“Nacionalismo y espiritualismo en el centenario: los ensayos de Lugones”

SOLEDAD QUEREILHAC

Museo Roca, Buenos Aires

Congreso; Jornadas de Reflexión Ismos – Radiografías de una época. Europa y América en el siglo XX; 2003

Facultad de Filosofía y Letras, UBA

Los ensayos escritos por Leopoldo Lugones entre 1907 y 1916 apuntan a una reflexión sobre la identidad nacional en el contexto de la celebración del Centenario, un contexto que demandaba a un tiempo la revisión de las lecturas del pasado y la inauguración de nuevos relatos que pudieran responder satisfactoriamente a la pregunta sobre qué significaba ser argentino en la clausura del largo siglo XIX. Ante un clima de acelerados cambios en la conformación del todo social y ante la convivencia de variados discursos sobre lo nacional, Lugones emprende la tarea titánica de querer encontrar una armonía espiritual detrás del caos de la modernización. Sus dos primeros ensayos, Piedras Liminares y Prometeo, asientan las bases de una búsqueda que arribará a buen puerto con las conferencias pronunciadas sobre el Martín Fierro de Hernández y que se reproducirán casi mecánicamente en posteriores ensayos, como Elogio de Ameghino, de 1915. El largo análisis dedicado a la mitología griega en Prometeo y al arte gótico en Piedras Liminares allana el camino y consolida el esquema para que el poeta se encuentre finalmente con el verdadero héroe solar que vela detrás de la Argentina del Centenario: el gaucho payador, ese héroe que, como todos los héroes solares, ha perecido cuando encarnó en la materia su superior espiritualidad. Las argumentaciones de los dos primeros ensayos se centran en culturas del pasado que no guardan ninguna relación explícita con la Argentina y que hacen de ésta, la antagonista de esas arcadias armoniosas. No obstante, si leemos El payador a la luz de esas dos “piedras liminares”, veremos que el recorrido no ha sido en vano y que la armonía espiritual y el salvataje por la belleza de épocas remotas aún es posible, para Lugones, en la Argentina. El argumento de El payador no es anecdótico en la obra de Lugones, sino que guarda coherencia con la “cosmogonía privada” que el escritor ha construido perseverantemente en gran parte de su obra. Deslindar ese particular esquema interpretativo que opera por lo bajo en sus obras como soporte, ese esquema que, tomando las palabras del autor hemos llamado “cosmogonía”, en tanto se constituye en un discurso sobre los orígenes apelando tanto a los códigos de la estética como a los de la teosofía, será uno de los objetivos de este trabajo.