiento con integrantes de un grupo aliado maká en las proximidades del área de campamento del cacique Garcete, quien lideraba una unidad sociopolítica integrada por pilagá y maká (Braunstein 2008: 228). La tesis implícita en el relato es que las relaciones entre ambos grupos eran tensas y el quiebre de la alianza se debía a las cambiantes estrategias políticas en la ocupación del territorio y sus recursos. De esta forma, los enfrentamientos por períodos constituían una constante que todavía a principios del siglo XX -aunque comenzaban a ceder ante el avance militar- seguía dominando las relaciones entre algunos grupos indígenas que no eran aliados o cuya alianza se rompía. La ocupación del territorio pilagá con la instalación de los fortines, atendiendo la idea civilizatoria de conformación de un Estado nacional- se solapa con aquellas disputas, creando situaciones de violencia y coerción que irrumpe en esta dinámica milenaria de los grupos. Los maká fueron responsabilizados por el ataque al Fortín Yunká ocurrido en marzo de 1919, varios años después, según se aprecia en el monumento levantado en 1934 en la zona de Fortín Lugones, pero la historiografía oficial de Formosa no llegó a reconocer con contundencia la falta de responsabilidad de los pilagá en los hechos y los medios de comunicación, por su parte, reproducen esta ambigüedad. La culpabilidad de Garcete y su grupo pilagá permanece a pesar de las pruebas, en el imaginario social y con esto, se habilitó la construcción de un enemigo permanente al que todavía se intenta controlar y castigar, lo que también en parte explica los genocidios posteriores como resultó ser el ataque al Rincón Bomba en 1949.