“Una ética de las formas. Acerca de la narrativa de Aníbal Jarkowski.”

SOLEDAD QUEREILHAC

Las ranas. Arte, ensayo y traducción

Edición independiente

Lugar: Buenos Aires; Año: 2008 p. 15 - 23

1669-3752

Publicada a mediados de 2007, la novela El trabajo, del escritor argentino Aníbal Jarkowski, posee la particularidad de ser una obra que, al tiempo que narra una historia (la de Diana, una mujer que busca trabajo, y la del narrador, un escritor condenado por obscenidad), pareciera permitir también el acceso al proceso mismo de la práctica del arte, a un ejercicio conciente no ya sólo del artificio, sino de las implicancias ideológicas y éticas que toda elección formal en literatura conlleva, potenciado por el hecho de que la estética elegida es la de un singular realismo social. No es, sin embargo, este último rasgo el que determina el efecto, sino una posición previa, que en todo caso encuentra su más coherente cauce en la apuesta por el realismo. Es innegable la presencia latente, detrás de la superficie de la historia, o mejor dicho, sutilmente hilvanada a ella, de un proyecto narrativo que trasciende la novela misma en tanto unidad y que, de hecho, termina de reconstruirse, retrospectivamente, con sus dos novelas anteriores, Rojo amor (1993) y Tres (1998). Proyecto que incluye una serie de tópicos y otra serie de recurrencias subjetivas -que la crítica suele nombrar, con laxitud, obsesiones-, pero que no se agota en ellas, sino que arma sus cimientos, ante todo, en lo que podría llamarse una ética de las formas.